Diego Leuco: “Sea cual sea el resultado de las elecciones, el Gobierno va a ir hacia la radicalización”

En una entrevista íntima con Infobae, el periodista también habló sobre el giro que quiere darle a su carrera profesional, de la despedida de Longobardi de la radio, y acerca de su reemplazo: “Siempre es halagador estar en una nómina de personas que podrían llegar a ponerse la 10 de Messi”

Guardar
Diego Leuco: “Me gustaría modificar la importancia o la impronta que tiene la política en mi carrera”

Diego Leuco recibió a Infobae horas antes de comenzar su programa de radio en Mitre. Ese día no fue uno más, esa misma mañana Marcelo Longobardi anunciaba en Cada mañana que había decidido dejar la conducción del programa más exitoso de la radio Argentina. En la puerta de la calle Mansilla 2668, había montada una importante guardia periodística y un clima de nostalgia se respiraba en el lugar.

A las 14 en punto llegó Diego y nos recibió en su segundo hogar. Nos llevó al nuevo estudio que la radio tiene en el segundo piso, inaugurado hace pocos meses, y desde donde todos los días conduce Diego a la tarde, de 16 a 17 hs.

En una charla a fondo y amena, Diego habló de todo. Por ejemplo, la decisión profesional de dejar de ser un periodista únicamente político para dedicarse de lleno a lo que más le gusta: la conducción neta y el mundo del entretenimiento.

Con 32 años, hoy su nombre también suena -aunque él prefiere mantenerse lejos de los rumores- como uno de los periodistas que podría ocupar el lugar que deja vacío Longobardi.

Leuco se mantiene crítico con el kirchnerismo, pero asegura que hoy no le entusiasma ningún dirigente ni partido político. No usa Twitter. Es desordenado y su vida esta cronometrada para llegar siempre a horario a su trabajo. A la hora de hablar de amores, sigue al pie de la letra el consejo que le dio su amigo Ángel de Brito.

Diego Leuco en su programa de radio
Diego Leuco en su programa de radio

—¿Cómo vivió la noticia de que Longobardi deja la radio? ¿Qué sintió cuando el conductor se quebró al leer, en su despedida, el mensaje que usted le envió?

—Fue muy emotivo y sorpresivo también. Yo le escribí un mensajito diciéndole lo que sentía, obviamente, sin ninguna idea ni intención de que saliera al aire. No sabía que lo iba a leer. Se lo mandé porque de verdad, cuando entré a la radio, ya hace bastante tiempo, tenía una responsabilidad gigante: conducir el programa de Lanata cuando él no estuviera y eso me daba nervios, aunque a la vez era un honor. Pero yo a Jorge lo conocía, tenía una relación previa muy linda con él, por distintos motivos, en cambio a Marcelo no lo conocía, a María Isabel no la conocía, a Rolo Villar no lo conocía y desde el primer día que tuve que reemplazar a Jorge y venir a hacer el pase fueron tan buenos, tan amables, tan compañeros, tan humanos, lo que le puse en el mensaje, tan contenedores, tan estrictos también cuando había que serlo, no por algo en particular, sino con el ejemplo de venir a laburar, de levantarse todos los días, del esfuerzo, de la responsabilidad, de honrar este lugar donde estamos, el espacio, el aire, a los oyentes. Han sido una escuela para mí. Y tenía ganas de decírselo.

Imaginate, yo estaba en casa, me puse el despertador temprano como un montón de gente, esperando. No sabía lo que iba a decir, no tenía idea, no había hablado con él, no había hablado con nadie de la radio tampoco. Era un oyente más. Como todos los días. Y me sorprendió, me emocionó mucho, me resultó un honor gigantesco estar, de alguna manera, en ese momento tan importante para la radio, para Marcelo y bueno, también para mí. Así que se lo agradezco. Aprovecho y le agradezco porque fue muy emocionante, muy.

—¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza sobre la decisión de Longobardi?

—Yo tengo una política personal: cuando pasan este tipo de cosas en el lugar donde laburo trato de no enterarme de nada. Lo que te decía recién, un oyente más, un televidente más, un lector más. Me fui enterando de las cosas mientras se iban publicando. Quiero mucho a todas las personas que laburan en la radio, entonces, trataba de mantenerme al margen. Y por supuesto para mí se confirmó cuando el lunes la radio escribió el tweet, pero hasta entonces yo no sabía nada y no quería saber.

