Este jueves el Ministerio de Salud informó que en las últimas 24 horas se registraron 19 muertes y 5.301 nuevos contagios de coronavirus, la cifra más alta desde el 1 de septiembre. Los casos de Covid-19 comenzaron a aumentar a una velocidad mayor a la de las últimas semanas y están asociados a la llegada de la variante Ómicron en el país.
El aumento de casos preocupa a las autoridades sanitarias del país que, según las proyecciones que tienen, sostienen que debería haber un rebrote en la última parte del año, pero que no tendría el tamaño de una ola, efecto que esperan para marzo, cuando pase la temporada de vacaciones.
Sin embargo, los cálculos de esas proyecciones tendrán que ajustarse en base al impacto concreto que tenga la variante Ómicron en Argentina. En paralelo, el Ministerio de Salud monitorea al detalle la ocupación de las camas en las terapias intensivas para determinar si hay relación directa entre el aumento de casos y la cantidad de personas que sufren cuadros graves.
Asumen que la apertura de todas las actividades también explica el aumento de casos. Al día de no hoy hay algunas limitaciones mínimas. El problema central lo encuentran en la falta de vacunación en un importante grupo de la población y en que la sociedad en su conjunto dejó de cumplir en forma exhaustiva los protocolos de distancia, utilización de barbijo y alcohol. Ya es parte del pasado.
Por el momento, según los datos que manejan, en el AMBA, donde se concentra la mayor parte de la población, no hay un traslado de los casos a la ocupación de camas. Eso indicaría que la vacunación masiva está haciendo efecto y que Ómicron no generaría cuadros tan graves. Pero todo ese escenario está en proceso de estudio e investigación. No sobran las certezas frente a la cepa nueva.
Según los datos publicados por el Ministerio de Salud, hasta ayer estaban ocupadas el 35.5% de las camas de terapia intensiva del país, teniendo en cuenta todas las patologías tanto en el sector público como privado; y 39% entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 40 municipios que integran el conurbano bonaerense.
Pese al crecimiento de los casos de coronavirus, el Gobierno mantiene la idea de no aplicar ninguna restricción nueva en el corto plazo. No hay cierre de fronteras ni reducción de cupo de ingresos que esté en los planes oficiales. En la cartera que conduce Carla Vizzotti repiten que la dinámica puede cambiar y que hay que seguir el comportamiento de los contagios con mucho detenimiento.
El panorama que se presenta como posible es que aumenten la cantidad de contagios, pero que la mayoría estén vacunados y no presenten cuadros graves. El problema más complejo son los que no tienen vacunas. En ellos anida la posibilidad de que el virus se instale y reproduzca. Por eso el Gobierno pone especial énfasis en el plan de vacunación y en la utilización del pasaporte sanitario como una herramienta clave.
“Hay que iniciar esquemas, completar otros y dar refuerzos. Tenemos que fortalecer las medidas que ya están. Hay que profundizar las medidas de cuidado”, aseguraron a Infobae desde la cartera de Salud. Por el momento no se evalúan otras restricciones. La línea del gobierno nacional es no cerrar actividades. Ese tiempo se terminó.
En la provincia de Buenos Aires, donde se concentrará una parte importante de la temporada turística, miran de reojo lo que está sucediendo con la cepa Ómicron. También hay preocupación, pero tampoco hay restricciones a la vista. Esperan que el pase sanitario logre achicar la cantidad de personas que no se vacunaron y que son cerca de 2.000.000.
Además, planean una temporada de verano enfocada en el operativo de vacunación y la necesidad de persuadir a la gente para que complete sus esquemas. Son claves para poder formar una pared inmunológica más robusta.
El gobierno de Axel Kicillof pondrá una posta de vacunación en cada balneario de la costa atlántica donde la gente podrá colocarse la vacuna que le haga falta en forma libre. La primera, la segunda o la tercera dosis. La intención principal de la gestión bonaerense es achicar la cantidad de personas que tienen la primer dosis, pero no la segunda.
Según los últimos datos, 14.551.805 tienen la primera dosis y 12.274.338 la segunda. En el gobierno bonaerense esperan que las postas sirvan para achicar el margen. En tanto, Kicillof, desde el discurso, pondrá énfasis en la necesidad de que la gente se vacune. Hay vacunas en stock, pero la gente no va a ponérselas.
Aunque aún no está cerrado, el gobierno de Buenos Aires tiene planeado habilitar la tercera dosis libre a partir de enero. Es decir, sin enviar los turnos. Lo que quieren es llegar con la mayor cantidad de personas con tercera dosis al comienzo de las clases.
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