La vicepresidenta de la Nación y ex mandataria, Cristina Fernández de Kirchner, fue dada de alta en la mañana de este sábado apenas dos días después de haber sido operada en el Sanatorio Otamendi. Allí, en la mañana del último jueves, la ex Presidenta fue sometida a una histerectomía completa.
Desde Azcuénaga 870 y alrededor de las 10.30 de este sábado se produjo la salida de la comitiva oficial, con CFK en uno de los vehículos oficiales.
El Sanatorio Otamendi informó ayer, en el último parte médico comunicado hasta el momento, que la vicepresidenta Cristina Kirchner evolucionaba favorablemente.
“La Dra. Cristina Fernández de Kirchner cursa el primer día de posoperatorio y continúa con una buena evolución médica”, precisó el parte médico firmado por la directora médica del Sanatorio, Marisa Lanfranconi.
La ex jefa de Estado fue sometida a un “procedimiento ginecológico quirúrgico programado” y ahora afronta la etapa de la recuperación. En la noche del jueves, el Otamendi ya había precisado que la evolución de la paciente era “favorable” y que el pólipo que le extrajeron resultó ser benigno.
La cirugía estuvo a cargo de los doctores Javier Ortiz, del staff del Hospital de Clínicas; y Fernando Gorosito, del Otamendi.
Todo indica que Cristina Kirchner no participará de manera activa del tramo final de la campaña electoral. Durante los últimos días permaneció en la habitación 410 y ahora continuará con la recuperación en su domicilio. No obstante, el Frente de Todos aplazó el cierre de campaña que iba a realizarse este sábado para el próximo jueves con la esperanza de contar con la presencia de la vicepresidenta.
La historia clínica de Cristina Kirchner incluye otras dos intervenciones quirúrgicas que ocurrieron cuando ejercía la presidencia de la Nación. En enero de 2012, en el Hospital Austral de Pilar, se le extirpó la glándula tiroidea ante la sospecha de que se trataba de un carcinoma papilar, pero también en este caso resultó ser benigno.
En 2013, en medio de la campaña por las elecciones legislativas, fue sometida a otro procedimiento: en el Hospital Favaloro la operaron por un hematoma subdural crónico, lesión que le descubrieron luego de que sufriera un golpe en la cabeza tras una caída.
En cuanto a la recuperación de la intervención quirúrgica que le practicaron esta mañana, Infobae consultó a los expertos. “La histerectomía se realiza ante varias situaciones, pero después de la menopausia las causas de esta intervención se reducen mucho y la más frecuente por la que se indica es algún tipo de lesión premaligna o maligna del endometrio. Después de la menopausia, la forma en que se realice depende de muchos factores que se toman en cuenta para elegir la vía que se va a utilizar. La laparoscopía aporta menos trauma en la pared del abdomen y la recuperación suele ser más rápida. El posoperatorio, si no hubo complicaciones, tiene que transcurrir muy amablemente y en 24/48 horas la paciente podría irse de alta caminando. Después, la indicación es reposo, que no necesariamente es sinónimo de cama”, explicó el doctor Rodolfo Righetti, médico ginecólogo coordinador de Ginecología de Swiss Medical (MN 66415).
En tanto, el doctor Mariano Toziano, jefe de la División Ginecología del Hospital Naval Cirujano Mayor Pedro Mallo y miembro de la comisión directiva de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA), le dijo a Infobae que, después de una cirugía laparoscópica, lo común es que la paciente se quede internada y se vaya al otro día a su casa. Luego, lo recomendable es que haga un reposo de 7 días más. Si hubiese sido otro tipo de cirugía (abierta), debía permanecer más tiempo internada y más de 20 días de reposo en la casa.
“Para que a una paciente de 68 años se le haga este tipo de cirugía, pueden ocurrir causas patológicas benignas o malignas. Puede haber habido un cáncer de endometrio, un cáncer de cuello uterino o cáncer de ovario. También algún pólipo endometrial sospechoso, o una hiperplasia de endometrio”, completó Toziano.
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