“No sé cuánto tiempo más van a aguantar a un ministro que discrepa públicamente con el Presidente de la Nación. A mí la gestión me apasiona. Yo me voy a quedar hasta que me echen”. El que habla de manera concreta, directa y sintética ante Infobae es Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Lo hace en medio de los cambios en el gabinete de Axel Kicillof y cuestionamientos sobre la seguridad en el conurbano bonaerense y en la propia policía.
La semana pasada, en la ciudad balnearia de Miramar, un policía mató a Luciano Olivera, un adolescente de 16 años que a las tres de la madrugada no paró en un control policial mientras conducía su moto.
Los agentes habían llegado al lugar por la denuncia de vecinos por “ruidos molestos”. Un grupo de chicos estaba jugando a la pelota en el barrio. El joven, quizás asustado, siguió la marcha y, al ver que la moto se le venía encima, el oficial Maximiliano González le disparó en el pecho. “Es un caso de negligencia e impericia”, calificó Berni durante el programa La Noche de Mirtha Legrand, conducido por Juana Viale y que se emite por El Trece.
—Usted había dicho, o su entorno hizo trascender, que dejaba la función pública después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre. Son las 8.30 de la mañana del 14 de diciembre y está recorriendo las calles de La Matanza.
—Mi problema no es con la función pública, que me gusta. Lo hago con pasión. Tengo cuarenta años de experiencia en materia de seguridad. El problema es la política. Mire yo no me callo nada. Como ya le dije, critico públicamente al Presidente cuando lo tengo que criticar, y eso no lo hace ningún ministro. Yo soy kirchnerista, pero cuando la política se aleja de los dirigentes no me siento cómodo. Las elecciones internas son para disputar candidaturas dentro de un mismo espacio. A mí, y a otros compañeros, me prohibieron competir en las PASO con una lista propia. Eso me molestó y lo digo, moleste a quien moleste. Esa es una de las razones por la cual estoy alejado de Cristina (Fernández de Kirchner).
Durante la entrevista con este medio, el ministro más polémico del gabinete de Kicillof aseguró, en varias oportunidades, que el gobernador sabe que tiene la renuncia a disposición para cuando él, como jefe directo, se la pida.
Desde que asumió su cargo el 10 de diciembre de 2019, el coronel médico no tuvo reparos en criticar, por ejemplo, a la antropóloga Sabina Frederic, su entonces par en nación. Por elevación, las piedras rebotaban en el techo de la Casa Rosada.
“Ella siempre antepone sus problemas personales por sobre el bien común. Los que tenemos responsabilidad de gestión sabemos que el bien común es sagrado y que no existe ninguna diferencia que nos pueda separar de eso”, opinó sobre la ministra de Alberto Fernández el pasado 10 de abril.
En agosto, cuatro meses después, volvió al ataque por la comparación que hizo entre Argentina y Suiza y por minimizar la inseguridad. Frederic relativizó la inseguridad en el país y dijo: “Suiza es más tranquilo, pero también más aburrido”.
Rápido de reflejos, dijo en AM 910: “Recién escuchaba decir que en Suiza no hay nada que hacer. Si a usted le parece que educarse, trabajar y producir en un país como Suiza es nada que hacer, me parece que está viendo otro canal. El daño de las palabras es grandísimo. Capaz cree que nosotros vivimos de joda y por eso en pleno Olivosgate salió a pedir la reelección del Presidente”.
No conforme con eso, continuó: “La imprudencia de las palabras es más que un acto fallido: es la incomprensión del país que se pretende gobernar. Yo entiendo la antropología, pero creo que hay algunos antropólogos que tienen una mirada muy romántica del Conurbano... la ministra habla como antropóloga y se olvida de que es ministra; para ella el Conurbano es el campo del onanismo intelectual”.
Después de la derrota en las PASO del 12 de septiembre y de la carta pública de la Vicepresidenta de la Nación pidiendo cambios en el gabinete, Fernández reemplazó a varios funcionarios, entre ellos a Frederic por Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
Sergio Berni nunca fue una opción del Presidente para ese cargo. El funcionario de Kicillof ya había ocupado la secretaría de Seguridad de la Nación entre marzo de 2012 y diciembre de 2015, durante el segundo mandato de Fernández de Kirchner.
La primera opción que surgió para el cargo que finalmente ocupó Frederic fue el de Diego Gorgal, ex secretario de Seguridad porteño en 2005, cuando la jefatura de gobierno era ocupada por Aníbal Ibarra.
Gorgal, un especialista en la materia, era impulsado por el diputado Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados. Pero la Vicepresidenta lo habría vetado, un hecho que ella no reconoce.
En septiembre pasado, después del fracaso del Frente de Todos en las Primarias, Berni fue muy duro con Alberto Fernández: “Yo no creo que sea peronista. O por lo menos se fue del peronismo, formó un partido propio y después volvió. El peronismo es otra cosa. Tiene una mirada socialdemócrata. También la social-democracia fue una de las principales fuentes de abreviación del peronismo. Pero no tiene nada que ver”, dijo sobre el jefe de Estado Radio del Plata.
Días después sostendría que cada vez tiene “más diferencias con el Frente de Todos”; precisó que “en lo político estamos cada vez más alejados” y se permitió dudar de las afirmaciones del primer mandatario sobre su aspiración de que las candidaturas del oficialismo para el 2023 se definan en las PASO.
“No tengo por qué creerle. ¿Por qué debería creerle? Este mecanismo me parece que deberíamos haberlo resuelto antes de las elecciones”, apuntó el ministro bonaerense aun molesto porque le “bajaron” la lista propia. Por esta misma razón también se alejo de Cristina Kirchner, a quien llamaba su “jefa”.
“Por más que me pregunte usted o el que sea si voy a renunciar voy a seguir diciendo que me quedo en el cargo hasta que me echen. No se cuanto más van a aguantar mis diferencias con Alberto Fernández”, repite Berni ante Infobae.
—Por ahí no le piden la renuncia porque la seguridad en la provincia es una papa caliente
—El único que piensa a largo plazo en la provincia es el gobernador. Yo también lo hago. Hoy la política está gobernando la coyuntura. Para que podamos salir adelante como sociedad hay que hacer cambios profundos, y no solo en la policía, que también los necesita y los vamos a hacer. Hay que recuperar muchos valores. Hay que mejorar en educación. Es una larga charla que los argentinos nos tenemos que dar si queremos mejorar.
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