Esperanzado por duplicar los votos cosechados en las PASO, José Luis Espert asegura que Avanza Libertad tiene chances de posicionarse como tercera fuerza en la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones de noviembre, lugar que ocupa -con los últimos resultados- la izquierda encabezada por Nicolás del Caño. Para lograrlo, cuentan con “una propuesta legislativa muy conectada con las urgencias de la gente”, según consideró, lejos de las “discusiones que son pavadas o cosas superfluas”.
Durante una entrevista con Infobae, el candidato a diputado adelantó que los próximos dos años bajo la presidencia de Alberto Fernández serán “muy duros” debido a la negociación de la deuda que el Gobierno tiene que resolver con el FMI. Además de una reforma laboral, Espert propone cambios en los sindicatos y bajar los costos laborales.
Durante su participación en el debate con sus contrincantes, había sido categórico con la Educación Sexual Integral: “Que la hagan los padres en la casa, los chicos tiene que ser educados por los padres”. Sin embargo, aclaró en esta oportunidad que “se puede dar algún contenido en el colegio”.
— ¿Cómo cree que debe resolver el Gobierno la deuda con el FMI?
— En los próximos dos años Argentina le tiene que pagar al FMI 40 mil millones de dólares. Eso es el equivalente al 100% de las reservas brutas del Banco Central. Argentina no puede pagarle al FMI sin un acuerdo porque el acuerdo es lo único que permitiría no usar las reservas del Banco Central para pagarle. Pero la particularidad es que si no hay un acuerdo probablemente Argentina va a default. No es como con Néstor en 2006 que decidió, sin acuerdo con el FMI, pagarle todo cash para sacarse de encima al FMI. Esa alternativa no está disponible hoy por la magnitud que Argentina le tiene que pagar al FMI. Si no queremos quedar fuera del planeta Tierra tenemos que tener acuerdo sí o sí. Y no tener acuerdo es prendernos fuego. Si tenemos que ir a vivir a otro planeta mejor ir a Marte que no hay oxígeno.
— Además de la eliminación de las indemnizaciones, ¿Qué otras medidas cree necesarias en una reforma laboral?
— Yo no apoyo la eliminación de la indemnización. Lo que sí tiene que haber es menos delirio en la indemnización. No puede ser que una indemnización provoque la quiebra de una empresa. Eso es lo que no queremos que ocurra porque en lugar de un desempleado, tenemos 50 desempleados. Pero no estoy de acuerdo con este sistema de capitalización para indemnizar. Para nosotros es crítico otras cosas, no sólo bajar el tope indemnizatorio, poner un seguro de empleo más generoso, sino que también es crítico que la negociación colectiva sea descentralizada. ¿Qué significa esto? Que cada empresa pueda sellar con su gremio local el acuerdo que pueda sostener. No es posible que le pidamos a un taller mecánico perdido en Tucumán que pueda respetar el acuerdo que Smata firmó con Volkswagen en Pacheco. La otra cosa que pretendemos es que haya democracia sindical. No puede ser que vivimos en democracia hace 40 años y no tengamos democracia sindical. Queremos limitar el mandato de los secretarios generales. Queremos proponer una baja de los costos laborales también. Las obras sociales, también muy importante, afuera los sindicalistas. No tienen nada que ver los sindicalistas con la medicina. La medicina es para especialistas en medicina, no sindicalistas que encima son mafiosos, chantas y delincuentes.
— ¿Te molesta que te pregunten constantemente por tus similitudes y diferencias con Javier Milei?
— Para nada, es un amigo. La pregunta es constante por una derivación que es muy natural. Él un día lo dijo: eligió ser Espert con pelo y malas palabras. Es lógico que nos pregunten sobre nuestra relación o que nos comparen.
— Pero se diferenciaron con la vacunación, por ejemplo
—Si, con la vacunación, con el comercio con China, con el calentamiento global. Por supuesto que tenemos diferencias pero en un tono de absoluto respeto el uno por el otro.
— ¿Cómo crees que van a ser las negociaciones en el Congreso?
—Argentina necesita hacer un montón de reformas. Para que no termine siendo una gigantesca villa miseria y yo voy a conversar con todo el mundo. No sólo con Javier Milei, sino con los otros bloques: el PRO, el justicialismo, el kirchnerismo, con todo el mundo vamos a hablar para tratar de tener una agenda parlamentaria muy rica que beneficie a los argentinos. Para una reforma laboral tenemos que conversar con todo el peronismo.
