Entre la cautela y el optimismo, ningún gobernador del Partido Justicialista (PJ) piensa “sacar los pies del plato” tras las elecciones legislativas del 14 de noviembre. El llamado de Alberto Fernández a competir en una PASO presidencial dentro de dos años tuvo poco eco entre los mandatarios del centro, incluso en aquellos que no podrán reelegir en 2023. Pero el entusiasmo tuvo cierta réplica en el norte, donde el Frente de Todos logró victorias sin dobles lecturas. El panorama del peronismo se divide en el posible desgaste interno tras el cimbronazo electoral, y aquellos que ya sueñan con el lejano objetivo puesto en Buenos Aires.
No fue la convocatoria del Presidente a la PASO, ni el acuerdo con el FMI, lo que hizo que siete gobernadores coincidieran en un mismo lugar. En San Juan, peronistas Ricardo Quintela (La Rioja), Omar Perotti (Santa Fe) y Raúl Jalil (Catamarca), el radical Rodolfo Suárez (Mendoza) y los mandatarios de los partidos provinciales como Gustavo Sáenz (Salta), Oscar Herrera Ahuad (Misiones) y Omar Gutiérrez (Neuquén) viajaron para ver el partido de la Selección Argentina contra Brasil, en el estadio San Juan del Bicentenario. Compartieron palcos, sanguches de miga y conversaciones junto a empresarios y personalidades, como el folclorista chaqueño Palavecino.
La visita duró un día y medio y estuvo llena de especulaciones. Uñac se tomó un café de casi una hora con Perotti, Bordet y Jalil, donde conversaron de política. Fue una foto de un peronismo “federal”, dialoguista, con dirigentes de la misma generación. Es una imagen que aspira construir otros dirigentes peronistas, como el gobernador cordobés Juan Schiaretti. Fuentes del gobierno sanjuanino minimizaron el hecho ante Infobae e indicaron que apenas fue una recepción protocolar, de cortesía, de parte del anfitrión de la fecha deportiva. Nada planificado.
“El Frente Todos va a tener que mirar hacia adentro y hacer un análisis de por qué la sociedad votó de esta manera. En San Juan hemos ganado, pero también vamos a hacer una convocatoria para todos”, sostuvo Uñac, al día después de las elecciones legislativas. El gobernador estuvo ausente en el acto central por el Día de la Militancia, a raíz de otras actividades.
A Uñac le resta la posibilidad de una reelección más en 2023. Mantiene una gestión con alta imagen positiva, si bien el 14 de noviembre ganó por un estrecho margen: lo votó el 43,46% contra el 42,2% obtenido por Juntos por el Cambio. Apenas una distancia de 5.000 votos. Desde el entorno del gobernador descartaron que existiera algún tipo de estrategia nacional para la interna del Frente de Todos. Por el momento, seguirá enfocado en la gestión de la provincia.
Omar Perotti, otro de los asistentes al partido de las eliminatorias, parece alejado de ese tipo de juegos. Santa Fe fue una de las derrotas resonantes del domingo pasado, luego de que la lista oficialista obtuvo en el segundo lugar con el 32,2% de los votos, contra el 40,38% de Juntos por el Cambio. Pese a ese revés, en el que no ponen en dudas la derrota, desde el entorno de Perotti señalan que el objetivo de este proceso electoral está cumplido: haberle vencido en la interna a su retador, el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi.
“Hoy está cero en lo nacional”, señaló a Infobae uno de sus voceros. De cara a lo que viene, el gobernador Perotti busca consolidar su poder en la provincia. Para la disputa nacional faltan años. “El armado de la liga de los gobernadores es un rumor periodístico. Se fueron a ver un partido de fútbol, no hay nada raro”, insistieron desde Santa Fe. El mandatario seguirá orgánico al oficialismo, pero quienes lo conocen insisten en aclarar que “Perotti es perottista”. No esconde su oposición a las iniciativas del Poder Ejecutivo cuando hay desacuerdo.
En el corto o mediano plazo, al gobernador Perotti le queda pendiente resolver algunos cambios de piezas en el gabinete que vienen desde la tensiones de la PASO, como la renuncia de la vicegobernadora, Alejandra Rodenas, y el reemplazo del ministro de Gobierno, Roberto Sukerman. Los dos apoyaron a la lista de Rossi y cuestionaron la autoridad del mandatario. Con Rodenas hace tiempo que no hay diálogo.
Perotti no tiene posibilidad de reelección en Santa Fe y su apuesta es construir el poder propio para colocar, en los próximos dos años, la cabeza de las boletas de diputados provinciales de Santa Fe. Según las reglas electorales locales, quien gana en esa categoría mantiene un poder político crucial en el distrito y se lleva la mitad más uno de las bancas en juego. El sistema político santafesino es rígido y está plagado de contrapesos de representación territorial que pueden complicar los planes de cualquier gobernador.
De los gobernadores del PJ que explicitaron su vocación de poder, el único que esbozó una intención presidencial fue Juan Schiaretti. El mandatario trabajó un perfil de mayor oposición al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio durante la campaña de las legislativas, pero no le alcanzó para revertir la derrota de las PASO. Sin embargo, anticipó su pelea en dirección a conformar en 2023 “una alternativa federal” que “va a nacer del interior profundo de la Patria”, es decir , desde las provincias. En estos meses, el dirigente cordobés estuvo conversando con otros gobernadores peronistas para ampliar las bancas del interbloque federal en Diputados.
