El juez Mariano Llorens se convirtió este martes en presidente de la Cámara Federal porteña. Reemplaza en ese cargo al juez Martín Irurzun, que durante once años consecutivos encabezó el tribunal que revisa las decisiones de los jueces de primera instancia de Comodoro Py.
La presidencia de la Cámara Federal se encarga de las cuestiones administrativas del cuerpo. Pero también de intervenir, de manera unipersonal, en los conflictos de competencia entre dos jueces de primera instancia. Además, puede ser convocado por la Corte Suprema de Justicia, en el marco del sorteo de conjueces si alguno de sus miembros se excusa para intervenir en algún expediente, como sucedió recientemente en la causa Farmacity.
Como vicepresidente del cuerpo, quedó Leopoldo Bruglia, quien ya ocupaba ese puesto hasta ahora, y como vicepresidente segundo, Pablo Bertuzzi. En la Sala I quedó presidiendo el propio Bertuzzi y en la Sala II, Roberto Boico.
Este martes a las 11 de la mañana, los jueces desfilaron por el pasillo del segundo piso hasta la sala de acuerdos para sesionar a puertas cerradas. Los miembros del tribunal buscaron mantener reserva de lo que había sucedido puertas adentro de la reunión. Es que la decisión sobre la votación de autoridades había quedado empantanada a fines de noviembre, cuando se había querido resolver el tema. Nadie sumaba los votos necesarios para convertirse en presidente.
A diferencia de lo que sucede en las acordadas de la Corte Suprema, en el acta no quedó registrado quién propuso el nombre del presidente, quiénes lo respaldaron y cómo votaron aquellos que no lo habrían hecho. Los detalles quedaron para los participantes. “Salió por consenso”, se limitaron a responder las fuentes judiciales a los curiosos, en post de respetar el pacto de discreción.
Según pudo saber Infobae, tanto Farah como Boico se mantuvieron en la idea de abstenerse. Según dejó asentado por escrito, Farah había hecho a sus colegas durante el año una serie de proyectos para una “justicia más agil, accesible”, pero finalmente sus iniciativas no se abordaron. A su criterio, entonces, la elección de autoridades era “mantener el status quo” y por eso resolvió abstenerse de la elección de autoridades.
La Cámara Federal está integrada por dos salas. En la Sala I están los jueces Llorens, Bruglia y Bertuzzi. En la Sala II, Irurzun, Boico y Farah.
La nueva autoridad de la Cámara Federal marca un cambio de rumbo en lo que se sucedía hasta ahora, en donde Irurzun se desempeñaba como su titular durante los últimos once años. La vicepresidenta Cristina Kirchner lo había puesto en el blanco de sus críticas en varias oportunidades.
Llorens se convirtió en juez de la Cámara Federal a mediados de 2018. Venía de ser secretario en un tribunal oral criminal ordinario. El concurso por la vacante en la Sala I estuvo abierto casi una década hasta que en el gobierno de Mauricio Macri decidió reactivarse. Llorens fue el elegido.
En tanto, Bruglia y Bertuzzi son los jueces que habían llegado a la Cámara Federal a raíz de dos traslados desde el Tribunal Oral Federal 4 que se pusieron en marcha durante el macrismo a raíz de las vacantes que había en ese tribunal. Desde allí convalidaron causas de alto impacto, como el caso de los “cuadernos”, en el que Cristina Kirchner fue acusada de liderar una asociación ilícita que recaudaba coimas entre empresarios.
El año pasado, el actual Consejo de la Magistratura resolvió revisar una decena de traslados, entre los cuales estaban Bruglia y Bertuzzi. El caso se judicializó. La Corte Suprema sostuvo que todos los traslados, no solo esos, eran irregulares y resolvió que se hagan concursos para todos esos cargos, a los que puedan concursar los actuales jueces que ocupan ese puesto.
El concurso para desplazar a Bruglia y Bertuzzi está en marcha. Bruglia no participó, pero Bertuzzi sí. La semana pasada, la Comisión de Selección de la Magistratura postergó una definición para resolver las ternas propuestas a la espera de consensos.
El fallo de la Corte Suprema que revocó los traslados también le permitió el regreso a Comodoro Py de Eduardo Farah, que se había ido del tribunal cuando votó en la causa conocida como Oil Combustibles y el fallo permitió liberar, momentáneamente, a los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa. Farah había solicitado ser trasladado a un tribunal de San Martín, pero con el fallo de la Corte decidió regresar al segundo piso del edificio de Retiro.
Boico, que fue abogado de Cristina Kirchner en la causa del Memorámdum, fue designado juez a inicios de este año por el presidente Alberto Fernández luego de que su terna fuera enviada al Ejecutivo por el Consejo de la Magistratura.
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