Un pasajero del crucero Hamburg, blanco de una insólita situación en el puerto de Buenos Aires, tiene coronavirus. Así fue confirmado por fuentes oficiales consultadas por Infobae. Se trata de un turista que presentó síntomas a bordo y ya se encontraba aislado junto a su familia en el momento que el barco llegó a la Argentina.
Se desconoce la variante de coronavirus que contrajo el pasajero, que se recupera favorablemente.
La Dirección de Sanidad asegura que una vez que tomó conocimiento de este caso ordenó hisopar al resto de los pasajeros y tripulantes, cuyos exámenes PCR dieron negativo.
El buque de pasajeros Hamburg llegó el viernes a Buenos Aires procedente de Cabo Verde. Según reveló este medio, por un insólito error sus pasajeros fueron autorizados a desembarcar cuando deberían haber sido sometidos a un protocolo más riguroso en virtud de la preocupación mundial que existe por la cepa ómicron de coronavirus.
Una funcionaria de Sanidad se confundió al considerar que Cabo Verde, la isla donde había partido el barco, forma parte del continente asiático y no del africano. Por eso se le otorgó a la embarcación la llamada “libre plática”, lo que implica que tanto pasajeros como tripulación pueden descender a tierra firme. Doce horas después, Una vez descubierto el fallo, llegó la orden de retirar la “libre plática” de la nave. “Señores este buque está en cuarentena en virtud de las disposiciones del Estado Nacional, nadie puede bajar o subir”, se informó oficialmente. En esos momentos también se llevaba a cabo en el barco una inspección rutinaria de la Prefectura Naval Argentina. El personal policial tuvo que desembarcar y trasladarse a través de un corredor seguro a un centro de aislamiento de la institución.
Simultáneamente, se ordenó a los pasajeros y tripulantes el confinamiento en camarotes a la espera de que se realicen los hisopados de rigor, cuyos resultados se conocerán en las próximas horas.
A partir del “descubrimiento” de la procedencia geográfica del Hamburg y considerando que habían transcurrido 12 horas desde que se emitió la autorización para bajar a tierra, comenzó una desesperada “cacería” de tripulantes y turistas que se encontraban disfrutando de los atractivos turísticos de Buenos Aires. Por ejemplo, un grupo de turistas alemanes que se dirigía el sábado en una camioneta a Ezeiza para abordar un vuelo de regreso a su país fue interceptado y obligado a regresar a bordo. Fuentes oficiales aseguran que fueron las únicas personas que bajaron del barco.
El Ministerio del Interior salió rápidamente a desmarcarse del tema: aclaró que la responsabilidad del control sanitario en las fronteras es del Ministerio de Salud. De hecho, la semana pasada ya habían tenido un cruce porque la cartera que conduce Eduardo “Wado” De Pedro pretende que se abran más pasos fronterizos terrestres, algo que por ahora Carla Vizzotti rechaza.
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