Isaac Eugenio Esparza Hidalgo, un ciudadano mexicano de 44 años, que se dedica a promocionar pronósticos y apuestas deportivas en Monterrey, fue detenido debido a una orden de captura internacional emitida por un juzgado federal argentino.
Según consignó el diario mexicano El Norte de Monterrey, Esparza Hidalgo fue detenido ayer en el cruce de las calles Jardín del Edén y Del Refugio en el barrio Jardín de las Torres, mientras conducía un automóvil Honda City. Esparza Hidalgo fue trasladado a la Ciudad de México para ser entregado a Interpol.
Sobre Esparza Hidalgo pesaba un pedido de captura internacional porque es el dueño –al menos en los papeles- de parte de la fortuna de Daniel Muñoz, el ex secretario de Néstor y Cristina Kirchner que lavó en el exterior unos 70 millones de dólares.
La orden de detención fue firmada en febrero de 2019 por el fallecido juez Claudio Bonadio cuando se había descubierto el entramado internacional de la organización de lavado de dinero que manejó Muñoz, receptor primario de los bolsos con coimas que se pagaron durante los años del kirchnerismo. La investigación por lavado contra Muñoz y sus socios y familiares se abrió como derivación del Caso Cuadernos.
En aquella ocasión se había pedido la detención de Esparza Hidalgo y de tres abogados, un contador y un inversor de Miami y de Turks and Caicos. Es que se había detectado gracias a la confesión de Carolina Pochetti, viuda del millonario ex secretario privado de los Kirchner, que parte del dinero obtenido ilegalmente fue a parar a una inversión en Turks and Caicos.
En el mismo sentido había declarado como arrepentido Carlos Gellert, primo Pochetti. Ambos habían confesado ante el fiscal Carlos Stornelli que el destino final del dinero-unos 30 millones de dólares- era un emprendimiento en construcción en Providenciales, una de las islas al noroeste del archipiélago de Turks and Caicos que es un territorio de ultramar dependiente de Gran Bretaña.
La inversión fue hecha con dos sociedades llamadas Marble Hill y Wood Haven, creadas por orden de Pochetti a Gellert, quien dio los detalles técnicos de cómo se manejó el dinero y de la constitución de las sociedades. Esas dos sociedades están a nombre de Esparza Hidalgo, el mexicano amigo de Gellert que fue detenido en Monterrey.
En 2019 cuando fue consultado por Infobae, Esparza Hidalgo había dicho que no conocía a Muñoz ni al resto de las personas nombradas en el caso por lavado de dinero. Había una excepción: su único vínculo con el caso era Gellert, a quien sí conocía desde hacía 20 años de jugar al póker en Monterrey, México.
La historia cuenta que entre Gellert y Esparza Hidalgo hubo una deuda de juego y el mexicano terminó firmando unos papeles sin preguntar demasiado. Eran los documentos que lo convirtieron en el dueño de un terreno en la isla paradisíaca de los Turks and Caicos, donde Muñoz, su esposa y sus socios pensaban construir un complejo turístico que quedó en la nada. “Hasta donde conozco no existiría ningún contradocumento relacionado con la titularidad de Esparza Hidalgo sobre las sociedades de Turks and Caicos. Él no sabe qué es lo que tiene a su nombre”, había declarado Gellert en la justicia federal porteña.
El caso del lavado de dinero llevado a cabo por Daniel Muñoz está radicado en el juzgado federal 11 que está por estos días a cargo de Julián Ercolini quien tendrá que realizar los trámites para la extradición de Esparza Hidalgo.
El proceso para recuperar el dinero ilegal que Muñoz invirtió en Turks and Caicos se inició hace más de un año. En Turks and Caicos detectaron las cuatro parcelas que compraron las sociedades usadas por Muñoz y se ordenó la inmovilización de esos bienes. El dinero que se pueda recuperar de esa operación será traído a la Argentina y decomisado en tanto producto de la corrupción que en este caso no está controvertida. Los autores confesaron.
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