Los primeros informes no arrojaron datos positivos para intentar identificar a las personas que participaron del ataque incendiario al edificio del diario Clarín del barrio porteño de Barracas. Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, la huella que se encontró en una de las botellas incendiarias se cruzó con la base de datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper), que contiene las huellas del DNI de todas las personas documentadas, y con la base de datos de personas con antecedentes penales, pero no arrojó ninguna coincidencia.
A las 23:05 de ayer nueve personas encapuchadas arrojaron bombas molotov contra la entrada del diario Clarín. En las imágenes de las cámaras de seguridad del diario se ve cómo las personas llegan al lugar y desde la vereda de enfrente, mientras pasaban colectivos, arrojaron entre siete y ocho de esos elementos.
El ataque provocó un principio de incendio, no dejó heridos ni daños materiales. Minutos más tarde, arribó personal de la comisaría 4D, a cargo del oficial Alexis Gómez, quienes junto a los Bomberos realizaron las pericias correspondientes.
La investigación está a cargo del juez federal Luis Rodríguez, quien ordenó el estudio sobre la huella encontrada.
Ante los resultados negativos del cruce con la base del Renaper, ahora se especula con que uno de los agresores podría ser extranjero. Por eso la Justicia pedirá a la Dirección de Migraciones que coteje con sus propios registros.
En Tribunales también ordenaron la búsqueda de testigos y el relevamiento de las cámaras de seguridad del diario y de edificios aledaños. Las fuentes consultadas señalaron que las imágenes de los atacantes son oscuras por lo que también se ordenó buscar cámaras de la zona para tratar de obtener imágenes más nítidas.
Rodríguez le dio intervención al Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal Argentina, por lo que las primeras investigaciones ya no quedarán exclusivamente a cargo de la Comisaría 4 D de la Policía de la Ciudad, donde reportaban los efectivos implicados en el asesinato de Lucas González.
De las ocho bombas arrojadas en una de las puertas de Clarín, sobre la calle Piedras al 1700, seis estallaron, una no explotó y la última quedó apoyada sobre la vereda intacta. Esta botella es la que permitió aislar la huella digital.
El ataque al edificio del Grupo Clarín generó un amplio rechazo que inicialmente surgió de referentes de la oposición, al que luego se sumaron dirigentes del gobierno nacional y La Cámpora.
“Quiero expresar nuestro repudio al episodio ocurrido frente a la sede del diario Clarín. La violencia siempre altera la convivencia democrática. Esperamos que los hechos se esclarezcan y los autores sean identificados a partir de la investigación que está en curso”, posteó en redes sociales el presidente Alberto Fernández.
En la misma línea se expresó La Cámpora, en un mensaje que fue compartido por la vicepresidente Cristina Kirchner: “La convivencia democrática, que se ve severamente afectada por la promoción de los discursos de odio, debe ser cuidada por todos los argentinos y argentinas. Por ello, repudiamos y condenamos firmemente el ataque perpetrado por encapuchados contra la sede del Grupo Clarín, registrados por un video en la noche del lunes 22 de noviembre a las 23 horas según hizo saber la propia empresa, en plena Ciudad de Buenos Aires.
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