La Cumbre del Mercosur, que estaba prevista para la semana que viene de manera presencial en Brasil, se realizará finalmente de modo virtual. Así lo anunció gobierno que conduce el presidente de ese país, Jair Bolsonaro, que aludió a motivos sanitarios para el cambio tras la llegada de la cepa Ómicron al continente.
La modificación en el formato del encuentro, que sigue programado para el 16 y el 17 de septiembre, pero se celebrará por videoconferencia, despertó suspicacias en el ámbito diplomático. Las fronteras de Brasil se encuentran abiertas y los antecedentes no ayudan: durante la mayor parte de la pandemia, el gobierno de Bolsonaro se caracterizó por el rechazo a las medidas sanitarias.
Mientras tanto, versiones en la prensa local apuntaban a motivos geopolíticos, relacionados con el tenso vínculo entre el gobierno de Bolsonaro y los de Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou, de Uruguay. Según los trascendidos, habría malestar en el Palacio del Planalto debido a la invitación de parte del primer mandatario de Argentina al ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, para participar del masivo acto por el Día de la Democracia que organiza el Frente de Todos en la Plaza de Mayo para el próximo viernes 10 de diciembre.
“La razón principal fue el surgimiento de la variante Ómicron, pero fuentes del gobierno admiten que la virtualidad ayudará a lidiar con las tensiones por la visita de Lula a la Argentina y los conflictos económicos con Uruguay”, publicó el medio O Globo, donde las fuentes citadas aludieron a posiciones “esquizofrénicas” de parte del gobierno de Argentina.
En la Casa Rosada descartaron que las razones del cambio en el encuentro regional sean políticas. “Sí, se suspendió, pero es por cuestiones sanitarias”, aseguraron en la Casa Rosada ante una consulta de Infobae. “Hay un poco de todo. Estaban invitados Uruguay y Paraguay. Lo de lula puede tener un porcentaje de influencia, pero también hay problemas con Uruguay, que es inflexible para con los aranceles, eso enojó a Brasil”, agregó un importante funcionario.
Bolsonaro y Da Silva se encuentran enfrentados de cara a las elecciones presidenciales que atravesará Brasil el año que viene, donde el líder del PT planea candidatearse y figura como favorito en las encuestas.
A pesar del video de Alberto Fernández, publicado esta tarde, en el Gobierno relativizan la centralidad de Lula Da Silva en el acto del viernes y niegan que el evento sea una señal de apoyo explícito al líder del Partido de los Trabajadores (PT) en las próximas elecciones brasileñas. “Esto excede por mucho a Lula. Es el típico festejo por los Derechos Humanos, pero en un contexto especial porque hace mucho que no se hace por la pandemia”, minimizaron.
En el Gobierno aseguran que la manifestación de pasado mañana por el Día de la Democracia, eminentemente política, que se realizará pocos días antes de la Cumbre del Mercosur, no afectará la relación con el gobierno de Brasil, ni las relaciones económicas. De hecho, aseguran que el vínculo con ese país se encuentra “en su mejor momento”.
“Sabemos que hubo espinas, pero aún ante las peores declaraciones de Bolsonaro hubo buen diálogo y sintonía”, dijeron en la Embajada. “Con Brasil claramente siempre hubo una relación compleja, pero no creemos que se esté privilegiando la relación con Lula por sobre Bolsonaro, son cosas distintas”, agregaron desde el Gobierno.
De todas formas, desde que se invitó a Lula, había las filas del Gobierno cierta inquietud por una reacción de parte de Bolsonaro, que también se encuentra en modo proselitista. “Lo conocemos, es imprevisible. Pero haga lo que haga, va a ser para hablarle a los propios. Más allá de eso, la relación no va a quedar afectada en el mediano y largo plazo”, dijo un funcionario del oficialismo.
Un portavoz del oficialismo destacó, para defender la postura “apolítica” respecto del cambio en la Cumbre del Mercosur, que hace unos días se suspendió la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por cuestiones sanitarias. “Hay un riesgo real, en el Mercosur podrían contagiarse presidentes y sería un escándalo”, dijeron.
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