Diego Leuco: " A cualquier conductor que le ofrezcas la primera mañana de la radio más importante del país, lo entusiasma” (Gastón Taylor)
Diego Leuco: " A cualquier conductor que le ofrezcas la primera mañana de la radio más importante del país, lo entusiasma” (Gastón Taylor)

—¿Creyó que se podía ir?

—A ver, soy periodista, y cuando leo una nota me doy cuenta, más o menos, quién habló, de dónde salió la información, cómo se fue construyendo la situación. Me imaginaba que era un desenlace que podía ocurrir.

La verdad es que lo felicito, porque creo que tiene una convicción y un motivo de búsqueda personal en el cual me siento muy identificado. Me parece que está bueno poder tener esa oportunidad de hacerlo.

Para la radio, por supuesto, es una pérdida. Marcelo es un tipo fundamental. Pero bueno, yo siempre creo que estas cosas son para mejor. Será para mejor para él. Seguramente será para mejor para la radio también. Me parece que es algo que está en la naturaleza de las cosas, que los ciclos terminan y está bueno cuando terminan así. Cuando uno puede tomar la decisión. Para mí eso es lo más sano que hay. Y me alegro por Marcelo, si él está feliz con la decisión, estoy feliz por él. Y también espero que sea una oportunidad linda para la radio.

¿Se ve en la radio, temprano, conduciendo, levantándose a las 4.30 a.m.?

—(Risas). Yo nunca, nunca, nunca voy a tomar una decisión profesional por el horario. Es lo que te decía antes, yo amo estar acá. Yo quise hacer la nota acá porque... ¿En dónde la querés hacer? Esto es mi casa. Esto, el estudio de Telenoche, los estudios donde he trabajado. Y no lo digo como una forma de decir, yo soy feliz acá. Amo estar acá. Disfruto estar acá. Por lo tanto, me da igual a la hora que me tenga que levantar. Tiene que gustarme el proyecto, nada más que eso. A cualquier conductor del mundo imagino que le decís la primera mañana de la radio más importante del país, o sea, el horario más importante, la radio más importante, lo entusiasma. Pero no me subo a ninguna carrera, no estoy desesperado ni apurado por nada. Sé que la radio lo va a resolver súper bien y voy a estar de acuerdo con cualquier decisión que se tome. Siempre es halagador estar en una nómina de personas que podrían llegar a ponerse la 10 de Messi. Y sí, obvio, está bueno, es lindo, es halagador.

—¿Quién cree que podría ocupar mejor ese horario?

—Y, es difícil lo que preguntás, porque cualquier cosa que diga va a generar cierto ruido.

No sé bien qué decirte, te imaginás que tengo gente que a mí me parece fantástica, pero bueno, no sé. No quiero hacer lío.

—¿Gente joven?

—Sí. Hasta acá (risas).

—Hablando de cambios y cierre de ciclos, ¿por qué termina Ya somos grandes en TN?

—Un poco eso que te decía. Salvando las gigantescas y enormes distancias me sentía muy identificado con lo que decía Marcelo. A mí me gusta hacer las cosas mientras me generan entusiasmo, pasión, esa electricidad que te lleva a hacerlo con entrega total. Para mí las cosas solo se pueden hacer así. O cuando las disfrutás plenamente. Y yo hace ya un tiempo largo que vengo pensando en que me gustaría modificar un poco la importancia o la impronta que tiene la política en mi carrera. Resulta que en mi vida la política ocupa el 80% y un 20% está vinculada a otras cosas. Y dije bueno, qué sé yo, tengo 32 años, no tengo hijos ni ninguna persona que dependa de mí, entonces, voy a perseguir el sueño de dejar de hacer cosas exclusivamente políticas. Acá en la radio hago de todo, es como un magazine. En Telenoche lo mismo, es una variedad temática, de matices y de colores que a mí me resulta fascinante. Y el programa exclusivamente de política es algo que me dejó de entusiasmar, que siento que no tiene que ver tanto conmigo.

