La provincia de Buenos Aires comenzó a aplicar este martes el pase sanitario en forma obligatoria para los mayores de 13 años que quieran acceder a distintas actividades consideradas de “riesgo epidemiológico” o realizar trámites en forma presencial. Para garantizar la implementación, anunciaron operativos de control de forma aleatoria donde se podrá sancionar con multas de hasta 5.700.000 pesos a quienes no exijan el certificado de vacunación.
Según explicaron en un comunicado, la resolución deja en claro que son “los organizadores, titulares o responsables de las actividades de alta concurrencia y potencial riesgo epidemiológico quienes tendrán a su cargo el control de la acreditación del pase libre con vacuna en los accesos”.
“El Estado bonaerense realizará operativos aleatorios de fiscalización sanitaria y, en caso de incumplimiento de los controles, quedará facultado para sancionar a los organizadores con multas cuyos montos pueden alcanzar hasta los 5.700.000 pesos”, detallaron.
Incluso, la gestión de Axel Kicillof realizó el primer control en la sede platense de ARBA (Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires), donde estuvieron presentes inspectores de la Dirección Provincial de Registro y Fiscalización Sanitaria del ministerio de Salud bonaerense.
El director provincial de Registro y Fiscalización Sanitaria, Roberto Amette, detalló que el resultado del operativo fue positivo, dado que la Agencia cumplió de manera íntegra las medidas sanitarias. “Estamos sumando nuevos equipos de inspectores e inspectoras para fiscalizar en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires”, dijo y precisó además que “el principal objetivo no es sancionar sino contribuir a la campaña de vacunación y evitar nuevos brotes de COVID-19″.
La implementación del pase sanitario apunta no solo a disminuir el número de contagios por la pandemia de coronavirus, sino también a incrementar el número de vacunados contra el virus SARS-CoV-2 que, desde hace dos meses, se dispararon primero por la actual circulación dominante de la variante Delta y luego por los primeros contagios de Ómicron en la Argentina.
El requisito es tener al menos dos dosis de la vacuna contra el Covid-19 en mayores de 13 años para poder asistir a algunas actividades en la provincia de Buenos Aires que pueden presentar mayor riesgo epidemiológico.
Según detallaron desde el gobierno bonaerense, se aplica en “lugares que concentren personas pero que no necesariamente implican aglomeración, como por ejemplo una entidad bancaria, un supermercado, una dependencia para hacer trámites o un restaurante deberán -como lo indica la normativa vigente del pase sanitario- controlarse a sí mismos puertas adentro”.
“Es decir solicitar el carnet de vacunación a sus empleados y a los clientes en el acceso. Los operativos de control serán al azar, los inspectores van a chequear los pases en los distintos espacios. Si hay establecimientos o personas que no cuentan con las vacunas al día para permanecer, comenzarán a regir las multas. El control va a ser permanente en todas las dependencias que estén incluidas en la resolución”, agregaron.
Las personas deberán contar con su esquema de dos dosis de cualquiera de las vacunas o con la primera aplicación en caso de que no se haya vencido el intervalo establecido por las autoridades sanitarias para aplicarse la segunda. Este período varía según el inoculante que se haya recibido en primer término. Así, quienes hayan sido vacunados con el desarrollo de origen ruso Sputnik V, el de la farmacéutica británica AstraZeneca o de la estadounidense Pfizer deben esperar ocho semanas para la segunda aplicación. Y en caso de haber sido inoculado con la china Sinopharm serán tres semanas el tiempo de intervalo.
SEGUIR LEYENDO