— En ese punto Milei no coincide. Dice que no negociaría con “chorros”
— ¿Negociar en qué sentido? Yo no digo bajarte los pantalones para negociar con el peronismo y no hacer ninguna reforma laboral. Si no, si tengo una reforma de 1 a 10 puntos, bueno, ver si podemos sacar los 10 puntos. Pero si sacamos 8 o 9 puntos es una negociación considerable. Además, ¿cómo encarás una acción legislativa sin conversar, sin negociar? No entiendo.
— ¿Seguís creyendo que la educación sexual tiene que ser en casa a cargo de los padres?
— No. Yo he dicho que no estoy de acuerdo con la ideología de género. No estoy de acuerdo directamente. Y con la Educación Sexual Integral yo creo que se puede dar algún contenido en el colegio, me gustaría ver qué contenido.
— Digo porque en el debate había quedado como que no estabas de acuerdo
— Sí. A ver, el debate dio poco tiempo para explayarse sobre esas cosas. Yo sí dije eso en el debate pero lo que realmente pienso es que, dado que muchos casos de abusos de menores ocurren dentro de la familia, algo tiene que haber en el colegio -por fuera de la familia- pero el contexto familiar para mi es muy importante para la educación sexual. Eso fue lo que pretendía decir.
— ¿Hay similitud entre los liberales y la izquierda? Como dos extremos que cosecharon muchos votos
— Yo creo que está muy mal pensado que somos un extremo. Extremo es la izquierda que habla de cosas que no existen más en el mundo. Al menos donde la gente vive bien. Yo sé que en Corea están muertos de miedo con el loco ese de dictador, la gente está muerta de hambre. En Cuba como en Venezuela. Donde la izquierda gobierna la gente está muerta de hambre. Eso es un extremo de locura diría yo. Nosotros lo que pretendemos es hacer las cosas de los países donde la gente vive bien. Sería un extremo de sanidad mental en todo caso lo que proponemos nosotros.
— ¿Hay cierto temor por el crecimiento de los liberales en el electorado?
— Si la gente creyera que somos un extremo no hubiéramos cambiado como en los últimos años. En 2019 de la mano de Avanza Libertad, el liberalismo presentó por primera vez en 30 años un candidato a presidente. Ganamos claramente los debates presidenciales y por eso el liberalismo ha torcido el discurso en una etapa electoral como esta. Larreta hablando de reforma liberal, Santilli hablando de bajar impuestos, Cristina preocupada por los jóvenes y el capitalismo. Lo nuestro es todo lo contrario. Nos tienen miedo porque ven que el sentido común va por ahí, no porque estemos locos. La izquierda está chiflada, nosotros no.
— Alberto Fernández criticó liberales y lamentó que no sean como Sarmiento, respecto a sus ideas sobre la educación.
— Alberto es un ignorante total del liberalismo. Los liberales actuales de Argentina somos seguidos por chicos de clase media baja, por padres laburantes, colectivero, bombero, policía. Esto no es una movida elitista como sugiere tal vez. Es una mentira para denostar a los liberales. Sarmiento trajo maestros del exterior para darle la mejor educación a los chicos. Alberto toma café con Baradel, uno que ha destruído la educación en la provincia de Buenos Aires. Nosotros defendemos la idea de educación de Sarmiento. Ojalá tuviera él de Sarmiento y no nosotros. Sarmiento obligaba a los padres a llevar a los chicos al colegio, hoy fruto de las políticas de Alberto los chicos pierden decenas de días de clases por año. El que está lejos de los ideales de Sarmiento es Alberto Fernández.
— ¿Cómo ves al país si se repiten los resultados de las PASO y el Gobierno pierde?
— Independientemente del resultado vienen dos años muy duros en Argentina. Porque si hay un acuerdo con el FMI nos van a exigir sacar la basura bajo la alfombra que se barrió durante todo este tiempo de atraso cambiario, de controles de precios, cepo cambiario, el déficit fiscal y eso va a requerir ajustes muy duros. Y si no hay acuerdo con el FMI Argentina va a caer en una crisis fenomenal. En cualquier caso, vamos a dos años muy complicados.
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