El otro día escuchaba una frase de Calamaro que me parece buenísima: “Crecer es buscarse problemas nuevos”. Y estoy en eso, tengo ganas de tener otros problemas. Obviamente la política me gusta, acá cada tanto comento, hago una editorial porque me duele la Argentina, siento que puedo aportar algo. Pero ni de casualidad es mi interés principal. Y no quería que fuera el motor principal de mi carrera.

Diego Leuco: “Quiero ser más genuino en mi carrera, como soy yo en la vida”
Diego Leuco: “Quiero ser más genuino en mi carrera, como soy yo en la vida”

Ya somos grandes empieza con una editorial, y uno cree que ese es el momento que más disfruta el conductor. ¿Es realmente así?

—No es lo que más me gusta. Yo disfruto mucho más estando acá en la radio o en Telenoche donde hablamos de una nota más de color, más social, algún policial, algo de espectáculos. Y Ya somos grandes me exigía eso, que una vez por semana me ponga en modo “persona seria”, diciendo cosas serias y opinando fuerte, y no siempre tengo ganas de opinar o decir algo.

—Aprovecho que todavía es el conductor de un programa político para preguntarle: ¿qué es lo que más le avergüenza o sorprende de la actual dirigencia política?

—Yo soy muy crítico del kirchnerismo. Eso es una obviedad. Para mí el kirchnerismo le ha hecho mucho, mucho daño a la Argentina. Me parece que está bastante claro en este punto, de a poco hay muchas cosas que se están viendo... Muchos malentendidos o muchas cosas con las que el kirchnerismo ha tenido una habilidad enorme para disimular o para contar de otra manera, y que está claro que ahora hay un porcentaje grande de la sociedad que se ha dado cuenta de ciertas cosas, que eran verdades inalienables, y que no lo eran tanto. Y eso me parece que está bueno, me parece que la sociedad argentina está atravesando un proceso de madurez, que está buenísimo, me parece muy emocionante y útil.

Si bien soy muy crítico del kirchnerismo, no me entusiasma demasiado ningún dirigente político en particular. La verdad es eso lo que me pasa. Me parece que están todos como en una especie de discusión muy alejada de la gente y que la sociedad demostró que no ganó nadie en las elecciones, que la única que ganó fue la sociedad diciendo: “Che, miren, esto que estamos viviendo, así como está, no nos gusta nada. Empecemos otra cosa nueva y pónganse las pilas todos”. Todos.

La política en general está muy endogámica, hablándose entre ellos, muy preocupados por frivolidades y la gente está desesperada. Desesperada por la inseguridad, por la economía, por la incertidumbre, por lo mal que se vive. Y hasta que no haya un dirigente político con verdadera convicción y con verdadera pasión que empiece a entender eso me parece que va a costar salir. Pero bueno, siento que estamos en un camino positivo.

Alfredo Leuco entrevista a Raúl Alfonsín en su programa "Le doy mi palabra". Atrás, Diego Leuco, acompañando a su padre al trabajo
Alfredo Leuco entrevista a Raúl Alfonsín en su programa "Le doy mi palabra". Atrás, Diego Leuco, acompañando a su padre al trabajo

—¿Cómo percibe el 14 de noviembre?

—Yo creo que va a haber un resultado similar al de las PASO. Tengo una anécdota muy loca con respecto a las PASO. Cuando perdió el kirchnerismo, yo dije acá en estos mismos micrófonos, que me daba la sensación de que el Gobierno se iba a radicalizar más. Tan fuerte que hasta probablemente lo trajeran de nuevo a Aníbal Fernández. Y me fui a mi casa, en realidad, me fui al canal pensando:”¿No habré dicho de más? ¿Por qué tengo que decir esas cosas, por qué?”. Pero era una convicción, lo dije porque realmente sentía que era algo que podía pasar y que era muy ilustrativo de lo que yo pensaba que se venía. Y a los cinco días se confirmó que aparecía Aníbal Fernández.

Ahora, lo de Aníbal te parece natural porque está en el Gobierno, pero al día siguiente a las PASO decir eso era como: fijate lo locos que están que pueden traer a Aníbal.

