A pesar de su delicado estado estado salud, el senador Esteban Bullrich -que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)- se presentó este domingo a votar en una escuela del partido bonaerense de Junín, donde fue recibido con aplausos y ovaciones.
El legislador, que compartió una imagen del momento en sus redes sociales, se emocionó hasta las lágrimas por el recibimiento de los presentes en la Escuela de Enseñanza Superior N°14, donde se presentó minutos después de las 8 de la mañana, y destacó en un mensaje: “Elegir a quienes nos gobiernan es un privilegio al que no pienso renunciar”.
Sin embargo, por la noche, decidió quedarse en su casa y mirar los festejos de Juntos por el Cambio por la TV luego del contundente triunfo obtenido en casi todo el país.
Más allá que su enfermedad le impide hablar, el ex ministro de Educación macrista grabó un video en sus redes donde expresó su mensaje con una novedosa tecnología que permitió que el convertidor utilizara una versión digital de su propia voz previa a su diagnóstico de ELA.
“Este mensaje lo hice con una versión digital de mi voz antes de la enfermedad. Hoy es una tecnología que no es accesible a todos pero va a ser un objetivo de mi fundación que lo sea. Quiero agradecer a mi amigo @ale.bonadeo por su trabajo para lograrlo”, escribió en su cuenta de Instagram.
En el video, de 2 minutos y 40 segundos de duración, Bullrich se lamentó de no haber podido estar en el búnker pero se sumó al festejo de los ganadores.
“Hoy no puedo estar en el búnker, pero no quería dejar de saludarlos y de estar presente con un mensaje: hace cuatro años yo estaba ahí festejando nuestro triunfo en 2017. Dos años después, los que festejaban eran otros y creo que parte de eso se debió a la euforia que nos generó nuestra victoria. Creo que nos nubló, nos encegueció, nos entregó en la soberbia”, arrancó diciendo senador.
Y agregó: “Espero que la distancia, como suele hacer, me permita ver con claridad. Todo triunfo se festeja, y hoy estamos consolidando una elección muy buena para nuestro espacio, pero creo sinceramente que no hay lugar para la euforia. Tenemos un país muy dividido y no porque no se pueda resolver, un país donde crece la pobreza, escasea el trabajo y la educación continúa en su degradación hacia niveles impensados años atrás”.
Recordó que en el 2001, “el país estuvo al borde del colapso total” y que “ya pasaron 20 años y le fallamos a otra generación”.
Pidió dejar de alimentar la grieta que divide a los argentinos y llamó a apostar por aquellos dirigentes que pueden dar el paso y proponer un acuerdo por encima de las diferencias. “Tendremos desacuerdos para siempre y diversas formas de ver el mundo, pero hay un país por encima de la grieta y mirando para adelante. Y hay nobleza en dar el primer paso, especialmente cuando uno está en la parte de arriba”, enfatizó.
Para cerrar su mensaje, convocó a la sociedad a “ponerle un norte a la salida de este laberinto” y llamó a que “el 2021 sea el comienzo de una Argentina que, si junta fuerzas y sale de la pelea táctica, puede apostar por una visión estratégica”.
“Hay muchos dirigentes hoy mismo en ambos búnkers que se que piensan como yo y que saben cómo hacerlo. Que Dios nos ilumine, que nos dé fuerza y coraje porque esta decisión, que es la Argentina, ya no puede esperar”, concluyó con un mensaje esperanzador mientras le da batalla a la enfermedad y sigue apostando por cambiar al país desde la política.
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