Marcha atrás. Alberto Fernández finalmente asistirá al cierre de la 27°conferencia de la Unión Industrial Argentina (UAI) que se realizará hoy en Parque Norte.
Ayer, su equipo había informado oficialmente que el jefe de Estado no participaría del evento. En el mismo sentido se expresó esta mañana la portavoz Gabriela Cerruti. Sin embargo, el jefe de Estado cambió de opinión este mediodía y sus voceros comunicaron que esta tarde irá a visitar a los referentes del sector fabril. Fue casi al mismo momento en el que se conoció que Débora Giorgi abandonará el Gobierno enfrentada con el ministro Matías Kulfas.
La decisión del Presidente llega en un momento clave de la negociación con el FMI, donde el Gobierno necesita el mayor respaldo posible, mientras tratan de acelerar el proceso de acuerdo. En esa línea fue el discurso que pronunció Manzur ayer en la UIA. Una semana después de asegurar en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) que el Gobierno iba a buscar “por todos los medios un acuerdo con el FMI”, el jefe de Gabinete amplió el concepto y sostuvo que “la Argentina quiere pagar” y resaltó: “Lo único que pedimos es una condición, que nos dejen crecer para poder pagar”.
Cafiero fue el encargado de dar el mensaje positivo direccionado al sector industrial. “La nave insignia del proceso de recuperación económica es la industria, tanto en niveles de empleo, de actividad y de utilización de capacidad instalada, como en niveles de inversión”, destacó. Cafiero es el espejo del Presidente. Su presencia fue importante dentro del mundo empresario. Simbólica.
El acercamiento a los empresarios no proviene solo del sector albertista, también del kirchnerismo y La Cámpora. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, mantiene contactos frecuentes con empresarios. La semana pasada mantuvo una reunión con miembros de la Cámara Española de Comercio de la República Argentina (Cecra) en la que, al igual que Manzur, puso el acuerdo con el FMI en el centro de su discurso.
A 16 representes de empresas españolas en Argentina les dijo que en el Frente de Todos hay una postura unificada respecto a las negociaciones para lograr un acuerdo con el FMI. Así buscó romper la dinámica de diferencias de criterio que hay en la coalición y que en el empresariado miran con atención porque, en definitiva, reflejan las contradicciones en la conducción del gobierno nacional.
El Gobierno busca ampliar al máximo el consenso sobre la negociación con el Fondo. Ayer fue un día determinante en ese camino. Primero el mensaje de Manzur en la UIA y después la explicación del ministro de Economía, Martín Guzmán, en la CGT, sobre el avance de las negociaciones para poder arribar a un acuerdo en los primeros meses del 2022.
A ese cúmulo de gestos le falta uno concreto dirigido a Juntos por el Cambio. El Gobierno necesita el respaldo de la oposición en el Congreso para poder sostener el proyecto de renegociación de la deuda con el FMI. Para esa tarea será clave la figura del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que tratará de acercar posturas con las filas opositoras.
Para el Día de la Industria el Gobierno había enviado en su representación al Secretario de Industria, Ariel Shale. Esa presencia de un funcionario de segunda línea fue leída como un desaire en el mundo empresarial. Por eso los nombres propios que asistieron al evento de ayer marcan, con claridad, una voluntad de acercamiento entre la Casa Rosada y los empresarios.
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