Yendo a tu pregunta, creo que el 14 va a pasar lo mismo. Que sea cual sea el resultado el Gobierno va a ir hacia la radicalización. Se va a acercar a los componentes más extremos que tiene, porque es lo que han hecho siempre: redoblar la apuesta. Y bueno, siento que eso va a traer una época que requiere mucha responsabilidad de parte nuestra en los medios, de la sociedad, de la oposición, del propio oficialismo. Ojalá estemos a la altura. Ojalá que, pase lo que pase, termine en paz, termine como tiene que terminar, que haya elecciones como tengan que ocurrir y que la gente decida. No es tan difícil lo que hay que hacer.

—¿Cómo lo ve al Presidente?

—Y, lo veo en un momento de mucha debilidad, pero también producto de algo que era obvio que iba a ocurrir. Desde el comienzo, la fórmula nació al revés; puede haber sido una buena idea desde el punto de vista del marketing electoral, de buscar esconder ciertas falencias de Cristina en una construcción que se hizo de Alberto, que no era real porque Alberto nunca fue un moderado, nunca fue un estadista, nunca fue una persona que haya construido la política. Pero funcionó para ganar una elección, aunque fue una pésima idea a la hora de gobernar y está claro. No se quieren, se llevan mal, no se respetan, se tienen mucho recelo, mucha desconfianza. Hay dos gobiernos al mismo tiempo. Por un lado, un gobierno que es amigo de Venezuela y, por el otro, después corre desesperado a tratar de hacer un encuentro ahí medio forzado con Biden en la cumbre del G20. Es muy difícil para un país tener dos gobiernos y que los dos piensen cosas totalmente distintas, que encima ni siquiera mantienen. Lo veo así al Presidente, lo veo muy debilitado por él mismo y por Cristina. Por ese vínculo que generaron que ya nació mal, porque son dos personas que no se respetan.

—Proyectos para el 2022. ¿Cómo sigue Diego Leuco?

—Con Telenoche, recontra, amo.

—¿Cómo es conducir Telenoche”?

—Hermoso. Telenoche es un lugar icónico, un lugar emblemático. 60 años de historia. Nombres impresionantes en la conducción. Y lo vivo con una felicidad enorme. Nos llevamos súper bien con Lu. Tenemos una conexión muy linda. Somos recontra distintos, personalidades totalmente diferentes, pero conectamos ahí en ese proyecto de Telenoche que nos tiene muy unidos, muy atentos, con muchas ganas. El equipo de producción también está laburando a full. Estamos todos con ganas de hacer lo que hacemos. Nos está yendo bien en la tele, lo cual es súper difícil.

Diego Leuco y Luciana Geuna, conductores de Telenoche
Diego Leuco y Luciana Geuna, conductores de Telenoche

—¿Cómo se maneja con el tema de las críticas?

— No, no me afecta. No me afecta para nada.

—¿Cómo se maneja con las redes sociales?

— No tengo Twitter.

—¿Por qué?

—Porque me parece que Twitter, justamente, es un lugar en donde el código es ese, es ver quién es el más picante o quién es el más bravo, o quién es el que hace el comentario más ácido. No es mi estilo. Yo no soy así. Y por lo tanto no es una red donde me siento cómodo. Sí estoy mucho en Instagram. Me gusta mucho. Estoy mucho en Tik Tok. Me divierte Twitch. Estoy explorando un poco todo eso.

De verdad no le presto mucha atención a la mirada ajena. Solo, por supuesto, a las personas a quien yo respeto, admiro, a quien tengo cerca. Ahí sí me interesa mucho, pregunto mucho. Pido que me critiquen. Me interesa el intercambio. Me gusta hablar de mi profesión, me gusta filosofar con otros conductores de nuestra profesión. Me gusta entenderla y me gusta observar a otros. Me gusta pensar qué herramientas son más útiles para una situación y qué herramientas son más útiles para otra.

—Le gusta hablar con sus colegas de la profesión. ¿Cómo ve al periodismo hoy?

