Alberto Fernández participó del encuentro de cierre de año del Consejo Económico y Social (CES) y brindó un largo discurso concentrado en la mejora de la producción luego de la caída por la pandemia, pero aprovechó para volver a criticar a la justicia en general y a la Corte Suprema en particular. También planteó los “pilares” que considera necesarios para “fundar el renacer argentino”, entre los que se encuentran la educación, la reconstrucción del federalismo, las políticas del Estado y la necesidad de una negociación de la deuda con el FMI.
“Resulta necesario establecer una discusión honesta sobre el mejor diseño de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Las demoras en el servicio de justicia, junto a elementos que no hacen a su aceitado funcionamiento, imponen revisar sus mecanismos de trabajo, número de integrantes y división de tareas en el máximo tribunal. Se trata de una tarea que tenemos que impulsar con el máximo nivel de patriotismo, amplio espíritu republicano y apego a la verdad”, sostuvo el mandatario.
De todos modos, aclaró que “nadie tiene la razón absoluta en este tema, porque se trata de armonizar posiciones que permitan consagrar una institución ejemplar para los años por venir”. Además, recordó que “en cuanto a la justicia penal, la Constitución tiene una de sus cláusulas de 1853 aún incumplidas a nivel federal: el juicio por jurados populares, elegidos entre toda la población, como el modo más transparente y legítimo de ejercer justicia en los casos más graves de delitos que afecten a la paz social”.
“Si la sociedad administra justicia de un modo participativo y responsable, los problemas de impunidad también dejarán de estar relacionados con la politización o la manipulación de causas y casos. Todos estos aspectos hacen a un elemental concepto de seguridad jurídica que requerimos fortalecer para encaminar el sendero de un desarrollo sostenible e inclusivo. Su discusión no puede quedar encerrada en un concepto tecnocrático y limitado a meros especialistas con intereses creados”, agregó.
Por otro lado, el Presidente dedicó una parte de su discurso a la negociación para el pago de la deuda al FMI y reclamó que el país necesita una “madurez para advertir que este tema exige responsabilidad y sensibilidad de toda la dirigencia”. “La reconstrucción del crédito público y el valor de la moneda tiene que estar acompañada de un proceso que no detenga nuestra recuperación productiva, nos permita seguir creciendo de un modo sostenible y alinee las expectativas de todos los sectores productivos en pos de un objetivo prioritario: reducir los niveles de pobreza y exclusión que hoy tenemos”, agregó.
Fernández defendió su propuesta de trasladar la Capital Federal al país: “Si lo hiciéramos, no solo generaríamos otro polo de desarrollo donde Argentina lo necesita, sino que nos obligaría a repensar el Área Metropolitana de Buenos Aires para superar esta concentración macro cefálica. Nos debemos una reflexión profunda sobre sus divisiones institucionales, su mejor organización y distribución de competencias”.
“Se trata de asumir este desafío histórico sin generar más gastos, ni más burocracia. Solo buscamos superar esta perspectiva excesivamente centralista y aislacionista que hoy existe en nuestra Argentina”, agregó.
También planteó la idea de debatir y diseñar un Nuevo Modelo Educativo de la Escuela Secundaria. “La formación para los trabajos del futuro requiere repensar profundamente la relación entre la educación media y el mundo tecnológico, las universidades, la empresa, los institutos de formación profesional de los gremios, la jerarquización y capacitación docente, los títulos intermedios habilitantes, el tiempo, calidad y profundidad de los conocimientos adquiridos”, detalló.
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