El domingo pasado salió a la luz el documental “Jujuy Desoído”, que cuenta en detalle los abusos cometidos por la líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, en la provincia de Jujuy. Allí, distintas personas apuntaron contra la dirigente social y contaron sobre los maltratos, amenazas, usurpaciones y condenas públicas que sufrieron. A cinco días del estreno, el hijo de una de las víctimas que aportó su testimonio en el documental, fue blanco de un ataque perpetrado por un seguidor de Sala.
El hecho ocurrió ayer por la mañana en el barrio de Villa Belgrano de la capital jujeña. La víctima, un joven de 20 años, fue golpeado en la puerta de su casa por un miembro de la organización Tupac Amaru apodado “Bandido”. El ministro de Seguridad provincial, Luis Martín, contó a la prensa local que el agresor arremetió contra el joven y le robó el celular. Luego escapó.
Según trascendió, el delincuente estaba armado con un cuchillo y, tras apoderarse del teléfono, se escondió en el lugar donde vive: un polideportivo que pertenecía a la Tupac Amaru, en el que hay una pileta y habitaciones. Hasta allí se dirigió la madre del joven de 20 años. La mujer confrontó con el ladrón, que la amenazó de muerte. Poco después, llegaron efectivos de la policía provincial.
Al ver a los oficiales, el delincuente trató de escapar sin éxito. Se escondió en un comercio de la zona, donde finalmente fue detenido. Posteriormente, lo trasladaron a una dependencia policial y quedó alojado en un calabozo, a la espera de la declaración indagatoria prevista para este sábado, ya que la mujer radicó una denuncia en su contra por lesiones y amenazas.
El ministro Martín dijo que el detenido habría actuado en estado de ebriedad. “Lo importante es que el individuo fue reducido, arrestado y puesto a disposición de la Justicia. Y ya está recuperado el teléfono”, agregó.
El funcionario también señaló que “evidentemente el documental ha generado una cierta molestia”, y aseguró: “Nosotros vamos a proteger a estas víctimas que han tenido la valentía y el coraje de denunciar lo que venía pasando en épocas anteriores”.
“Jujuy Desoído” fue dirigido por Pablo Racioppi y producido por Gabriel Levinas. Consta de cuatro capítulos en los que varias personas denuncian a Sala por usurpar viviendas, golpear a dirigentes y extorsionar a vecinos.
Uno de los testimonios más impactantes es el de Octavio Bazán, un joven que sufrió la violencia de la agrupación cuando tenía 10 años y que vivió tutelado por Milagro Sala, en su casa y durante dos años. Convivió con un grupo de chicos provenientes de distintas familias que formaban parte de la Tupac Amaru. “El motivo por que el fui es que decían que hacía viajes. Pero no. Era para dar pena. Era para hacer como que ellos eran hijos adoptivos de Milagro”.
Bazán, hoy mayor de edad, recuerda en la entrevista su padecimiento. “Apenas ingresé, ya estaban pegándole entre cinco a un chico en la pieza de la Milagro. La regla era contestar todo que sí, si no la Milagro te lleva a la terraza, te pegan con él y cuatro años más”, indicó. Y siguió: “Con no decir lo que a ella le gustaba, su hija, Claudia, me clavaba con un cigarro en la oreja de la nada. Era elemento de burla”.
“Una vez me agarraron de a seis, me pusieron en una pieza y ella se reía. Lo tomaba por diversión. Agarraban una sábana, me tapaban y me decían: “Bueno, cuando te pares de dejamos de golpear”. Me pateaban, me golpeaban las costillas. No podía defenderme, tenía 10 años. Si vos te reías al lado de ella y ella estaba enojada, te castigaba. Sin almorzar, arriba”, explicó.
Pero el momento más duro del testimonio de Bazán fue cuando denunció públicamente una violación en la casa de Milagro Sala. “Hay un momento que pasó que pocos saben en la Tupac. Ella ingresó dos hombres, dos chicos adolescentes, y en el country de la Milagro, que está en El Carmen, sufrí una violación”, dijo conmovido. Se refiere a la casa que la dirigente jujeña tiene en el Dique La Ciénaga.
“Yo no dije nada. Me mantuve un mes callado por miedo. Y nadie me cree. Por momento que ella lo escondió. Todas las personas que estuvieron ahí nunca dijeron nada”, explicó. Su madre, que trabajaba con ella, también contó su padecimiento. “Es una mujer sin códigos. Nunca denuncié por miedo. Vivo con miedo a la represalia hasta el día de hoy”, sostuvo.
Otro de los testimonios pertenece a Soledad Mendoza, quien cuenta como le usurparon su casa los militantes de la Tupac Amaru por orden de Sala. Le rompieron la casa, su auto y le dispararon para amedrentarla a ella y su madre. “A mi mamá le pegaron, le agarraron de los pelos, la ramearon. La salí a defender pero a mí me pegaron más que a ella”, señaló.
Mendoza contó que tenía dos perros dogo que fueron colgados de un árbol y degollados. “Nos dejaron sin patio. Escribieron un cartel con carbón y pusieron: “Esto te va a pasar a vos si seguís jodiendo”, precisó. Luego, contó cómo entró en acción Milagro Sala. “Apareció a las patadas diciéndoles a los tupaqueros: ‘Yo doy la orden para que haga una Copa de Leche acá. Las que les paga soy yo y ustedes van a hacer lo que yo les digo’”, detalló. Ya agregó: “Agarraron mi casa como si fuera un terreno baldío. Soy una mujer que vive aterrorizada”.
Sala está presa desde el 2016. A partir de su detención, hubo varias causas en su contra con imputaciones consecutivas. La más importante fue la condena a 13 años por el desvío de fondos destinados a la construcción de viviendas y fue considerada “jefa de una asociación ilícita” por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Jujuy. En ese expediente, conocido como “Pibes Villeros”, hubo otros 29 imputados.
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