Cuatro días antes de unas elecciones generales que se presentan complicadas para el Frente de Todos, dirigentes de movimientos sociales y la CGT le dijeron al presidente Alberto Fernández que planean convocar una manifestación tres días después de los comicios del próximo domingo para “apoyar la segunda etapa” de su gobierno. Se realizaría con motivo del Día de la Militancia, el 17 de noviembre, una fecha de importancia para el peronismo. El primer mandatario lo vio con buenos ojos, pero evitará convocar él mismo.
Después de una reunión que mantuvo el primer mandatario con dirigentes de sindicales y sociales afines en la Casa Rosada, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, tuiteó: “La CGT y los Movimientos Sociales manifestaron su deseo de llevar adelante una manifestación el próximo 17 de noviembre para celebrar el Día de la Militancia y apoyar la segunda etapa del gobierno para seguir avanzando en la recuperación económica y la justicia social”, dijo la vocera del Gobierno a través de su cuenta de Twitter.
Del encuentro que encabezó Alberto Fernández durante dos horas -entre las 11.30 y las 13.30- junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, participaron algunos de los dirigentes gremiales más afines al oficialismo: Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Héctor Daer y Carlos Acuña (CGT), Gildo Onorato (UTEP), Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Juan Carlos Alderete (CCC).
Con el resultado del domingo aún por conocerse, todas las expectativas apuntan al 15 de diciembre y los sindicatos y organizaciones sociales de la órbita del peronismo buscan dar una nueva señal de apoyo a la Casa Rosada de cara a los dos años que restan de gestión para el actual mandato del Frente de Todos hasta las elecciones de 2023.
El gobierno nacional avizora tiempos difíciles para los días posteriores a las elecciones a medida que las mediciones de opinión pública siguen arrojando proyecciones negativas para el Frente de Todos. Sigue muy presente el antecedente de la derrota en las PASO, que hace dos meses sumió a la coalición oficialista en una crisis política cuando el kirchnerismo amenazó con vaciar de poder la Casa Rosada. Las grietas internas se apaciguaron con el transcurso de las semanas posteriores, pero sigue latente.
Después de aquel cimbronazo interno que amenazó con quebrar la alianza, el Movimiento Evita había convocado a una manifestación “en defensa de la democracia”, que finalmente realizó con apoyo de La Cámpora, la organización de Máximo Kirchner que se sumó en señal de sintonía interna. Ahora, la organización que conduce Emilio Pérsico busca realizar un evento similar, junto a los sindicatos.
En caso de que el domingo se registre una derrota similar o peor a la de las PASO, se esperan tiempos difíciles para el equilibrio interno en el Gobierno. El Presidente ya piensa en el día después de los comicios y se apoya en los movimientos sociales y en los sindicatos para surfear las diferencias internas que puedan resurgir el 15 de noviembre.
Según dijeron fuentes al tanto de lo conversado en la reunión que tuvo lugar este mediodía, el primer mandatario vio con buenos ojos la intención de los movimientos sociales de marchar a su favor.
En el encuentro también se conversó sobre el proceso de unificación que busca concretar la CGT en el Confederal el próximo jueves. “El Presidente celebró ese camino de unidad y les manifestó su apoyo”, dijeron fuentes oficiales. Por su parte, los movimiento sociales “transmitieron su decisión de trabajar en conjunto con la CGT y el Presidente los animó a hacerlo”, se detalló.
El viernes, encabezó un acto en organizado por Rodríguez, de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) en Avellaneda, junto a miembros del gabinete nacional y dirigentes gremiales de la CGT. Allí, el primer mandatario envió un mensaje contra el gobierno de Mauricio Macri para aglutinar a los propios. “Yo también podría acordar con el FMI en cinco minutos, pero no podría mirarlos a los ojos a ustedes”, sostuvo.
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