—Lo veo súper bien. A mí me parece que a veces como que queda bien decir que los medios argentinos son malos, que el periodismo está en un pésimo momento. Para mí todas las profesiones del país están igual que el país, cuando el país está mejor, están mejor, cuando el país está peor están peor. Para mí hay profesionales periodistas increíbles en este país, de todo tipo. Más o menos histriónicos, más o menos solemnes. Hay para todos los gustos. Hay 250 millones de canales, 200 radios, 7000 portales, 10 000 revistas, hay una variedad, una multiplicidad maravillosa. Si no te gusta uno cambiás, ponés otra cosa, lo seguís en Twitter, lo seguís en las redes. O sea, vas a encontrar quien te guste y vas a encontrar quien no te guste. Para mí es de un nivel espectacular el periodismo argentino. Y por supuesto hay gente que me gusta y gente que no, como a todo el mundo. Pero me parece que en líneas generales hay mucha variedad, mucha calidad.

Diego Leuco:"Para mí hay profesionales periodistas increíbles en este país. Más o menos histriónicos, más o menos solemnes. Hay para todos los gustos"
Diego Leuco:"Para mí hay profesionales periodistas increíbles en este país. Más o menos histriónicos, más o menos solemnes. Hay para todos los gustos"

—Vamos a algo más personal. ¿Cómo es vivir siendo el hijo de Alfredo Leuco?

—Y, te vas acostumbrando. Siempre me duele más que lo critiquen a mi papá que me critiquen a mí. Y a él le duele más cuando me critican a mí que cuando lo critican a él. Eso es un poco así, eso es el amor finalmente. Pero no, mi viejo más allá de la grieta o de la política, que es todo esto que estamos hablando, que es como el show y la polémica, ese clima raro donde vivimos los argentinos. En la vida real, que es la gente con la que yo me encuentro todos los días cara a cara, cada vez que me encuentro con alguien que laburó con mi viejo, le manda un beso, un abrazo, su admiración, su recuerdo de lo buen tipo que era, de lo buen jefe que era. No sabés la cantidad de gente que me dice que mi viejo era buen jefe. Y eso para mí vale un montón. Me llena de orgullo, me llena de emoción. Se lo transmito cada vez que me lo dicen. Y eso es lo que vale. Después, la discusión, el griterío, que eso es un poco también lo que me cansó, lo que no me copa. Yo no soy así, no me gusta estar en la discusión, en el griterío, la polémica. Nunca polemicé con nadie, nunca insulté a nadie, nunca me metí en ninguna pelea que no me correspondiera. No me gusta mucho este barullo permanente en el que estamos. Me parece que es innecesario, feo.

—Si le diera la posibilidad de recuperar una sola cosa que haya perdido en estos 32 años, ¿qué sería?

—Uf, qué pregunta. Te diría a mis abuelos, pero son dos. Justo mis dos abuelos, tanto el papá de mi papá como el papá de mi mamá. Uno falleció hace poco, el papá de mi papá, y mi nonno, el papá de mi vieja, hace ya unos años. Pero te imaginás que no podría elegir a cuál de los dos.

Después, trato de sacar la parte buena de lo que sí está. No pienso mucho en lo que no está. Siempre pienso para adelante.

Tengo una amiga que me decía: “No puedo creer cómo cuando ocurre un problema, instantáneamente, vos ya estás viendo el aspecto positivo de ese problema”.

—¿Se podría decir que desdramatiza?

—Sí. Hay que desdramatizar todo. Siento que vivimos como en estado de cólera y de locura permanente y por eso también es un poco lo que te decía, quiero ser más genuino en mi carrera, como soy yo en la vida.

Diego Leuco: "Siempre me duele más que lo critiquen a mi papá que me critiquen a mí"
Diego Leuco: "Siempre me duele más que lo critiquen a mi papá que me critiquen a mí"

—Ahora, le voy a dar un celular. Usted va a darle Play a cada uno de los videos que va a ver y me va a responder lo que sienta al verlos. ¿Listo?

Segmento "Play" con Diego Leuco

Play 1 - Despedida de Marcelo Longobardi de Cada Mañana en radio Mitre. Momento en que Longobardi emocionado lee el mensaje que recibió de Diego Leuco.

— Es eso. Es la verdad de lo que siento por lo que fue él para mí y me parecía que estaba bueno y justo decírselo en el momento en el que había que decírselo. Se lo había dicho un montón de veces antes, pero me parecía que valía la pena volver a decírselo. Y me emociona, imaginate.

