Monseñor Eduardo García, un obispo cercano al papa Francisco emitió hoy una fuerte declaración pública ante el brutal asesinato de Roberto Sabo, un kiosquero de Ramos Mejía que fue baleado por una pareja de delincuentes, un ex convicto de 30 años y una adolescente de 15 años que actuó de cómplice en el robo seguido de muerte. Además, se refirió concretamente a la manifestación popular que se produjo en el centro de esa ciudad de La Matanza y respaldó los reclamos de justicia y más seguridad a las autoridades.
“Roberto era un hombre de trabajo, con familia, hijos, y ayer fue asesinado. Vecino apreciado, comerciante respetado, papá querido, marido amado. El pueblo de Ramos Mejía salió a la calle a decirlo porque Roberto sos vos, yo, tu papá, tu hijo…”, advirtió el prelado, en una declaración que difundió el Obispado de San Justo.
García no sólo fue designado en noviembre de 2014 en el cargo por el papa Francisco, sino que es un hombre que lo acompañó y fue un colaborador cercano de Jorge Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina. Es considerado como uno de los obispos que tiene línea directa con Roma.
En la declaración de esta noche, cuando aún continuaba la manifestación de la gente que fue a repudiar no sólo el crimen de Sabo, sino varios episodios de inseguridad que vienen castigando a la población de La Matanza. “Hay pueblada en Ramos Mejía. La voz de la gente se hace escuchar. Abrazamos el dolor de la familia y de tantas que han perdido seres queridos víctimas de la violencia. Caminamos al ritmo de sus pasos que hoy arrastran lágrimas”, advirtió García.
Y abundó: “Pero el dolor no nos ciega el entendimiento. Por eso pedimos una mirada atenta a quienes les corresponde cuidarnos para no seguir caminando con el miedo que paraliza la vida y la convivencia sana entre los matanceros. Rezamos por Roberto, su familia y amigos: que la paz encuentre lugar en sus corazones heridos y que atraviesen este tiempo de dolor inmenso con serena esperanza”.
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