Una nueva polémica urbana se avecina en la ciudad de Buenos Aires. El anuncio para la construcción de una gran ciclovía de 11 kilómetros sobre todo el recorrido de la avenida Del Libertador, que se extenderá desde el partido bonaerense de Vicente López hasta Retiro, ya encontró a sus primeros detractores entre los legisladores opositores y referentes vecinalistas, quienes apuntaron que “la obra no tendrá un impacto real en el transporte público” y “saldrá carísimo” para el erario porteño. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también le endilgó que “los recursos hay que ponerlos donde las cosas son más urgentes”.
Acompañado por su gabinete, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presentó este martes el nuevo corredor en avenida Del Libertador como la primera “calle compartida” de la ciudad de Buenos Aires. El concepto consiste en un resideño “amigable” de toda la traza para que peatones, ciclistas, pasajeros de transporte público y conductores de vehículos tengan su lugar dónde transitar. Los trabajos arrancaron este martes y se realizarán en tres etapas, con fecha de finalización en diciembre de 2022. La inversión demandará unos 1.195 millones de pesos.
Matías Barroetaveña, legislador porteño del Frente de Todos, cuestionó al gobierno de Larreta por darle prioridad a este tipo de proyectos antes que avanzar con la ampliación de la red del subterráneo, un reclamo en el que suele insistir la oposición. “Mientras Santiago de Chile se propone sumar decenas de km de subte, como han hecho San Pablo y las grandes capitales europeas, en la Ciudad anuncian cómo una gran obra una bicisenda por Avenida Libertador”, dijo a Infobae el director del Centro de Estudios Metropolitanos de la UMET.
Según la presentación oficial, el proyecto prevé un 200% de aumento de la cantidad de ciclistas durante el primer año. El rediseño, además, incluirá 60 plataformas nuevas para el ascenso y descenso de pasajeros de los colectivos y un sistema de semáforos adaptativos para optimizar el flujo del tráfico para los automovilistas. Además, se incorporarán unos 400 árboles y habrá 5.250 metros cuadrados de espacio público nuevo.
La intención es que resolver algunos problemas de convivencia que se producen entre peatones, ciclistas, automovilistas y transporte público. En la actualidad, las bicisendas coexisten con la calzada y las veredas, lo que genera conflictos al circular.
Barroetaveña coincidió en que “desincentivar el uso del automóvil es correcto”, en relación al ordenamiento de las bicisendas en todo el recorrido, pero planteó dudas sobre la mejora que significaría en términos de movilidad. “Hay que brindar alternativas de calidad de transporte público y eso en las grandes ciudades se llama subterráneo”, insistió el legislador porteño.
Gabriel Solano, del Frente de Izquierda-Unidad, minimizó el impacto que tendrá el rediseño de la avenida Del Libertador, al evaluarla como una “obra de tercer orden”. “El gran problema del tráfico en la ciudad de Buenos aires es la extensión de la línea de subte, algo que dinamizaría el traslado de las personas. Y el ministro de Transporte de la Ciudad acaba de decir que no va a haber nada nuevo y ninguna inversión”, sostuvo.
De acuerdo al anuncio, el primer tramo del proyecto arrancará en Vicente López, en la provincia de Buenos Aires. Según la interpretación del dirigente del Partido Obrero, el rediseño de la avenida busca una intención política ya que se trata de una “puesta en escena del pacto con Jorge Macri”, el intendente comunal en uso de licencia, que cerró Horacio Rodríguez Larreta durante las elecciones para incorporarse como ministro de Gobierno porteño. “Quieren hacer algo hasta Vicente López como escenografía y justificar así su pase a la Ciudad antes que hacer una obra con un impacto real en el transporte público”, opinó Solano.
Carlos Maslatón, el influencer de los libertarios y colaborador de la agrupación “La Libertad Avanza” que lidera el diputado Javier Milei, utilizó su habitual verborragia tuitera para cuestionar las intenciones del jefe de Gobierno porteño. “Ahora, el Intendente Sombrilla Larreta (sic) va por la destrucción de Libertador. Su objetivo de daño a la Ciudad de Buenos Aires carece de todo límite. La idea es bloquear el movimiento urbano, aislar a las personas y cobrar sobornos por cada obra comunista que arma”, fustigó en su cuenta personal de Twitter el acérrimo detractor del dirigente del PRO.
Barroetaveña puso bajo la lupa las erogaciones presupuestarias y el costo económico que involucrará una obra que, según su definición, “para colmo saldrá carísimo”. De acuerdo a sus estimaciones, son “más de $10 millones por cuadra según lo presupuestado que, además, sabemos luego suma infinitas redeterminaciones de precios”.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se expresó en el mismo sentido al afirmar que “los recursos hay que ponerlos donde son más urgentes las cosas”. “Estamos totalmente de acuerdo con la migración hacia formas energéticas más limpias, pero hay necesidades muy urgentes, como que haya vacantes en las escuelas e infraestructura educativa”, dijo el mandatario al ser consultado por el tema en C5N. “Hace poco también vi que se estaban votando planes inmobiliarios multimillonarios, pero no es mi jurisdicción. Lo que digo es que hay que ocuparse de los que menos tienen”, apuntó.
Cuando la obra quede finalizada, la fisonomía de todo el trayecto quedará materializado con dos ciclovías unidireccionales sobre los márgenes de la avenida. En el centro de la avenida habrá una senda destinada al “ordenamiento del espacio público”, que contará con los contenedores de residuos, mientras que en un tercer carril se desplegarán plataformas de colectivos similares a las que existen en la red del Metrobús.
Sin embargo, estos beneficios por ahora no aparecen con claridad para quienes viven en la zona. Ana Agostini, de la Asociacion Civil Vecinos del Bajo Belgrano, consideró que la obra anunciada es “más cemento y menos verde” y reprochó la falta de participación y de consulta hacia las entidades vecinales. “No sabemos nada todavía, nadie nos consultó. Nos gustaría que nos dejen participar, pero veo que ya tienen avanzado el proyecto”, opinó la activista comunal.
Las dudas también afectan a los posibles inconvenientes que podrían surgir en el tránsito. A lo largo del año previsto, los funcionarios del gobierno porteño aseguraron que se dispondrá de cortes “parciales” y que evitarán los “cortes en simultáneo en ambas manos”, si bien es posible que reduzcan las velocidades máximas en algunos puntos. “Acá en la zona nuestra de Libertador, entre las calles Pampa y Udaondo, es muy angosta la avenida. No sé como lo resolverán”, alertó Agostini.
La titular de comisión de la Legislatura Porteña en Uso y protección de Espacio Publico, Claudia Neira, advirtió que gobierno porteño no compartió “los estudios de tránsito que den cuenta del impacto de esta obra y la reducción de carriles” sobre avenida Del Libertador, así como tampoco hay una evaluación técnica sobre “cómo impactará la densidad proyectada por el Código Urbanístico y, en especial, los grandes desarrollos inmobiliarios y comerciales como el Parque de la Innovación o el Centro Comercial bajo viaducto Mitre”, entre otros.
“El proyecto de ciclovía puede resultar positivo en el marco de la movilidad sustentable, la apuesta para potenciar un corredor paisajístico, ambiental y turístico emblemático de la Ciudad. No obstante, esta inversión alimenta una dinámica urbana que venimos cuestionando. Es un Estado que invierte en función de la dinámica privada y, por lo tanto, no tiene una mirada integral de la Ciudad. No es casual que en esa zona se hayan votado recientemente 3 excepciones urbanísticas para desarrollos inmobiliarios millonarios”, concluyó la legisladora del Frente de Todos.
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