El debate del Presupuesto 2022 tuvo un desenlace inesperado. Cuando parecía que había un acuerdo entre el oficialismo y la oposición para girar el proyecto a comisión y evitar una derrota del Gobierno, hubo un discurso que dinamitó el escenario. Fue el del presidente del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, quien pidió la palabra para cuestionar la actitud de algunos referentes de Juntos por el Cambio que ocuparon cargos importantes durante la gestión de Mauricio Macri.
“Me llama poderosamente la atención el comportamiento que están teniendo un ex vicejefe de Gobierno, una ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, un ex ministro del Interior y el ex presidente de esta Cámara ante una situación gravísima en la que dejaron este país cuando lo endeudaron en 44 mil millones de dólares”, aseguró Kirchner. El mensaje tenía como destinatarios a Diego Santilli, María Eugenia Vidal, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, que estaban sentados a metros de él.
El nuevo bloque Evolución, cuyos integrantes se hacen llamar “halcones” por sus posiciones duras, había adelantado que aceptaría patear la discusión. Pero la chicana provocó la reacción del resto de los integrantes de Juntos por el Cambio, que se levantaron de sus bancas con gritos.
Yo lo escuché; aprendan a escuchar”, repitió 8 veces Kirchner. Y avanzó: “Lo que uno quiere es que podamos votar un pedido de nuestro Presidente, un Presidente que se compromete a enviar dos proyectos al Congreso cuando llegue el acuerdo con el Fondo Monetario, que ojalá hubieran reaccionado en el pasado tan meticulosa y agudamente quienes hoy son oposición para pedir que tamaño endeudamiento pasara por este Congreso para cuidar nuestra democracia”.
“Quizás fue la cobardía de no poder mandar ese proyecto acá, votemos por sí o por no y terminemos con el show”, cerró.
El presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, fue el encargado de oficializar el enojo opositor: “Presidente, hasta la reciente intervención del presidente de su bloque, nuestro bloque iba a acompañar; no va a acompañar que vuelva a comisión”.
Y argumentó: “¿Sabe qué pasa? Nos tenemos que respetar y entender cuando uno gana y cuando uno pierde. En la Ciudad de Buenos Aires, el kirchnerismo nunca nos votó un Presupuesto; en la provincia de Buenos Aires, nunca votó un Presupuesto; en el gobierno de Mauricio Macri, nunca votó un Presupuesto; si quieren gobernar, dialoguen. Cuando ganan, no dialogan, y cuando pierden tampoco”.
Mario Negri, presidente del bloque radical, se sumó a Ritondo y anticipó que tampoco acompañarían la propuesta de enviar el proyecto a comisión para seguir negociando. Finalmente, Massa habilitó la votación y la propuesta del oficialismo naufragó. Minutos después, el proyecto fue rechazado con 132 votos y el Gobierno sufrió una dura derrota.
Rápidamente en el oficialismo empezaron las conjeturas sobre el discurso de Máximo Kirchner. “¿Por qué se expresó con tanta vehemencia cuando el acuerdo para estirar la negociación ya se había cerrado?”, se preguntaban esta mañana en Casa Rosada. En el entorno del diputado dicen que la lectura es al revés: “Los que rompieron el acuerdo fueron ellos porque quisieron resolver en la sesión la interna del radicalismo, que esta tarde elegirá autoridades”. “Un discurso no dinamita nada. Está dinamitado todo desde antes porque estos tipos juegan a una interna y no podían bajar a discutir algo que después les va a jugar en contra”, insistieron.
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