Alberto Fernández volvió a hablar de la posibilidad de ser candidato en 2023 e ir por una reelección, pero, al igual que en el acto por el Día de la Militancia el 17 de noviembre, pidió que las postulaciones del peronismo se diriman en una PASO: “Para lo que voy a trabajar es para lo mismo que 2019: para estar unidos y que presentemos la fórmula más competitiva para ganar. Y hacerlo democráticamente con la participación ciudadana en una PASO. Si da, voy y si sirve, voy, pero no voy a priorizar mi interés sino el del Frente”.
La expresión vino luego de que se le consultara por una posible fórmula con Cristina Kirchner: “Nosotros con Cristina, con Sergio, con todos los que son parte del Frente de Todos entendimos que divididos hacemos las cosas más fácil a la derecha y que la derecha es impiadosa y lastima mucho a la sociedad argentina cuando gobierna. El otro día querían que por favor podamos tratar Bienes Personales para no sacarle plata a los que más tienen: eso es Cambiemos”.
La idea sobre una posible candidatura en 2023 fue deslizada por el Presidente el domingo durante una entrevista con Jorge Fontevecchia: “Si las condiciones están dadas, sí. Voy a hacer lo posible para que nuestra fuerza política siga gobernando”.
En ese mismo diálogo, el mandatario habló de su relación con Cristina Kirchner y la comparación entre los gobiernos de ambos: “No tengo ninguna jefatura, el último jefe político que conocí se llama Néstor Kirchner, nunca más tuve un jefe político. (Con CFK) Somos compañeros de ruta en un escenario muy complejo. No estuve, estoy ni estaré sometido a Cristina”.
Y sentenció: “El mundo en el que Cristina gobernó es distinto al que me toca a mi, sus experiencias me sirven de muy poco en muchos casos”.
Ahora, en diálogo con IP Noticias, Fernández insistió con sus conceptos pero también hizo referencia a la importancia de llegar a un acuerdo con el FMI: “El deseo de que podamos acordar cuanto antes es así pero no acordar cualquier cosa, sino lo que más nos conviene como país”.
Para hacerlo, recordó la época en que renegoció la deuda en el gobierno de Néstor Kirchner: “El FMI venía con las recetas de siempre: subir tarifas, que nos negamos, privatizar la banca pública, también le dijimos que no, y le exigimos que tome el dinero destinado a la obra pública como inversión y no como gasto. En eso Lula nos acompañó con el acuerdo en Copacabana. Así firmamos el Stand-by por 3 años con un hombre que siempre recuerdo y en ese momento ocupaba el cargo de Kristalina: Köhler, después presidente de Alemania. Era un hombre más político”.
“Le dije que la Argentina la conocemos mejor nosotros y que nos dejen hacer las cosas porque le iba a ir mejor. Le dije que confíe, me extendió la mano y me dijo ‘ok’. Me aceptó las tres cosas. Era una operación hecha por Lavagna, yo cerré detalles del final. Ese acuerdo rindió porque dos años después le pagamos todo. Teníamos razón nosotros. Esta historia se al conté tres veces a Kristalina y le dije que confíe. Es lo que estamos intentando”, continuó el mandatario.
Y completó: “Queremos llevar un programa propio de crecimiento y desarrollo y no de ajuste. Hoy tenemos gente sumida en la pobreza y queríamos que pudiéramos garantizar que el acuerdo no nos postergue, que nos deje seguir creciendo”.
Sobre el final, Fernández afirmó que la derrota en el debate del Presupuesto en la Cámara de Diputados no entorpeció la negociación: “Lo hablé con Kristalina y los dos estábamos asombrados. Es muy llamativo que los que rechazan el presupuesto generaron la deuda. Han generado un enorme problema y ni nos dejan tener un presupuesto. Le expliqué a Kristalina cómo podríamos funcionar sin presupuesto y estuvo de acuerdo. Me planteó que del 23 hasta que termine el año el FMI queda cerrado, así que volveremos en enero a tratar de avanzar”.
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