Si se cumplen los vaticinios de los analistas políticos Juntos por el Cambio se enfrenta a lo que sería su victoria más importante desde que ganó las elecciones presidenciales en 2015. Y en la previa a que terminara la campaña las divergencias y tensiones internas empezaron a salir a la luz.
Cada vez que se consulta a los dirigentes de Juntos por el Cambio sobre las tensiones que arreciaron el final de la campaña, la respuesta es siempre la misma: “esto es una coalición y siempre hay tensiones”. Pero cada vez son más visibles.
En el cierre de campaña de María Eugenia Vidal, en el momento en que tomó el micrófono Patricia Bullrich y comenzó su discurso en donde intentaba contar su recorrido por todo el país y tuvo que hacer un incómodo silencio ya que desde el sector de la Coalición Cívica y la columna del radicalismo que estaba bajo la bandera de Evolución Radical se comenzó a cantar “no se habla, con Milei no se habla”. Todo eso, con Martín Lousteau parado a metros de la titular del PRO mirando atentamente.
El canto que se escuchó el tarde noche de Palermo muestra que la anécdota de Bullrich en donde dijo que “todos pusimos la mano y nos prometimos dejar las internas hasta después de las elecciones” llegó a su fin y todos entienden que llegó el momento de empezar a administrar lo que entienden será un resultado favorable.
En este contexto, uno de los que se siente más cómodo es Horacio Rodríguez Larreta. El Jefe de Gobierno porteño impuso sus candidatos en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires, corrió a Bullrich que aspiraba a ser la cabeza de lista de la Ciudad, se mostró prescindente en Córdoba donde Mauricio Macri apostó y perdió e hizo campaña en las provincias en donde se eligen senadores buscando romper el quórum del peronismo en la Cámara Alta.
Rodríguez Larreta se mostró muy activo en la campaña bonaerense acompañando a Diego Santilli en todos los distritos en donde el candidato bajaba solo, sin el acompañamiento de Facundo Manes. La apuesta de “el Colo” fue la más fuerte del jefe porteño que ahora ya está lanzado hacia el 2023.
En medio de ese lanzamiento el ex presidente Mauricio Macri decidió modificar su rol y jugar en la campaña pero lo hizo mirando más hacia la interna que hacia las urnas. Un ejemplo de esto es el encuentro con Javier Milei, en donde no hubo una foto -algo común en la política- pero si expresiones del ex presidente respecto de la consonancia con los pensamientos del candidato libertario. Quizás, como dijo Ricardo López Murphy es “raro” que alguien de un partido haga campaña por uno de sus competidores.
Así, el grupo de los “halcones” de Juntos por el Cambio sacó las manos del “montoncito” que hicieron el pasado 12 de septiembre. Y, por si no quedaba claro que comenzó esa interna es que Mauricio Macri, Javier Milei, José Luis Espert, Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy firmaron la “Carta de respaldo al pueblo cubano” publicada por la Fundación Libertad, a través de su capítulo internacional, la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) que preside Mario Vargas Llosa. Ninguno de los representantes del larretismo o el radicalismo lo hizo. El “ala dura” de Juntos por el Cambio ya comenzó a jugar su propio partido.
En medio de esta interna aparece la Unión Cívica Radical que se muestra renovada y con fuerzas. Sin la sangría interna que parece mostrar el PRO, el radicalismo logró dos puntos que venía buscando desde hace tiempo: unificó el discurso y logró candidatos competitivos.
La irrupción de Facundo Manes fue una bocanada de aire fresco para el centenario partido y fue la cara de lo que busca la UCR ponerle coto al PRO y disputarle el poder dentro de la coalición. “Quedó claro que solo con Santilli no se ganaban las PASO” dijo el neuro especialista el día después de las primarias abiertas.
En ese momento Manes ya anticipaba como iba a ser la campaña para estas elecciones y dejaba en claro que era Juntos pero no mezclados. “Trabajaremos juntos con Diego para la elección de noviembre, será una coalición con distintas identidades, pero el mismo objetivo que es volver a ganar en la elección final”. Y así se desarrolló la campaña en la provincia de Buenos Aires en donde Santilli y Manes fueron en busca de sus votos y sólo en algunos distritos se mostraron juntos.
Como parte de la estrategia que viene de cara al 2023 el radicalismo ya no esconde sus aspiraciones de encabezar Juntos por el Cambio. Lo hace a través de actos como el que organizó días atrás en Ferro donde el radicalismo de la provincia de Buenos Aires mostró músculo electoral y capilaridad territorial. Y si eso no es suficiente, gobernadores como Gerardo Morales y el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo declaran sin dudar frente a la pregunta de para qué está la UCR que está para “pelear la presidencia de la Nación” en 2023.
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