La confianza en el gobierno de Alberto Fernández volvió a bajar en el último mes de 2021 y se encuentra en el nivel más bajo desde que comenzó la gestión, en diciembre de 2019. De acuerdo a una medición realizada por la Universidad Torcuato Di Tella, el ICG llegó en diciembre a 1,42, en una escala que va del 0 al 5. Representa una variación negativa de 2,1% respecto al mes de noviembre.
En términos interanuales, el índice sufrió una disminución de 23 por cuento. Además, el nivel de confianza actual es 28% menor al de la última medición del gobierno de Mauricio Macri, correspondiente a diciembre de 2019.
El número confirma una tendencia que comenzó hace varios meses. La esperanza que había generado el gobierno del Frente de Todos en 2019 y que lo había llevado a ganar las elecciones fue desinflándose, especialmente a partir de los errores cometidos durante la gestión de la pandemia de coronavirus. Los escándalos que más impactaron en el humor social fueron el vacunatorio VIP y la fiesta de cumpleaños clandestina de la primera dama, Fabiola Yáñez. Eso quedó plasmado en la derrota del oficialismo en las urnas, durante las elecciones legislativas de medio término. Si se compara el índice de diciembre de 2021 con enero 2020, el primer mes completo de gestión de Alberto Fernández, la caída fue de 39 por ciento.
La caída del ICG en el mes de diciembre muestra el estancamiento del índice, tras la derrota del Frente de Todos en las elecciones de noviembre, en los valores más bajos registrados durante la gestión del actual gobierno.
Según el informe, la variación del ICG respecto de noviembre fue negativa en 3 de sus 5 componentes: Honestidad de los funcionarios (1,85 puntos, -6,1%); Evaluación general del gobierno (1,18 puntos, -0,2%); Eficiencia en la administración del gasto público (1,08 puntos, -6,8%). Por el contrario, hubo variaciones positivas en Capacidad para resolver los problemas del país (1,57 puntos, 0,8%) y Preocupación por el interés general (1,44 puntos, 2,5%).
Además, del trabajo se desprende que el índice de confianza de diciembre volvió a alcanzar su máximo nivel en el segmento de 30 a 49 años (1,49 puntos, con una variación negativa de 8%). A diferencia de los meses anteriores, el segundo grupo con más alta confianza en el gobierno fue el de entre 18 a 29 años (1,42 puntos, con un aumento de 7%). Mientras que el grupo de menor confianza continúa siendo el de mayores de 50 años (1,35 puntos).
Al analizar las zonas geográficas, al igual que en el mes anterior, el Gran Buenos Aires presentó el valor más alto del ICG (1,58 puntos, con una disminución de 4% respecto de noviembre), seguido por el interior (1,37 puntos, con una variación negativa de 2%) y, finalmente, la Capital Federal (1,27 puntos, con un aumento de 4%).
Entre aquellos entrevistados que dicen no haber sido (ellos o sus familias) víctima de delitos en los últimos 12 meses el ICG fue de 1,64 puntos, con una variación negativa de 4% respecto de noviembre, y entre quienes dicen haber sido víctima de 0,83 puntos, con una variación positiva de 6 por ciento.
Finalmente, en diciembre, el ICG fue mayor entre quienes creen que la situación económica mejorará dentro de un año (3,83 puntos, con una variación positiva de 8% respecto de noviembre), que entre quienes creen que se mantendrá igual (1,89 puntos, con un aumento de 3%) o que empeorará (0,46 puntos, con una disminución de 8%).
“Es probable que esta correlación sea claramente bidireccional: el optimismo (pesimismo) sobre el futuro económico refuerza (debilita) la confianza en el gobierno, pero a la vez una mayor (menor) confianza en el gobierno genera mayor (menor) optimismo”, concluye el informe.
El auge y la caída de la imagen de la gestión oficialista en los primeros dos años fueron analizados por la Unidad de Datos de Infobae, que cruzó estadísticas del índice de la Universidad Di Tella con los principales hechos del mandato y el avance de la pandemia. La esperanza de un nuevo gobierno, el anuncio de la primera cuarentena como medida preventiva ante la incertidumbre, los incipientes canales de diálogo abiertos con los mandatarios de la oposición para enfrentar la pandemia le redituaron su mejor imagen positiva en estos dos años. Incluso, entre aquellos que no lo habían votado.
Pero esa percepción se desgastó durante el largo confinamiento y una serie de traspiés con marchas y contramarchas en la gestión, que tuvo como exponentes máximos dos de los escándalos que más impactaron en el humor social: el vacunatorio VIP en febrero de este año, y la fiesta de cumpleaños clandestina de la primera dama, Fabiola Yáñez, en Olivos cuando regían a pleno las restricciones, en julio del 2020.
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