Apenas pasadas las 11 de la mañana del jueves 16, las puertas de la moderna sala de situación del Comando Conjunto Marítimo se abrieron por primera vez para que un muy reducido grupo de periodistas especializados en temas de Defensa recibiera de boca del Ministro del área y de altas autoridades navales todos los detalles inherentes a la razón de ser del nuevo organismo militar.
Sin preámbulos, el ex Canciller y ex senador nacional explicó: “Luego de ver el desarrollo de operaciones conjuntas, tales como la tradicional Campaña Antártica o las denominadas Belgrano I y II relacionadas con la lucha contra el COVID-19, se evaluó la conveniencia y la oportunidad de desarrollar un Comando Conjunto Marítimo a partir del cual todo el tema relacionado con la vigilancia y control de las aguas en las cuales hay que proteger intereses argentinos, sea llevado adelante de manera conjunta”.
Y agregó: “Tal como ya es norma, el adiestramiento y el alistamiento es responsabilidad específica de cada fuerza, pero todas las operaciones militares dependen del Estado Mayor Conjunto. Para eso se creó este comando. Las fuerzas no operan en forma individual.”
-¿Cómo se gestó la estructura de este nuevo Comando Conjunto Marítimo?
- En primer lugar, hubo que dotarlo del equipamiento necesario y a lo largo del año se fue seleccionando y preparando al personal que hoy lo integra. Todo está dispuesto para que a partir del 1° de enero de 2022 comience a operar, lo que equivale a decir que comenzará a unificar la tarea de las tres fuerzas armadas en el tema específico del control y vigilancia del mar. Es muy importante destacar, que al margen de ello, se mantendrán todos los acuerdos vigentes con la Prefectura Naval Argentina y con la Subsecretaría de Pesca incluido el embarque de personal de ambas agencias estatales.
Consultado sobre las implicancias de este Comando en el marco de las actuales pautas de las nuevas directivas políticas para la defensa, Taiana sostuvo: “Apuntamos a una defensa desarrollada por capas. La estrategia defensiva del país nos lleva a no esperar los conflictos ‘en el borde del precipicio’ sin margen para maniobrar sino por el contrario jugar al anticipo y tener lo más tempranamente posible las alertas sobre las eventuales amenazas. El comando que hoy están conociendo va mucho más allá de la tarea de control de la pesca ilegal. Constituye en sí mismo parte integral del sistema de defensa nacional.”
-¿Están tomados todos los recaudos para que el accionar de este comando no “pise” el área de responsabilidad reservado a las fuerzas de seguridad conforme a la ley vigente?
- La experiencia de trabajo con la Prefectura Naval ha permitido delimitar los campos y no creemos que la Creación de este Comando Conjunto produzca alguna alteración en este trabajo que hemos desarrollado hasta el presente.
- Por estos días ha trascendido que el presupuesto asignado a las tareas de vigilancia marítima es menor al de algunos planes sociales que maneja el gobierno. ¿Están asegurados los recursos financieros para un adecuado funcionamiento de este comando?
- En este momento el presupuesto nacional está en discusión [N de R: la entrevista es anterior al rechazo parlamentario del proyecto] así que veremos como sale, pero puedo anticipar que los recursos estarán disponibles y lo digo porque desde Defensa le vamos a dar prioridad al desarrollo de este comando. No lo haremos solo por el tema de la pesca ilegal sino además porque es de fundamental interés garantizar la adecuada vigilancia y control de todo lo que ocurra dentro de las 200 millas. Resumiendo, los recursos estarán.
Taiana estuvo acompañado por el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, teniente general Martín Paleo, el jefe operacional conjunto, general de División Deimundo Escobal, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, almirante Julio Guardia, y otras altas autoridades navales.
Finalizado el encuentro con Jorge Taiana, el comandante Conjunto Marítimo, comodoro de Marina Norberto Varela, y el comandante de Tránsito Marítimo, capitán de Navío Alberto Cohen, fueron los responsables de exponer las principales características de la nueva estructura militar.
Según los oficiales navales, resulta importante destacar que más allá del cambio de dependencia orgánica de los medios de superficie y aeronavales y del personal naval empeñados en el control y vigilancia de los espacios marítimos, el trabajo en el mar y en los puestos de control terrestre será básicamente el mismo y se sumarán a la tarea oficiales suboficiales y medios de las otras fuerzas.
