El mismo día que la vicepresidente Cristina Kirchner fue intervenida quirúrgicamente en el Sanatorio Otamendi, los periodistas Jonatan Viale y Lucas Morando lanzaron desde los micrófonos de su programa en Radio Rivadavia una campaña para lograr una ley que obligue a los políticos a que se atiendan en hospitales públicos. No sólo fue la operación de la ex presidente la que puso en debate otra vez el tema. Son varios los casos de dirigentes que también optaron por atenderse en el sector privado y que con su decisión enviaron un mensaje contradictorio a la sociedad.
La iniciativa de los comunicadores no se queda únicamente en ese detalle. Según explicaron, la normativa además los obligaría a usar otros servicios que dependen del Estado, como el transporte o la educación. Es decir, los dirigentes de todo el arco político deberán movilizarse en colectivo o tren y sólo podrían mandar a sus hijos a colegios públicos. “Señores: hoy empezamos al aire una campaña muy seria para sacar una ley que obligue a los políticos a atenderse en hospitales públicos”, escribió Morando en su cuenta de Twitter el día del lanzamiento de la campaña, que tuvo gran repercusión en esa red social.
La normativa, cuyo nombre se debate entre “Ley Patriota” o “Del político honesto”, también involucra los ingresos de los dirigentes. De acuerdo con la explicación del periodista, deberán cobrar en bonos en pesos atados a su productividad. “Como dice (el economista) Claudio Zuchovicki, si defaultean, por ejemplo, pierden. Si sacan Argentina adelante, ganan más”, agregó.
En diálogo con Infobae, Morando explicó que él mismo va a redactar el proyecto y después del verano, con la conformación del nuevo Congreso, lo van a presentar. Si bien la iniciativa es firme, es consciente de que es muy difícil que se apruebe. “En general los políticos no consumen los bienes que regulan, las cuestiones esenciales que ellos mismos regulan. Tuvimos un ministro de Educación como Nicolás Trotta o como todos los ministros de Educación de este país, que mandaba a sus hijos a colegios privados. Tenemos políticos que ahorran en dólares. Te dicen en conferencia de prensa que ahorrar en dólares está mal, que el Blue es un mercado marginal, que hay que ser patriota y después tienen ahorros en moneda extranjera”, criticó el comunicador.
Además de Cristina Kirchner, hay otros casos de dirigentes que eligieron el sistema privado pese a que en sus discursos ponderan lo público. Por ejemplo, hace unos meses la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, se sometió a una cirugía para extraer un tumor benigno en el hospital Austral. Su decisión generó el rechazo de empleados del hospital de Quilmes, quienes lamentaron que la dirigente “no confiara su salud en ellos”.
O está el caso del ex presidente Mauricio Macri, a quien le extirparon un tumor benigno del intestino en el Sanatorio Otamendi el año pasado. También Elisa Carrió, quien tuvo una descompensación hace unos 10 días y fue ingresada en observación en una clínica privada de Mar del Plata. Son, en general, los mismos dirigentes que plantean la necesidad de fortalecer el sistema público de salud.
En medio del revuelo por la intervención quirúrgica del jueves de Cristina Kirchner, otro referente de la política se llevó (por unos minutos) la atención de los medios de comunicación: el ex presidente Eduardo Duhalde sorprendió al aparecer aquella mañana en la puerta del Sanatorio Otamendi, mientras se esperaban novedades de la operación a la actual vicepresidenta.
Le preguntaron si estaba allí para visitar a CFK, pero la respuesta esclareció el verdadero motivo de su presencia: “Operaron de la columna a mi mujer -Chiche Duhalde-, pero no salió muy bien así que hace una semana que estamos acá”, explicó el histórico dirigente peronista.
Para no ir muy lejos, en sus días de Presidenta, Cristina Kirchner dio un discurso en el que dijo que sólo “hay sistema de salud pública, cuando los presidentes se atienden en hospital público” y que “lo demás es puro cuento”.
La idea del proyecto -profundizó Morando- es una campaña y redactar un proyecto de ley, que él mismo va a escribir, que básicamente obliga a los políticos de determinado escalafón para arriba que consuman servicios públicos. “No pueden ir a un hospital privado, no pueden mandar a sus chicos a un colegio privado. Esto tiene un montón de matices que hay que ir reglamentando. Lo mismo para el transporte público, donde tengan un determinado número obligado de viajes. No puede ser que sólo viajen en subte o en colectivo durante la campaña. O que no sepan cuánto vale el boleto”, agregó el conductor.
Hay otro tema vinculado en el proyecto que es secundario pero no menos importante. Tiene que ver en cómo se les debería pagar a ciertos dirigente. De acuerdo con la explicación de Morando, que cobren su sueldo atado a un bono soberano que fije la rentabilidad de lo que ganan. “Ninguno de ellos vive de su sueldo. Eso lo sabemos. Son todos empresarios, contadores, abogados, etc. Entonces que cobren dependiendo de ese bono. Si destruyen el país, el bono se deprecia y no cobran nada. Si somos potencia, ganarán mucha plata”, agregó.
La falta de respuesta por parte de los políticos a la iniciativa fue una reacción en sí misma. El comunicador reveló a este medio que ningún dirigente lo llamó ni le escribió luego de lanzar la campaña. “Ninguno quiere regular lo que ellos mismos cobran. Sólo me escribió uno del partido Libertario, que no fue Javier Milei, que a manera de chiste me preguntó si la medida también los incluía a ellos que defienden la libertad y le dije que sí”, contó.
Morando redactará el proyecto con la asesoría de especialistas y luego lo presentará. Reiteró que ve muy difícil que lo aprueben pero hará el intento al menos de instalar el tema que casi el 100% de sus seguidores en Twitter y de sus oyentes de la radio apoyaron.
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