En el Gobierno nacional miran con atención lo que está sucediendo en una casa de retiros de la zona de Pilar y esperan que esa institución que sobrevivió a las catástrofes e imperios de la historia sobre la base de la fe y el equilibrio hoy apele a eso último y espere una semana para dar a conocer su posicionamiento respecto de la realidad de la Argentina. Y hasta ahora parece que puede ser que los pedidos sean escuchados.
Los miembros principales de la Iglesia argentina se encuentran reunidas en el marco de la Conferencia Episcopal Argentina para elegir nuevas autoridades, analizar todo lo referente a la actividad pastoral y definir si emiten un comunicado respecto de la propia actividad de la institución o si, como sucede en muchas oportunidades y teme la Casa Rosada que se repita justo unos días antes de las elecciones, emite una opinión sobre la actualidad social, política y económica.
La Conferencia Episcopal culmina el viernes por lo que, de haber un comunicado en donde la Iglesia se exprese sobre la realidad social argentina, será en medio de la veda electoral y 48 horas antes de que se abran las escuelas para ir a votar. “Podría ser muy complejo un comunicado con tono crítico, acordate lo que le pasó a Cambiemos con la UCA”, dice un hombre que suele frecuentar la Casa Rosada.
Los militantes y ex funcionarios de Cambiemos quedaron muy dolidos cuando el Observatorio de la Deuda Social de la Argentina de la UCA dio a conocer sus estimaciones sobre la realidad social mostrando que la pobreza se ubicó en el tercer trimestre de 2019 año en el 40,8% de la población. Una hora más tarde, el presidente que prometió Pobreza Cero, hacía un balance de su gestión en cadena nacional.
En esta ocasión todo hace suponer que Fernández tendrá más suerte que Macri y la Iglesia esperaría hasta la semana que viene para emitir un comunicado en donde muestre su mirada respecto de la realidad social y económica que atraviesa la Argentina. “No necesariamente tiene que haber un comunicado, eso es potestad de los obispos reunidos y, además, no tiene que ser sobre la realidad social o política de la Argentina, puede ser que el documento tanga una temática más pastoral”.
Parte de esa línea de “no intervención” es a la que apuesta un sector del Gobierno nacional y se apalancan en el último viaje de Alberto Fernández a Roma para participar del G20 y donde no hubo un encuentro con el papa Bergoglio. En ese momento, desde el entorno del Presidente aseguraron que no hubo gestiones porque “el Papa no se va a reunir con el Presidente en medio de la campaña”.
Hoy comenzará la votación entre los 89 obispos para designar a las autoridades y todo hace suponer que monseñor Ojea será reelecto. Ayer, en lo que fue la primera declaración pública del encuentro y se hizo a través de la homilía que hizo frente a sus pares.
Así fue que el presidente de la Conferencia Episcopal presidió la celebración de la misa frente a sus pares e hizo un señalamiento respecto de la “fragmentación” social que se vive en el país y le pidió al resto de los obispos profundizar la labor pastoral.
La reunión culmina el viernes y se espera que Ojea sea reelecto pero que también se mantenga en su cargo el presidente de la Comisión de Pastoral Social, el hombre que hace de nexo entre la institución y los políticos, empresarios y sindicalistas, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones.
Lugones tiene una muy buena relación con el ex intendente de Lomas de Zamora y actual Jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, desde hace varios años. Y no guarda el mejor de los recuerdos de la gestión Cambiemos, tanto es así que el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena le mostró pruebas halladas en relación a un supuesto espionaje ilegal del que habría sido víctima junto al mismo Insaurralde.
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