Los marinos reconocen que la frase “control del mar” es asociada mayoritariamente al tema pesca y remarcan reiteradamente que el concepto que manejan en el comando es mucho más amplio.
Coordinar y centralizar las actividades de vigilancia y control de los espacios marítimos, contribuir al ejercicio de los derechos soberanos, proveer alerta estratégica nacional, garantizar la protección de los recursos naturales marinos, vigilar las áreas marinas protegidas, supervisar las actividades científicas, apoyar la gestión de crisis ambientales y supervisar el tránsito marítimo desde y hacia las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, son algunos de los tópicos que los interlocutores de Infobae destacaron como prioritarios a la hora de justificar este nuevo accionar conjunto.
En relación con la reciente difusión en distintos medios del ingreso a través del Estrecho de Magallanes de centenares de buques pesqueros que migran del Pacífico hacia el caladero del Atlántico Sur, el Comodoro de Marina Varela sostuvo: “Este ciclo migratorio se viene repitiendo año tras año. Uno observa que entre los meses de junio a noviembre las flotas pesqueras se posicionan en el Océano Indico y en el Océano Pacífico. Luego entre diciembre y mayo por ambos lados llegan al Atlántico Sur. Esta situación que tenemos perfectamente estudiada nos permite ahora planificar con tiempo el curso de acción a seguir.”
Los gráficos expuestos por Varela permiten visualizar un promedio histórico de buques extranjeros de 333 con un máximo registrado en marzo de 2021 de casi 450 unidades entre pesqueros y buques de apoyo a las distintas flotas extranjeras.
Por su parte el capitán Cohen, destacó que en virtud del desarrollo del sistema de vigilancia y control a distancia denominado “Pollux” ya no resulta necesario tener presencia física de buques o aeronaves en la milla 200 en forma permanente.
El oficial superior remarca que el empleo de software de posicionamiento satelital de uso comercial y civil, más la información producida por fuentes propias a la que se adiciona también la información de imágenes satelitales aportadas por la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), permite conformar un mapa de situación capaz no solo de reflejar la posición de los buques que tienen encendido su sistema de posicionamiento (AIS) sino además conocer cuáles son los que han apagado el mismo al contrastar las imágenes satelitales que muestran el mapa real con la cantidad de unidades pesqueras, con las señales que los distintos buques emiten.
“Los buques no colaborativos pueden ser rápidamente detectados y si bien el solo hecho de tener el posicionador apagado no es sinónimo de actividad ilegal, es un indicio para poner especial atención en ese tipo de naves”, afirma Cohen.
“Los usuarios de toda la información que producimos son no solo la Armada Argentina y ahora el Comando Conjunto Marítimo sino además agencias civiles como la Subsecretaria de Pesca. Además compartimos información con las Armadas que integran el área marítima del Atlántico Sur (Brasil, Uruguay y Paraguay)”, agregó.
Cohen también refiere al intercambio de información marítima que realizan en forma permanente con las armadas de Chile, Perú y Ecuador. “El fenómeno de los movimientos marítimos es de tipo global, no se puede hacer un análisis serio en forma aislada”, sentencia.
Las instalaciones de monitoreo inauguradas por Taiana replican su información en diversas aéreas navales del país y además en todos los buques de la flota de mar.
Mientras tanto, en declaraciones recientes el subsecretario de Pesca de la Nación, Carlos Liberman, sostuvo que los stocks pesqueros de especies tales como el calamar y la merluza existentes en el Atlántico Sur son los mejores en los últimos 20 años. Una afirmación que no es compartida por diversas organizaciones ecologistas y ambientalistas que denuncian en forma permanente depredación extranjera e inacción oficial.
Invariablemente, todas las autoridades civiles, militares y policiales involucradas en el control de la pesca ilegal sostienen que:
- La pesca ilegal no es delito de acuerdo a la legislación vigente sino solo una infracción impositiva
- La acción gubernamental fuera de las 200 millas marinas (ZEEA) no es lícita, allí el mar es libre y la actividad pesquera sobre especies nómades no puede ser restringida ni impedida.
- Las tareas de control combinado entre la Armada y la Prefectura Naval, además de la incorporación de los patrulleros oceánicos (OPV) y la puesta en acción de sistemas de control remoto como el Pollux o el Guardacostas (operado desde la sede central de la PNA), arrojan resultados altamente satisfactorios.
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