Ahora bien, los planes de Schiaretti pueden verse complicados ante el mensaje de Alberto Fernández en Plaza de Mayo. La posibilidad de una competencia interna en el Frente de Todos abrió la posibilidad de que gobernadores y dirigentes que cuestionan el rumbo del Gobierno, o prefieren otro tipo de perfil político, ya se anoten y puedan dar una disputa puertas adentro. Esa chance le resta el atractivo y la competitividad de una eventual lista de “tercera vía” impulsada por el gobernador cordobés.
Otro de los que plantó una bandera en la interna del oficialismo fue el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, uno de los rostros de la remontada de votos. En su distrito, el Frente de Todos dio vuelta la elección y recuperó 10 puntos desde las primarias. Envalentonado por el resultado, Capitanich fue uno de los primeros en primerear y pedir que haya una competencia interna en el 2023, que avance con la “institucionalización de la coalición”. Durante la semana, subió la apuesta y reclamó que “el Norte Grande debería tener un candidato a las PASO” en los próximos años, debio a que la zona tiene un importante “espacio de incidencia en el país”.
Varios entran en la condición de potenciales candidatos. Con la foto del 14 de noviembre pasado, además de Capitanich, resultaron triunfantes el formoseño Gildo Insfrán, el gobernador de Tucumán en goce de licencia y actual jefe de Gabinete, Juan Manzur -se impuso por un mínimo márgen de 2 puntos-, el catamarqueño Raul Jalil, la ancha victoria del santiagueño Gerardo Zamora y el riojano Quintela. En Salta, triunfó la alianza entre la Casa Rosada y el gobernador Gustavo Sáenz.
De ese grupo, tanto Zamora como Quintela fueron los únicos que mantuvieron una victoria aplastante con respecto a sus adversarios y se llevaron todas las bancas nacionales en juego. Quintela se anotó para festejar el inicio de la interna del Frente de Todos a una competencia en las primarias. “Me parece excelente, lo que tenemos que erradicar son las posiciones radicalizadas, tenemos que ser lo suficientemente flexibles para sentarnos a conversar”, dijo el gobernador en una entrevista a El Destape radio. Incluso insinuó un juego de pinzas a Juan Schiaretti, sobre quien dijo que “le voy a sugerir que hable con el Presidente” para confluir en un espacio de unidad.
Lanzado desde hace tiempo como partido provincial, el peronismo de Schiaretti rechazó rápidamente el llamado de Alberto Fernández y cualquier tentativa de torcer las ambiciones del espacio Hacemos por Córdoba. “No nos afecta, porque no formamos parte del Frente de Todos. Además, quien está pensando en 2023, en este momento, no tiene idea de lo que le pasa a la gente”, dijo Alejandra Vigo, la senadora electa y esposa del mandatario.
El enterriano Gustavo Bordet es otro dirigente con alta imagen positiva y con posible proyección nacional. En su distrito, el Frente de Todos resultó derrotado por mucha distancia por la boleta de Juntos por el Cambio encabezada por Rogelio Frigerio, que ganó con el 54,52% contra el 31,64% de los votos. En el entorno del gobernador oficialista “desdramatizan” el resultado, ya que son repetidas las derrotas del peronismo en las elecciones de medio término.
Como otros mandatarios, Bordet no puede ser reelecto en la gobernación. Pese a ello, el presidente del PJ de Entre Ríos está pensando más en la gestión local en el mediano plazo y sostener su capital político local, antes que las disputas nacionales de cara al 2023. Desde su equipo aclaran que, para Bordet, es “prematuro” hablar de cualquier cuestión electoral, si bien lo que lo caracteriza es respetar la unidad del Frente de Todos y la organicidad. Defensor de las PASO como método -en 2017, compitió contra otras 10 listas-, el gobernador ya se pronunció el año pasado por la reelección de Alberto Fernández en las PASO.
En Santa Cruz y la provincia de Buenos Aires, los gobernadores Axel Kicillof y Alicia Kirchner siempre se encolumnaron detrás del liderazgo de Cristina Kirchner. Cualquier posicionamiento de cara al 2023 tendrá en cuenta esa adhesión.
Por lo pronto, el resultado del 14 de noviembre para el mandatario bonaerense fue una suerte de recuperación, tras la remontada y el empate en cantidad de bancas conseguidas en Diputados con respecto a Juntos por el Cambio. Para los próximos dos años, Kicillof pidió un plan de trabajo a su gabinete a fin de relanzar la gestión. Está enfocado en mostrar resultados para evitar que se repita una sorpresa amarga como la del 12 de septiembre.
En otros territorios, los cálculos sobre la pelea sucesoria en la Casa Rosada aparecen como más lejanas.
En San Luis, el oficialista gobernador Alberto Rodríguez Saá minimizó el daño que le propinó la victoria de la oposición, que se impuso 46,07% a 45,58% de los votos. La distancia de la derrota de las PASO se redujo a menos de un punto, pero el revés electoral tiene su valor simbólico en el inexpugnable territorio puntano. La oposición, encabezada por el ex gobernador Claudio Poggi, emerge como una amenaza ante al histórico poder de los Rodríguez Saá.
En Tierra del Fuego, la remontada del gobernador Gustavo Melella -que ganó por 11 puntos a la listas de Juntos por el Cambio- fue presentada como un triunfo de apoyo al “gobierno nacional” . Pero las discusiones de palacio no estuvieron presentes en la agenda local. El archipiélago, sensible a las proclamas de integridad territorial por su vínculo con las Islas Malvinas, festejaba por estas horas con el dirigente forjista el Día de la Soberanía Nacional.
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