Te voy a contar una historia que nos divierte mucho con Marcelo. Cuando a él lo echan de Radio 10 yo era periodista de la revista Noticias y me tocó ir a hacer una guardia a la puerta de la 10 para tratar de hablar con Longobardi y entender por qué había pasado lo que había pasado. Era, al igual que ahora, una conmoción. La diferencia es que en aquel momento se fue mal. Y yo llego a la radio, tenía 19 años, 20, me acerco, me presento y él, en un momento súper difícil, muy amable me dijo que no quería hablar porque estaba triste por lo que estaba pasando. Lo habían echado de la 10, de donde él había trabajado tantos años. Yo le creí, porque lo vi, vi que genuinamente estaba triste. Volví a la redacción y cuando llegué todos estaban esperando a que yo trajera algo súper jugoso y no, les dije que él no quería hablar porque estaba triste. Y yo defendía a morir que le creí, yo vi en Longobardi ese día, esa tarde, que él estaba triste por lo que estaba pasando. 14.34 Y así lo conté, y así lo dije y me quedé con eso. Y se lo he contado a él un montón de veces.

Para mí es muy impactante desde lo personal que ahora él, que por suerte se va bien y es una decisión que toma él, esa tristeza también tenga que ver un poco conmigo y que yo también sienta tristeza de que se va de la radio. Fue como que para mí hubo un círculo que se cerró, una unión de un sueño cumplido, de trabajar con esa persona a la que yo iba a ver como un chico que recién empezaba a tratar de buscar información, de golpe ese hombre es un compañero y encima tiene la generosidad de ponerme a mí en el lugar que me puso, en un momento tan importante para él. Así que desde lo personal fue muy especial por toda esta historia que te acabo de contar.

—Play 2 - Pregunta de Jonatan Viale. ¿Cuál es tu ídolo?

— Uy, excelente. Primero, Jony es un capo, un fenómeno. Siempre estamos cerquita de laburar juntos, ojalá algún día lo logremos. Me parece que es un pibe fantástico, excepcional, preparado. Muy profesional, muy apasionado por lo que hace. Tenemos tantas cosas en común que hasta es ridículo plantearlo porque parece como de joda.

Dicho esto, quién es mi ídolo.

Tengo... Ídolo, ídolo, ídolo, qué significa ídolo, que yo he sentido ídolo así en lo más puro y genuino de la palabra fue, en su momento, Martín Palermo cuando yo era chico. Ese es mi ídolo de la infancia. Después tengo muchos referentes o personas en las que trato de mirarme o estar cerca o aprender. Por supuesto, mi viejo, pero en otro plano más personal, más ético, más moral. Pero yendo a lo profesional admiro mucho, mucho, mucho a Jorge Lanata. Es así. Me parece que es impactante la capacidad de comunicación que tiene en cualquier ámbito, en cualquier medio, en cualquier formato. Un carisma enorme. Como conductor mi favorito es Guido Kaczka, que también es un gran amigo y hablamos mucho, y trato de aprender mucho de él todos los días. Es muy generoso conmigo así que siempre que puedo lo nombro. Y después, en el deporte, bueno, Manu Ginobili.

Play 3 - En un minuto, ¿a quién agradece?

— A mi viejo, obviamente y a mi mamá también por educarme siempre con libertad y con alegría, y dejarme hacer lo que tenía ganas. A Mariana Fabbiani por haberme dado la oportunidad en televisión. A Jorge Lanata toda la vida, por supuesto. A Marcelo Longobardi. Por supuesto a Jorge Porta y a Guido Valeri, dos personas a las que aprecio y agradezco mucho. Y a mis amigos con los que trabajo acá, con los que trabajé con Lanata y los amigos que tengo en el medio que son los que hacen que disfrute mucho de hacer lo que hago.

Diego Leuco en entrevista con Infobae
Diego Leuco en entrevista con Infobae

Diego personal

—¿Cómo maneja el tema de la imagen? ¿Hace alguna dieta en especial?

