Al culminar la jornada de hoy se conocerán los primeros números de las elecciones de medio término. En medio de festejos y lamentos, en algún lugar oficialistas y opositores comenzarán a sacar cuentas y empezarán a tejer alianzas de cara a lo que será la nueva composición de la Cámara de Diputados.
Cuando comenzó el año, el presidente del bloque del Frente de Todos, Máximo Kichner, soñaba con que para el 10 de diciembre de 2021 iba a contar con quorum propio. Que iba a sumar 10 diputados a los 119 legisladores que hoy conforman el bloque oficialista para alcanzar el número necesario para sesionar. Sin embargo, como supo acuñar un ex presidente, “pasaron cosas” y las estimaciones muestran no solo que no sumará sino que perdería algunas de las bancas en juego.
Si hoy se repitieran los resultados de las PASO, el oficialismo deberá a empezar a establecer un nuevo rumbo en su estrategia parlamentaria en la Cámara Baja y comenzar a pensar en una política basada acuerdos y los consensos
Tomando los porcentajes de las elecciones de septiembre pasado, el FDT dejaría de ser la primera minoría y a partir del 10 de diciembre conformaría un bloque con 6 diputados menos, es decir, quedaría con un total de 115 legisladores.
El caso contrario es lo que pasaría con el principal frente opositor representado en el interbloque de Juntos por el Cambio ya que de repetir la performance del 12 de septiembre no sólo que no perdería legisladores sino que sumaría diputados, mejorando lo que fue la elección de 2017 en donde había recibido el mayor caudal de votos de su historia. Hoy tiene la posibilidad no solo de mantener la totalidad de sus 115 diputados -pone 60 escaños en juego en esta elección- sino que podrían llegar a un total de 118, lo que lo dejaría como la primera minoría.
En ese contexto es que mientras el Frente de Todos buscará pasar a una posición más defensiva, Juntos por el Cambio buscará atacar y ya avisó que irá en busca de lugares de poder. Aunque algunos sectores ya anunciaron que apuntarán a la presidencia de la Cámara de Diputados que hoy está en poder de Sergio Massa, lo que realmente hará JxC es avanzar con el pedido de presidencias de algunas comisiones ya que hoy no detenta ninguna de importancia.
Pero quienes verán subir el valor de sus acciones son los bloques de menor envergadura. Aquellos sectores que ocupan el centro del hemiciclo de la cámara -el oficialismo va a la derecha del recinto y la oposición a la izquierda- y donde predomina la defensa de lo federal, ya que muchos de sus legisladores responden a los gobernadores.
Hasta el próximo 10 de diciembre es un grupo de 20 legisladores en donde uno de los sectores más activos es el interbloque Federal, que ahora preside Alejandro “Topo” Rodríguez y en el que milita Graciela Camaño, que tiene 9 legisladores. En segundo lugar aparecen los “cordobeses” que responden al gobernador Juan Schiareti quienes conservarían las 4 bancas que tienen y después hay dos lugares del socialismo de Santa Fe. El otro bloque que queda en este sector que sí se desmembraría es el Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, conocidos como “los ramones” porque lo preside el mendocino José Luis Ramón. Este sector hoy tiene 6 bancas pero quedaría en 3 de las que dos son para Juntos Somos Río Negro y una para el Frente de la Concordia Misionera.
La novedad es que se sumaría a esta avenida del centro el ex ministro Florencio Randazzo, desde uno de los bloques existentes -por ejemplo, con el lavagnismo- o con un unibloque. También hay muchas miradas puestas en en la llegada al recinto de la derecha libertaria.
Los libertarios tendrían 4 bancas ocupadas por José Luis Espert, Carolina Piparo, Javier Milei y Victoria Villarruel. En igual cantidad de números quedará la izquierda que duplicará su presencia con la llegada de Nicolás Del Caño, Romina del Plá, Myriam Bregman y Alejandro Vilca.
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