En medio de un clima de represión, violación de derechos humanos y persecución política -y con siete precandidatos a la presidencia privados de su libertad que no podrán participar de la contienda-, mañana se llevarán a cabo las elecciones en Nicaragua. Los comicios, en los que Daniel Ortega irá por su cuarto mandato consecutivo, tendrán presencia argentina: el secretario general de la agrupación kirchnerista Populismo K, Hipólito Irigoyen, viajó para oficiar como uno de los veedores internacionales cuyo fin es “garantizar la transparencia” del proceso.
Irigoyen arribó ayer a suelo nicaragüense, tras un largo viaje con escalas en Asunción del Paraguay y Panamá. En diálogo con Infobae, contó que fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Managua por el embajador de Nicaragua en Argentina, Orlando Gómez. Y describió sus primeras sensaciones en el país centroamericano: “La realidad es que se ve a un pueblo muy tranquilo, que vive las elecciones con mucha expectativa y felicidad”.
Durante las primeras horas de su estadía que se extenderá hasta el martes que viene, el dirigente compartió una cena con más de 200 acompañantes electores y periodistas llegados desde Rusia, Estados Unidos, Cuba, Costa Rica, Venezuela, Paraguay, entre otros países. Luego concedió una entrevista televisiva. En tanto, en su agenda para ese sábado figuraban reuniones con distintos funcionarios locales. La intención de las autoridades nicaragüenses es que los visitantes conozcan lo más posible de los programas de gobierno y el proceso electoral.
“Populismo K” es una agrupación de la Ciudad de La Plata conformada por militantes afines al kirchnerismo más duro, que en los últimos años ha cobrado trascendencia por exigir la liberación de dirigentes que han sido parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Primero ante Mauricio Macri y luego ante Alberto Fernández, a quien presionaron por un indulto o amnistía para los presos K y por una “reforma judicial urgente”.
El dirigente explicó que fueron elegidos para ser parte de los comicios “por la impronta de nuestra agrupación”. La invitación formal llegó por parte de Gómez, a través de un documento en el que la embajada nicaragüense le “reitera” a Irigoyen “los términos que verbal y telefónicamente” le fueron transmitidos en cuanto a “la importancia de su presencia en la República de Nicaragua, entre las fechas 5 al 9 de noviembre, dado el proceso electoral a llevarse a cabo el domingo 7 de noviembre de 2021″.
Si bien Irigoyen sostiene que haber sido invitados “es un orgullo enorme”, se quejó de que Nicaragua sea de “los países que están siempre bajo la mira de Estados Unidos”: “¿Por qué tiene que garantizar y legalizar sus elecciones, y cuando en Estados Unidos vota el 30% del padrón nadie le discute?”, se preguntó el militante.
La semana pasada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó un informe donde señala que los comicios de Nicaragua ocurren en un “clima de represión y cierre de los espacios democráticos en el país”. “Con ello se busca la perpetuación en el poder en forma indefinida y mantener privilegios e inmunidades, en un contexto de represión, corrupción, fraude electoral e impunidad estructural”, advierte el órgano de la OEA contra el gobierno del ex guerrillero sandinista.
Según la CIDH, producto de la represión de las manifestaciones hubo al menos 328 muertos, 1.614 detenidos, de los cuales 136 siguen presos, y más de 103 mil exiliados. El informe destaca que este año, fueron privadas de su libertad “arbitrariamente” más de 30 personas, incluidos siete precandidatos a la presidencia, que permanecen detenidos a casi una semana de las elecciones.
Nicaragua se ha transformado en un “Estado policial”, donde Ortega “tiene instalado un régimen de terror”, con un “intenso y sistemático” ataque a las libertades públicas “a través de las instituciones de seguridad estatales y paraestatales”, señaló la CIDH.
En este marco, el Gobierno de Alberto Fernández se abstuvo en la última votación de la OEA (Organización de Estados Americanos) en la que se volvió a exigir por “la liberación inmediata” de los opositores detenidos en Nicaragua antes de las elecciones de mañana. Argentina fue uno de los ocho de los 34 miembros activos del bloque regional que no apoyaron ese pedido.
Desde Cancillería explicaron a Infobae que la abstención de Argentina correspondió a que el Consejo Permanente de la OEA hizo una “consideración apresurada” de este tema que “resulta improcedente y extemporánea”, debido a la proximidad de los comicios en Nicaragua y “la inminente realización del 51 Período de Sesiones de la Asamblea General de la OEA” prevista entre el 10 y 12 de noviembre, donde se debatirá, entre otros temas, la situación nicaragüense.
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