—Hago ayuno intermitente. No es una dieta, es como una forma de vida que la conocí hace un tiempo a través de amigos que laburan en el deporte, en la nutrición deportiva. Hay gente que admiro mucho como Ginobili, Scola, Facu Campazzo, amo el básquet y me gusta mucho mirarlos y tratar de aprender cosas también de ahí. Ellos hacen un ayuno intermitente o la dieta Keto. Y un poco voy por ese lado. Sin fanatismos, pero básicamente no como harinas y no como azúcares de ningún tipo.

—De chico tenía sobrepeso, ¿sufrió por eso?

—Cuando era chico llegué a pesar 105 kilos, pero nunca hubo un problema, no sufrí bullying, no fui víctima de nada. Pero a mí no me gustaba, yo me sentía incómodo en ciertas situaciones.

Cuando empecé a trabajar, tenía 17 años, empecé a laburar de productor en Radio Del Plata, y ahí de casualidad en un video familiar que hicimos para una fiesta, no me acuerdo si de Navidad, fin de año, qué era, me vi y dije: “Che, yo no quiero estar así”. Y a partir de ahí dije “se terminó”. Ahí me cayó la ficha y empecé a aprender a comer mejor y sí, fui haciendo dieta, fui haciendo ejercicio. Amo entrenar, amo jugar al básquet, amo hacer deporte. Es una de las pasiones de mi vida. Me gusta mucho entrenar. Entonces combiné comer mejor con entrenar y fue todo saliendo naturalmente.

—Hablemos del amor. ¿Cómo está?

—Bien, estoy tan metido con el laburo y con estas cosas nuevas, que estoy como en otra.

—¿Toda la líbido en el laburo?

—Sí, sí, a full en el laburo. No soy un monje de clausura te imaginarás.

—¿Tiene sexo?

—Sí, bueno, claro. Como todo el mundo.

—¿No está de novio?

—No, y trato también de guardar un poco la vida privada. Yo soy muy amigo de Ángel de Brito. Y Ángel que se dedica a eso tiene una frase que para mí es genial. Siempre dice que hay puertas que uno no debe abrir porque después no las cerrás más. Y yo por suerte no necesito abrir esa puerta.

No tengo problemas, me parece espectacular el periodismo de espectáculos, me divierte, lo he practicado, he jugado muchas veces a la tarde, acá en la radio también. Es un aspecto del periodismo que me parece alucinante. Me parece que está muy bien hecho, también, por un montón de gente. Ángel es el número 1, no tengo nada contra eso. Pero prefiero, dentro de lo posible, sin ser un loco ni un escondedor, de no abrir esa puerta, de no hablar mucho del tema porque una vez que la abrís ola entornaste un poquito, puede pasar cualquier cosa.

—¿Le inventaron muchos romances?

—Me inventaron dos.

—Recuérdemelos, porque no me acuerdo.

— No importa, porque después... Pero son las reglas del juego. No me molesta.

—¿Se enojó mucho?

—La primera vez me enojé porque nunca me había pasado. Me sentí raro. Era como ¿de donde salió?, ¿qué es esto? Qué locura. Pero después entendí que no es nada malo, no es nada grave. No lastimé a nadie. La otra persona evidentemente no estaba con nadie, no pasó nada. Y ya el segundo me reí. Me divierto. Pero como todo lo que te vengo diciendo hasta acá, yo trabajo en los medios desde que tengo 17 años, tengo 32, y adelante de cámara desde que tengo 20. Imaginate, en 12 años, la cantidad de cosas que aprendí y que cambié.

—¿Qué tiene que saber una mujer de Diego Leuco?

—Que soy muy desordenado en mi casa. Muy desordenado. Pero mal, mal. Mal. Soy ridículamente desordenado. En mi casa, en el auto. En el laburo soy todo lo contrario.

—Además de desordenado, ¿cómo siente que es?

—Soy re simple. Es como que soy cero conflictivo. Me adapto fácil. Hay ciertas cosas que me interesan en la vida, en las cuales tengo una convicción, una idea. En el resto me da igual. En ese sentido soy como muy relajado. Viste que hay gente que es al revés, que para todo tiene una opinión.

Fotos y video: Cristian Gastón Taylor

SEGUIR LEYENDO:

Guardar