Especialistas en temas electorales de Argentina y de otros países de América Latina expusieron en un seminario web denominado “Boleta Única Papel en agenda legislativa 2022: aportes regionales y perspectivas” sobre los beneficios que aportaría al proceso electoral su implementación a nivel nacional en términos de equidad, fiscalización y transparencia.
Carolina Tchintian, directora del programa de Instituciones Políticas del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), remarcó que la Boleta Única de Papel (BUP) es “un instrumento de votación” y que “más allá de que no hay dudas” sobre la limpieza de las elecciones en Argentina, este método brindaría “mayor equidad” en el acceso de los ciudadanos.
Daniel Zovatto, Director Regional para Latinoamérica de IDEA Internacional (Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral), sostuvo que “ya en la acordada 100 de la Cámara Nacional Electoral de 2015 se pedía por este sistema”. Y advirtió: “Hay dos provincias que ya lo utilizan, Santa Fe y Córdoba. Incluso las personas privadas de su libertad y los residentes en el exterior lo emplean”.
Zovatto dijo que se debe aprovechar 2022 para el debate. “Se necesita de una respuesta en un año no electoral para debatir los temas calientes”, afirmó. Enumeró tres ventajas de la BUP: “Simplifica la oferta electoral; garantiza un piso de equidad para todos y fortalece los niveles de transparencia”. Si bien dijo que “no es el instrumento perfecto”, sostuvo que “no se debe avanzar con la boleta única electrónica”.
“El sistema actual es deficiente y debe ser cambiado. Es una mezcla de picardía, cobardía e ignorancia. Hay intereses perversos en la práctica política, mucho cinismo y hace falta un debate de fondo. No hay equidad en la fiscalización y no se garantiza transparencia para todos”, agregó.
Destacó que este pedido de cambios en el sistema de votación para terminar con las “listas sábana” es algo que “partió de abajo hacia arriba, desde municipios y provincias”.
Representantes de Perú, Chile, Costa Rica y México mostraron cómo es el uso de la boleta única en sus respectivos países. Piero Corvetto Salinas, jefe de la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales de Perú), detalló los pasos que se dan para los diferentes tipos de comicios que se realizan en su país y destacó que “sistema funciona muy bien” y que es una herramienta “que permite un mejor acceso a la competencia”. Entre los beneficios dijo que “facilita el trabajo de los miembros de cada mesa durante el escrutinio” y también “la experiencia de los electores para hallar a sus candidatos”.
Elizabeth Cabrera, Subdirectora de Registro, Inscripciones y Acto Electoral del Servel, el Servicio Electoral de Chile, recordó que en el país trasandino la BUP se emplea desde 1958. Expresó que “son soluciones que ayudan a no opacar elecciones” y contó en detalle cómo es el proceso de confección, licitación y control de las boletas. “Hay transparencia porque publicamos cómo es cada una de las cédulas (como allí llaman a las boletas para votar)”.
Héctor Fernández Masis, Director General de Registro Electoral y de Financiamiento de Partidos Políticos del Tribunal Superior Electoral de Costa Rica, destacó que desde 1953 los costarricenses pueden sufragar con boleta única de papel y que será “la decimoctava vez que se usará en elecciones”. Explicó que se incluye la foto de cada candidato a presidente y el logo de cada partido y que para ordenarlos se hace un sorteo.
Ciro Murayama Rendón, Consejero Electoral del Instituto Nacional Electoral (INE), de México, hizo hincapié en el diseño, la impresión y la distribución de las boletas. “Los partidos se ordenan de acuerdo a su antigüedad. Los más antiguos van primero que los nuevos”, describió. Además contó que el papel sobrante se emplea en procedimientos ecológicos y de reciclado “para confeccionar libros de texto que se distribuyen en todo el país”.
Lourdes Lodi, del Observatorio Político Electoral de la Universidad Nacional de Rosario, sostuvo que “este es un debate que está en agenda. El santafesino lo valora como algo concreto y no como un eslogan. En su momento (el gobernador de Santa Fe) Hermes Binner lo tomó como una política pública y que más allá de ensayos y errores puede servir de experiencia”.
Resaltó también que el sistema permite “mayor agilidad en la votación, con cabinas de votación que permiten que lo hagan de a 5 personas por vez”. Y pidió “un debate serio” y que se informe a la población con mayor precisión sobre los beneficios que trae aparejada su implementación.
Entre las dificultades para ponerlo en práctica, citó “el financiamiento, los temores por políticas arraigadas y la desinformación”.
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