El Senado de la Nación entró en una dinámica poco habitual. Sucede que, luego de las elecciones de medio término, el poder del peronismo en general y del kirchnerismo en particular comenzó a menguar y deberá encarar un proceso hasta ahora poco conocido, por lo menos desde la vuelta de la democracia.
Con la pérdida del quórum propio en la Cámara Alta, el oficialismo deberá “compartir” parte del poder que tiene con Juntos por el Cambio y eso quedará a la vista con la discusión por la presidencia de las comisiones, dado que desde la oposición ya avisaron que las disputarán.
Fuentes de Juntos por el Cambio señalaron a Infobae que ahora se abrirá “un proceso en el que se discutirán los cargos y nosotros vamos a reclamar la presidencia de varias de las comisiones importantes”. Frente a la consulta sobre si van a seguir una estrategia similar a la de Diputados y también pelearán la presidencia provisional del Senado, que hoy está en poder de la oficialista Claudia Ledesma Abdala de Zamora, lo negaron. “En el Senado es diferente, es la línea sucesoria, no vamos a discutir ese cargo”, explicaron.
En el oficialismo son conscientes de que llega un proceso de discusión y negociación con la oposición, inédito hasta este momento. Y en principio, buscarán marcar los tiempos de la misma. “Sabemos que vamos a tener que negociar la presidencia de las comisiones y aunque hay acuerdo, hay algunas que son fundamentales para nosotros y que creemos que van a generar discusiones”, afirmó una alta fuente del oficialismo.
Las comisiones importantes son la de Presupuesto, Economía, Justicia, Acuerdo, Asuntos Constitucionales y Legislación y Justicia. Las fundamentales para el oficialismo son Justicia y Acuerdo en primer grado y luego el resto. “En estas seguro vamos a tener discusiones”, adelantaron.
Las comisiones legislativas son fundamentales para el accionar del Congreso, ya que todos los proyectos de ley tienen que pasar por ahí y obtener dictamen para llegar al recinto. En el caso de la de Economía, tiene que ver con todo lo fiscal y recaudatorio, mientras que la de Acuerdos dictamina sobre los pedidos del Poder Ejecutivo para el nombramiento o remoción de funcionarios públicos, como por ejemplo puede ser el presidente del Banco Central o del Ministerio Público Fiscal.
En el caso de Asuntos Constitucionales es donde se dictamina sobre lo relativo a todo asunto de directa e inmediata vinculación con la interpretación y aplicación de la Constitución Nacional.
Parte de esta discusión verá la luz durante la primera semana de diciembre, ya que está programada para esa fecha la sesión preparatoria para la asunción de los nuevos 24 senadores. De todas formas será sólo en parte, dado que en el oficialismo dijeron que “se van a presentar las nuevas autoridades, pero solamente de las comisiones que sean necesarias para las sesiones extraordinarias” y que “el resto se resolverá en febrero de 2022″.
Por su parte, mientras se prepara para avanzar sobre el poder en el Senado que tiene Cristina Fernández de Kirchner, Juntos por el Cambio primero tendrá que resolver sus propios dilemas internos, que van desde la presidencia del interbloque como así también cuál será el despacho de los senadores entrantes.
En el caso de la primera discusión, el que aspira a comandar el bloque que conforman los senadores de la UCR y el PRO es el electo Alfredo Cornejo. Fuentes cercanas al mendocino confiaron que el presidente de la UCR Nacional buscará hacerse de la presidencia del bloque de su partido, que hoy tiene Luis Naidenoff, y que para ello contaría con el apoyo del senador radical, Martín Lousteau.
Luego, como la presidencia del Interbloque en Diputados quedaría en manos de alguien del PRO -se menciona a Cristian Ritondo- lo más probable es que quede el radicalismo a cargo del Senado. “Cornejo llega al Senado para enfrentar a Cristina y va a estar muy activo, para eso también necesita ser uno de los que más minutos tenga para hablar y ese es el lugar de la presidencia”, indicaron.
Si Cornejo queda como presidente, Naidenoff no solo perdería ese rol, sino que también debería dejar los despachos que le corresponde como presidente del bloque.
La discusión por los despachos es muy simbólica. Están en el Palacio, pero cuando entró el tercer senador en 2001 faltaban lugares y por eso se sumó el anexo del edificio de La Caja, donde los despachos no son tan espaciosos.
“Son muy importantes, implican la cuestión simbólica del poder. No es lo mismo estar en el Palacio que en La Caja. Hay algunos que tienen 400 metros cuadrados, se juega mucho en ese reparto de espacios”, explicó un conocedor de estas discusiones. “Los salientes en general se lo dejan a los que llegan de su mismo distrito, por ejemplo, Cobos se lo podría dejar a Cornejo. Pero si Cornejo es el presidente del bloque se va al de Naidenoff”, agregó.
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