Fue una foto importante para dejar en evidencia la paz interna y también enviar un gesto político: los principales referentes del PRO y los jefes de los bloques parlamentarios se reunieron esta tarde con sus diputados y senadores, los actuales y los que asumirán mañana sus bancas. En medio de las tensiones poselectorales de Juntos por el Cambio, y el mismo día en que se fracturó la bancada radical en la Cámara baja, la agrupación que preside Patricia Bullrich quiere dar un mensaje de unidad.
El encuentro empezó a las 16 en el Yacht Club Olivos y concurrieron Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Bullrich, más los jefes de los bloques de diputados, Cristian Ritondo, y de senadores, Humberto Schiavoni. Se buscó la postal de un PRO unificado en el Congreso, pero también hubo discursos centrados en los desafíos que vienen para la oposición.
La hora de la reunión fue programada para que muchos de los presentes lleguen a tiempo a la presentación de un libro del senador del PRO Esteban Bullrich en el que propone dividir a la provincia de Buenos Aires en cinco distritos independientes y “renovar el pacto de unidad nacional”.
¿Afectará a la coalición opositora la ruptura del bloque radical en Diputados? “En principio, no; dependerá de lo que hagan y digan para afuera si puede traer alguna complicación”, admitió ante Infobae un legislador del PRO con fuerte predicamento entre sus colegas.
Uno de los temas sobre los que empezó a discutirse en privado fue qué posición asumirá Juntos por el Cambio ante las negociaciones del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ya hay acuerdo en las filas opositoras acerca de que no aprobarán a libro cerrado un acuerdo con el Fondo y mucho menos cuando Alberto Fernández y Martín Guzmán han resuelto avanzar con las tratativas entre acusaciones al gobierno de Macri de una deuda contraída de manera irresponsable.
Existen conversaciones reservadas entre dirigentes oficialistas y opositores sobre este tema, aunque en Juntos por el Cambio nadie quiere dar señales de buena voluntad antes de que la Casa Rosada explicite las condiciones del acuerdo y de que la Mesa Nacional de JxC unifique la posición que adoptará. Ante los problemas internos del radicalismo para definir sus jefaturas parlamentarias, el encuentro de la conducción nacional opositora se postergó para la semana próxima.
El PRO llegó a la escenificación de esta tarde luego de haber resuelto sus diferencias sobre las autoridades de los bloques legislativos. Una semana después de las elecciones, Bullrich intentó una jugada para poner en jaque la continuidad de Ritondo como jefe del bloque de diputados del PRO y reclamar un cambio del “perfil político” de la bancada, pero el actual titular de la bancada, con apoyo larretista y macrista, consiguió la mayoría de respaldos de legisladores y frustró la ofensiva.
Por eso Bullrich terminó anunciando el respaldo a Ritondo para que siga al frente del bloque, aunque su mano derecha, Gerardo Milman, quien será su principal referente parlamentario, había convocado a los diputados a una reunión en nombre de su jefa política, pero sin el aval del jefe de la bancada.
La pacificación en el PRO incluye también el acuerdo para que el diputado mendocino Omar de Marchi siga como vicepresidente primero de la Cámara de Diputados. Se trata de un referente de los “halcones” y su lugar no será disputado por el sector de las “palomas”: el diputado larretista Alvaro González declinó la posibilidad de disputar aquel cargo porque considera que la continuidad de De Marchi garantiza equilibrio interno partidario (Ritondo es del sector de las “palomas” y De Marchi, identificado con Macri) y, además, de la representación del interior.
En el Senado no hubo fisuras internas y fue ratificado el misionero Humberto Schiavoni como jefe del bloque del PRO en la Cámara alta. Para la vicepresidencia segunda del Senado, que ejercía la cordobesa Laura Rodríguez Machado (y que ahora asumirá como diputada nacional), hay acuerdo para sea designada la porteña Guadalupe Tagliaferri, enrolada en el larretismo.
Luego de las tensiones que comenzaron luego del triunfo electoral, y que incluyó la frustrada jugada de Bullrich contra Ritondo, en el PRO se multiplicaron los contactos para llegar a una tregua interna, que incluyeron una llamada de Rodríguez Larreta a Elisa Carrió, quien lo cuestionó en público por no haber “cuidado” a María Eugenia Vidal en las elecciones y por la campaña “espantosa” que diseñó Fernando Straface en la Ciudad, y encuentros del jefe de Gobierno con Macri, Martín Lousteau -su socio radical en el distrito porteño-, Bullrich y el titular de la UCR, Alfredo Cornejo.
Ese flamante clima de distensión derivará esta tarde en una foto de unidad de los legisladores del PRO en el Yacht Club de Olivos. ¿Se podrá mantener pese a las miradas distintas que tienen sus líderes sobre la relación con el Gobierno y el acuerdo con el FMI, por ejemplo? Hay más dudas que certezas.
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