La recompensa por algún dato que permitiera dar con su paradero era de dos millones de pesos. Desde noviembre de 2013, o sea, desde hace ocho años, lo buscaban; y este jueves se conoció que finalmente le dieron captura al ex teniente Roberto Carlos Brunello: represor de la última dictadura militar, acusado por “privación ilegal de la libertad, torturas y homicidio agravado”.
De 72 años, Brunello fue encontrado por agentes del Departamento Unidad de Investigación de Casos Especiales de la Policía Federal luego de varios meses de tareas, donde se pudo establecer que se escondía en la casa de un familiar, ubicada en la localidad bonaerense de Escobar.
A raíz de ello, se hicieron diversas tareas de vigilancia en esa zona Norte de la provincia de Buenos Aires y permitieron capturar al acusado sobre la calle Travi al 1.100, por la noche.
Tras el arresto, Brunello quedó a disposición del Juzgado Federal N°1 de Bahía Blanca a cargo del Walter López Da Silva, secretaría de Derechos Humanos de Anabella Macedo.
Según se informó, “Brunello prestó servicios en la compañía de combate “Mayor Keller”, perteneciente al Batallón de Comunicaciones 181, de la que varios de sus miembros y autoridades ya fueron condenados”.
El Batallón era la unidad encargada del Área 511 y, para la época de los hechos que se investigan, “estaba orientada específicamente a la concreción de los secuestros, el sometimiento a cautiverio y la aplicación de torturas, que se cometían en las instalaciones del predio militar”, detallaron.
Allí funcionaba también el centro clandestino de detención y tortura (CCDyT) “La Escuelita”.
“La causa por la que se buscaba a Brunello centra su investigación en integrantes del Ejército, agentes de las policías Federal y de la provincia de Buenos Aires y del Servicio Penitenciario Bonaerense por delitos cometidos contra 174 víctimas”, se informó.
Brunello está imputado por crímenes de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca durante la última dictadura militar, en la causa donde se investiga el accionar del V Cuerpo del Ejército.
Se lo acusa de los delitos de “violación de domicilio, secuestro y aplicación de torturas; también el ejercicio de violencia sexual y un homicidio bajo la modalidad de desaparición forzada de persona”.
Al ser llamado por la Justicia para prestar declaración indagatoria en el marco de la investigación por las violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco del terrorismo de Estado, Brunello se dio a la fuga. El 22 de noviembre de 2013 se pidió su captura: una medida que fue reiterada el 5 de junio de 2018.
Desde entonces, era uno de los prófugos más buscados y el último 12 de agosto se había elevado el monto de la recompensa por un dato que permitiera su captura a 2 millones de pesos, así lo decidió el Ministerio de Seguridad de la Nación.
El 8 de noviembre, dos días antes de la captura de Brunello, se conoció que se solicitó a la Justicia que declare imprescriptibles los crímenes realizados por Montoneros: fueron varias entidades y diputados quienes reclamaron que ataques, atentados y asesinatos cometidos por la organización guerrillera sean declarados de lesa humanidad.
La presentación se hizo ante el juzgado federal de María Servini para solicitar la reapertura de la causa por la bomba colocada por la organización terrorista “Montoneros” en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal en el barrio porteño de Monserrat. El ataque cometido el 2 de julio de 1976 y que provocó la muerte de 24 personas y decenas de heridos y mutilados.
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