Cuando al entonces canciller Felipe Solá lo echaron del gobierno, el Frente de Todos acababa de perder las PASO prácticamente a nivel nacional y con cifras contundentes a favor de Juntos por el Cambio. A este contexto aludió el ex funcionario para justificar las pocas entrevistas que concedió a la prensa en el último tiempo. De hecho, fueron sólo dos. La primera a la señal CNN y la segunda al canal IP.
“Cuando me echaron habíamos perdido muy fuertemente las PASO y lo que yo dijera iba a ser usado por la prensa para atacar al gobierno. Me callé la boca porque tengo en claro de qué lado estoy”, dijo al ser entrevistado por la periodista Mariana Verón en IP.
Explicó que prefirió llamarse a silencio porque “se venía una elección difícil, un desafío tremendo” para el gobierno, que debía tratar de revertir los resultados de la elección de medio término. “La responsabilidad política de un ex funcionario sigue siendo fuerte y más si la prensa te busca para hacer críticas”, argumentó.
Solá, quien remarcó que lleva “dos meses y medio de libertad”, en alusión a su salida de la función pública, reconoció que cuando el entonces Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, le comunicó la decisión del Presidente, fue algo que no se esperaba.
“Al principio sentí un golpe porque me echaron sorpresivamente. Yo pensé que no estaba en ninguna lista”, se sinceró Solá, para después dar por terminado el asunto. “Ya está, ya pasó”, dijo en una actitud superada que la expresión de su rostro contradecía.
En otro tramo de la nota, el ex funcionario contó que su llegada al gobierno fue tan sorpresiva como su salida. “Me sorprendió y me honró la designación como Canciller”, recalcó. Y después confesó que le había sugerido a otra persona al Presidente antes de aceptar el cargo. “Le dije que esa persona sabía mucho más. No voy a decir quién era. Y él me dijo: ‘No, vos’. Incluso, le fui planteando objeciones y me dijo que lo iba a hacer muy bien. Ese respaldo fue un honor y lo acepté porque no soy un novato”.
Recordó que se desempeña en la función pública desde 1987 y que ahora se siente un poco extraño trabajando en el ámbito privado. “Siempre tuve cargos altos. Fui ministro, secretario, gobernador y vice, y nunca me habían rajado. Fue un shock”, reconoció con honestidad.
“Hace más de 30 años que no estoy en el sector privado. Desde el ‘87, cuando fui ministro de (Antonio) Cafiero, que no estoy en esta situación”, detalló. Y se mostró nostálgico por el hecho de que su teléfono ha dejado de sonar con la insistencia que lo hacía cuando era canciller. “El celular se calló, ahora me llaman mucho menos”, bromeó.
Esta entrevista de IP se sumó a otra que Solá le había dado recientemente a la periodista Nuria Am, donde también comentó que no le pareció apropiada la forma en la que le comunicaron que debía renunciar. “La forma en que recibí la noticia, que fue un llamado de Cafiero, me pareció que no era la apropiada por una cantidad de razones y se lo hice saber al Presidente”, declaró en la CNN, en relación a la comunicación que recibió cuando ya estaba viajando hacia México para representar a Argentina en la cumbre de la CELAC. Solá aseguró, además, que muchas veces le costó hablar con el Presidente para conocer su posición sobre temas trascendentes para la política exterior.
“Uno habla con el presidente cuando lo llaman. No volví a hablar, no me llamó. Con Cafiero fue por whatsapp. Yo estaba en un avión en El Salvador. Le pedí que no anunciaran la noticia así no quedaba desapoderado en México, pero la necesidad de anunciar el gabinete era muy grande, y me contestó que los tiempos eran distintos y que lamentaba mucho que así fuera”, agregó. Y reiteró que se sintió defraudado por su salida del gabinete nacional. “Yo pensé que la Cancillería funcionaba muy bien, no lo imaginé”, afirmó.
Con relación al nuevo rol de Santiago Cafiero como Canciller, Solá señaló: “Lo que tenga de inexperiencia lo puede solucionar con su cercanía con el Presidente, eso es muy importante. En política exterior se toman decisiones que impactan a todos los argentinos y hay que ser coherentes con lo que piensa el Presidente. Ahí Cafiero tiene una ventaja, tiene otras desventajas de la inexperiencia en la política y en lo diplomático”.
Por último, el ex canciller afirmó que no volvería a tener un cargo público y que se sentaría a tomar un café con Cristina Kirchner. “Con Alberto Fernández y Cafiero también, si me llaman”, concluyó en la entrevista concedida a la CNN.
SEGUIR LEYENDO