Elisa Carrió y Horacio Rodríguez Larreta hablaron ayer para bajar el clima de tensión que se generó luego de las últimas declaraciones de la fundadora de la Coalición Cívica, principalmente las críticas sobre la buena relación que tiene el jefe de Gobierno y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y sobre la campaña de María Eugenia Vidal en la Ciudad de Buenos Aires.
El alcalde porteño también visitó a Mauricio Macri en su casa de la localidad de Acassusso, en la zona norte, para “poner en orden” la relación luego de algunos cortocircuitos que comenzaron cuando el ex presidente elogió a Javier Milei, uno de los competidores directos de la lista porteña de Juntos por el Cambio y a quien le atribuyen que Vidal haya perdido votos en la elección legislativa.
La relación entre el jefe de Gobierno y la ex diputada, normalmente fluida, atravesó recientemente un momento de tensión. Las críticas de la fundadora de la Coalición Cívica causaron un gran malestar en Rodríguez Larreta, en cuyas filas hay quienes sospechan que Mauricio Macri fue el responsable de haberle “llenado la cabeza” a “Lilita” acerca de su vínculo con Massa.
En su charla de ayer, el jefe de Gobierno le habría dicho que sabe que ella tiene una mala relación con el titular de Diputados y que él lo considera un “amigo”, aunque le aclaró que no hay ninguna negociación política entre ambos.
Diego Santilli, el ganador de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, también tuvo una extensa conversación telefónica con Carrió para descomprimir las tiranteces internas que se habían generado.
Los socios políticos de Carrió están acostumbrados a que la dirigente los sorprenda de vez en cuando con declaraciones que los incomoda. “Lilita es así”, se resignan. Pero en Juntos por el Cambio sorprendió el tono de los cuestionamientos del sábado pasado y que apuntaron, entre otros, al jefe de Gobierno, con quien hasta ahora mantenía una buena relación y que incluso le dio lugares expectantes a dirigentes de la Coalición Cívica en las listas de candidatos porteños y bonaerenses.
Ambos aclararon la situación y dieron por superada la situación de tirantez que se había instalado. Cerca de Larreta dijeron que la charla fue “buena y cordial”. Aunque trascendió se habló de la posibilidad de que sea designado en un puesto importante del gabinete de la Ciudad de Buenos Aires Fernando Sánchez, dirigente de la Coalición Cívica que estaba en el octavo puesto en la lista porteña y no entró en la Cámara de Diputados.
Sánchez figuraba como séptimo candidato en la lista liderada por Vidal para las PASO, pero bajó un escalón para las elecciones legislativas porque en cuarto lugar se sumó Ricardo López Murphy. De todos modos, luego de que se revelara negociaciones para un posible ingreso al gobierno local, la CC y Carrió Le comunicó a Rodríguez Larreta que no quieren cargos en el gabinete porteños.
En una entrevista con el diario Clarín, Carrió se quejó el sábado pasado de “una lista (en la que se hace) un amontonamiento y se deja afuera a una persona de una calidad y una formación para dos años difíciles como Fernando Sánchez”. “Me dolió institucionalmente, no personalmente”, admitió.
Además, en el acto para celebrar los 20 años de la Coalición Cívica, que se hizo el sábado pasado en la localidad bonaerense de Open Door, Carrió se mostró muy dura contra Larreta y la UCR. Al jefe de gobierno porteño lo cuestionó por no haber “cuidado” a Vidal y por haber designado a Fernando Straface como jefe de campaña, al considerar que hizo una labor “espantosa”. “No podés someter a una candidata a diez actos por día”, le reprochó a Rodríguez Larreta delante de la plana mayor de Juntos por el Cambio, aunque lo calificó enseguida como el “mejor gestor de la Argentina”.
La dirigente también salió en defensa de Mario Negri, que estaba presente en el acto y a quien el sector de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti quiere sacarle la jefatura del bloque de diputados de la UCR: “Si no ponemos caras decentes, experimentadas y sin demasiados antecedentes de todo tipo les va a estallar la figura en la cara de todos ustedes (...)“Sepan lo que eligen en la presidencia de los bloques. Yo no me fui de un partido que tenía corruptos para venir a hablar con los hijos privilegiados de esos corruptos, que manejaron Medicina o la Franja [Morada] de Ciencias Económicas con la mayor corrupción que se conoce en la historia”.
Yacobitti le contestó desde Twitter: “Considero que los dichos de Elisa Carrió atentan contra la unidad de Juntos por el Cambio y son funcionales al kirchnerismo. Resulta inexplicable luego del triunfo en las últimas elecciones”. Agregó: “Como egresado y vicedecano de la Facultad de Cs. Económicas de la UBA no puedo dejar de estar orgulloso de mi pertenencia institucional y de haberla defendido en los años que más fue atacada, incluso con intentos privatizadores”. Y defendió a Enrique Nosiglia, al sostener que se sentía “honrado” de su amistad con el histórico dirigente radical. “No dudo de su honestidad y estoy convencido que va a ser para toda la vida”, destacó.
Lousteau se sumó en las últimas horas a las críticas contra Carrió. La acusó de ser “totalmente funcional al kirchnerismo” y consideró que “hay gente en Juntos por el Cambio que no le gusta que su peso individual se diluya y cuando reacciona tirando piedras genera problemas, lo contrario de lo que la gente nos está pidiendo”.
Tanto Yacobitti como Lousteau le contestaron a Carrió de otra forma: en disconformidad con la continuidad de Negri como jefe del bloque de diputados de la UCR, anunciaron que impulsarán la creación de un bloque propio de diputados dentro del interbloque de Juntos por el Cambio.
De esta manera, el interbloque de Juntos por el Cambio que llega al 9 de diciembre conformado por tres espacios -UCR, PRO, Coalición Cívica-, desde el día siguiente estará constituido, como mínimo, por seis bloques y se encaminan a ser siete si el radicalismo avanza hacia su fractura.
La pelea interna contra Negri se habría desatado aunque Carrió no hubiera hablado del tema, pero en el radicalismo admitieron que aportaron tensión adicional y mucha incertidumbre en la coalición opositora que empañan el clima de euforia por el reciente triunfo en las elecciones.
¿Durará la tregua pactada entre Carrió y Rodríguez Larreta? Por el lado del jefe de Gobierno, siempre enemigo de las peleas, lo dan por seguro. Del otro lado, nadie puede garantizar una misión imposible: lograr que la líder de la Coalición Cívica se mantenga en silencio.
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