El PRO escenificó durante dos días su voluntad de volver a gobernar la Argentina: el encuentro federal de la Fundación Pensar, que pertenece al partido, sirvió para graficar cómo trabaja en planes de gobierno y, a la vez, para que los principales líderes nacionales se hicieran presentes con un discurso que desnudó lo que se proponen y, sobre todo, con mensajes que parecieron dirigidos a sus adversarios internos en la agrupación.
En Córdoba, durante dos días, la fundación que dirige Franco Moccia y que en la provincia encabeza Gustavo Santos permitió que dirigentes, investigadores y especialistas debatieran propuestas y busca repetir este tipo de iniciativas cuatro o cinco veces por año hasta 2023. El próximo encuentro se hará en marzo, en Mendoza.
Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia Bullrich no estuvieron de manera presencial. Los dos primeros hablaron a los presentes por videoconferencia y la jefa del PRO, en un video de tres minutos.
Horacio Rodríguez Larreta se enfocó en proponer “una coalición más amplia como una condición indispensable para llegar al Gobierno”, uno de sus caballitos de batalla que justifica por qué está convencido de que debe alcanzar el 70% de los votos en la elección presidencial de 2023: sin una mayoría indiscutible de su lado, cree, será imposible hacer los cambios para revertir los problemas estructurales del país.
Esa amplitud de la que habla el jefe de Gobierno suena revulsiva en el macrismo porque el ex presidente quiere sumar apoyos, pero que no provengan de cualquier lado. Mira con recelo al PJ (el oscuro objeto de seducción de Larreta) y, como evidenció en la campaña, se siente cómodo con liberales como Javier Milei o José Luis Espert.
Para llegar a la Presidencia, como aspira el alcalde porteño, necesita hacerse fuerte en el interior. Lo confirmó con sus viajes en la campaña y lo ratificó en Córdoba al destacar la necesidad de una visión federal. “No puede ser que se sigan digitando cosas desde el gobierno nacional -dijo-. Estamos en un proceso de unitarización de la Argentina. Muchísimas provincias dependen del gobierno central de forma política, económica y social”.
Larreta insistió, además, en el valor de la unidad en Juntos por el Cambio. “Necesitamos una verdadera coalición de gobierno que esté unida, fortalecida, que haya trabajado en conjunto los planes de gobierno y lista para salir a la cancha a llevarlos adelante también en conjunto”, dijo. ¿Lo estarían escuchando Macri y Bullrich?
Cuando le tocó cerrar el encuentro, también en forma remota, el ex mandatario pareció hablarles al jefe de Gobierno y a la jefa del PRO, decididos a avanzar con sus proyectos presidenciales: “Está bueno que muchos curas quieran ser papas, pero sepan que tienen que competir y la gente va a elegir quién conduce y quién acompaña”, afirmó, casi en tono de advertencia. No quedó claro si él también competiría en 2023.
Macri, en cambio, admitió que está en alerta por las peleas internas. “La competencia no puede generar un nivel de fricción tal que después no nos permita trabajar en conjunto”, sostuvo.
Tuvo una mirada contemplativa de su gobierno al aludir a que “después del prólogo del cambio, vamos a hacer el cambio definitivo” y también sonó como una respuesta a las críticas a su gestión cuando pidió “rescatar” a la mayoría de cuadros políticos que cumplieron funciones ejecutivas entre 2015 y 2019 porque tienen experiencia.
Como un director técnico que quiere motivar a su equipo, Macri se mostró optimista acerca del regreso al poder cuando destacó que la Fundación Pensar tiene gente “preparada para hacernos cargo del gobierno dentro de 98 semanas”. Y lo más autocrítico que manifestó fue al reclamar “una claridad absoluta en cuanto al camino y las medidas a adoptar; no hay más lugar para el gradualismo”. Pareció un mensaje para las “palomas” del PRO.
Más breve, lo más sustancioso del breve mensaje grabado por Bullrich fue una apelación a cambios profundos que estaba en sintonía con el discurso del ex presidente: “Si hacemos las mismas cosas, vamos a tener los mismos resultados. Animémonos a un cambio profundo, un cambio de paradigma donde liberemos de verdad las capacidades reales y las fuerzas productivas de una Argentina que viene angustiada y decadente”.
El próximo encuentro federal de la Fundación Pensar probablemente tenga un tema específico de debate, como la educación. No está claro si habrá alguna mesa que analice una reforma laboral, un punto decisivo para un país con legislación específica que viene de la lejana década del 70 y con más del 40% de trabajo no registrado.
Uno de los asistentes a la reunión de Córdoba deslizó a Infobae que existen diferencias en el equipo de la fundación que analiza propuestas sobre el tema: algunos, cercanos a los “halcones”, piensan en proyectos que cambien de raíz la legislación laboral, mientras que otros, enrolados en el sector de las “palomas”, advierten que hay que impulsar modificaciones a través de los convenios colectivos para no enfrentarse directamente con el sindicalismo ni espantar a los votantes peronistas. Un ejemplo más de cómo les costará a los líderes del PRO con aspiraciones de pasar de cura a Papa avanzar hasta el casillero de 2023 sin perder la fe en la unidad.
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