El gobierno nacional incrementó al doble el presupuesto del ministerio de Desarrollo Social a lo largo de este año. De casi 260 mil millones de pesos, cerrará diciembre con un monto superior a los 500 mil millones. La mayor parte de esas partidas presupuestarias son desinadas a programas sociales que, desde la cartera a cargo de Juan Zabaleta, manejan los movimientos populares alineados con la Casa Rosada como, por ejemplo, el Potenciar Trabajo.
El otro programa de importancia es la Tarjeta Alimentar. En esos casos, el dinero va de manera directa a los beneficiarios de los planes. El ultimo “refuerzo presupuestario” será destinado, tal como anticipó Infobae, al bono de ocho mil pesos que el 20 de diciembre, es decir antes de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, se le otorgará a los casi un millón de inscriptos en el programa Potenciar Trabajo, un plan laboral en el que el Estado abona medio salario mínimo por media jornada laboral.
Este plus adicional era reclamado con fuerza e insistencia por los movimientos sociales vinculados al Frente de Todos, como el Evita y Barrios de Pie, pero también por las organizaciones piqueteras que, lideradas por el Polo Obrero, realizaron varias marchas masivas en reclamo de esa y otras reivindicaciones, como el refuerzo en la entrega de alimentos para los comedores y merenderos populares ubicados en los barrios más postergados.
Las organizaciones también le reclaman al Poder Ejecutivo que, además, active un refuerzo de la Asignación Universal por Hijo.
El monto del “bono”, que significó un refuerzo en la partida presupuestaria de casi ocho mil millones de pesos, actuará como una suerte de “medio aguinaldo”, ya que ese 20 de diciembre los inscriptos en Potenciar Trabajo recibirán la mitad de lo que cobran mensualmente como parte de ese programa, cuyo salario está atado a la evolución del salario mínimo vital y móvil.
Según le explicaron a Infobae desde el ministerio de Desarrollo Social, entre mediados de noviembre y principio de diciembre, el ministerio de Economía habilitó un refuerzo presupuestario de unos cien mil millones de pesos para los programas Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar y distribución de comida para comedores y merenderos.
La razón de este giro millonario antes de las fiestas y que ayudará a mantener la calma en las calles, tiene una serie de explicaciones que se mueve al ritmo de la pobreza y la inflación en la Argentina que supera el cincuenta por ciento.
“Los programas destinados a garantizar la seguridad alimentaria o a dar un salario de sostén tienen un impacto en la economía porque ese dinero va directo al consumo de alimentos, que se traduce en salarios de quienes atienden los comercios o producen alimentos y movimiento de la economía en general”, detallaron desde el entorno de Zabaleta.
El Programa Potenciar Trabajo se actualiza en línea con los aumentos del salario mínimo vital y móvil. Desde fines de noviembre, cuando ingresó un nuevo tramo de incremento de 4%, la suma que cobraron los beneficiarios fue de 16.000 pesos. Hacia marzo, cuando tenga lugar el último ajuste acordado entre empresas y gremios, percibirán unos 16.500 pesos.
Según los datos oficiales a los que accedió Infobae, el programa Potenciar Trabajo incrementó su partida en unos 60.000 millones de pesos. Pasó de 166.066 millones de pesos a 225.915 millones.
Si bien los recursos los cobran de manera directa los beneficiarios, sin pasar por terceras personas, ese programa está bajo la orbita de Emilio Pérsico, el dirigente más importante del Movimiento Evita.
Este tipo de programas ya contó con bonos especiales en determinados momentos del año, incluso a mitad de 2021, el Ministerio de Desarrollo Social otorgó un pago extra de 6.000 pesos.
La metodología no es nueva. A fines del año pasado, el monto extra pagado a los inscriptos al Potenciar Trabajo fue de 9.400 pesos, y por ese hecho también Hacienda autorizó un refuerzo en la partida presupuestaria al ministerio por entonces a cargo del electo diputado nacional Daniel Arroyo.
“El Gobierno analiza siempre mejorar y asistir, y estar al lado de los argentinos y de los que la están pasando mal. Son decisiones que vamos a ir anunciando”, declaró Zabaleta para justificar el bono de 8.000 pesos.
El aumento de la pobreza y la indigencia llevó a que la Tarjeta Alimentar, un programa al que se le destinaban, hasta mayo de este año 10.000 mil millones de pesos, pasara a 18.000 millones de pesos.
De las dos 2.200.000 personas alcanzadas y la Tarjeta Alimentar abarca a una población de 3.900.000. Esto tiene que ver con la ampliación del programa que pasó de familias con niños de hasta 6 años a 14 años de edad.
También fueron ajustados los montos: 6.000 pesos para aquellas familias que tengan un hijo o hija de hasta 14 años; 9.000 pesos para quienes tengan dos hijos o hijas de la misma franja etaria, y 12.000 pesos para las familias que cuenten con tres hijos, o más, de entre 0 y 14 años. Esta última es una nueva escala que se agregó y que generó un nuevo “suplemento” presupuestario.
Este rediseño en la ayuda social, que debió ampliarse durante la pandemia del coronavirus por los problemas económicos que se produjeron después del aislamiento social y preventivo, dispuesto por la administración de Alberto Fernández, se tradujo en nuevos aumentos de las partidas presupuestarias a la cartera de Zabaleta.
La persistencia del malestar social, y la cercanía de las celebraciones de diciembre, catalizaron a que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) junto al Ministerio de Desarrollo Social activarán para el próximo 7 de diciembre la nueva recarga de saldo de la Tarjeta Alimentar, ahora llamado Programa Alimentar, para las titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y para el 10 la Asignación Universal por Embarazo (AUE). Diez días después se otorgará el bono a los inscriptos en el Potenciar Trabajo.
Los funcionarios del área de la cartera social que dialogaron con este medio aclaran que “la ampliación de partidas presupuestarias es habitual” y que no solo ocurrieron este 2021, sino también años anteriores.
Por caso, en 2020, el entonces ministro Arroyo había asegurado que: “Arranqué con un presupuesto de 84.000 millones de pesos y termino el año con 240.000 millones de pesos”, y aclaró que desde su ministerio “ejecutamos el 300% del presupuesto anual. Eso claramente habla de un funcionamiento, pero que no es solo mío, sino de un montón de gente que le pone el cuerpo”.
Este año, a Zabaleta, le ocurrió lo mismo. Los datos sociales hablan por sí solos: en el país más del 60% de los chicos son pobres y muchos de ellos se alimentan a través de los planes sociales que reciben del Estado y en los comedores y merenderos que son coordinados por dirigentes sociales tanto del oficialismo como de los movimientos piqueteros.
Una última variable influye para que casi de manera trimestral se ajusten las partidas presupuestarias que llegan a las arcas de Desarrollo Social, la incontrolada inflación. Los alimentos que compra esa cartera para destinar a los más humildes, aumentan a ritmo descontrolado. Según las cifras del IDEC, este año superará el 50 por ciento.
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