La vicepresidenta Cristina Kirchner se realizó hoy una operación programada en el Sanatorio Otamendi. “El procedimiento ginecológico quirúrgico ha sido realizado por la vía laparoscópica”, según el parte firmado por la directora médica de la institución Marisa Lanfranconi.
Se le habría practicado una histerectomía completa. Es decir, una extirpación del útero, el cuello uterino y los ovarios. La decisión se tomó porque habrían detectado un pólipo sospechoso.
La cirugía estuvo a cargo de los doctores Javier Ortiz, del staff del Hospital de Clínicas; y Fernando Gorosito, del Otamendi. “La paciente cursa un postoperatorio normal, en buen estado general de salud”, finaliza el primer parte médico.
La ex Jefa de Estado salió de su casa a las 6:34 de la mañana, acompaña por su hermana Giselle, y prefirió no hacer comentarios al ser abordada por un grupo de periodistas que hacía guardia en su domicilio. Apenas nueve minutos después -a las 6:43- su automóvil ingresó a la cochera del centro médico, donde permanecerá al menos los próximos 5 días.
La intervención comenzó cerca de las 7:30 am y se extendió por algo más de 2 horas, tal cual estaba pautado. El postoperatorio dependerá de las características de la intervención, pero todo indica que Cristina Kirchner no participará de manera activa del tramo final de la campaña electoral. Durante ese tiempo permanecerá en la habitación 410 y leugo continuará con la recuperación en su domicilio.
La madre de la ex presidenta, Ofelia Wilhelm, quien falleció en 2019 por un cáncer de endometrio, también había sido sometida a una operación similar en 2014, en la misma clínica.
El parte médico
Las otras intervenciones quirúrgicas de la Vicepresidenta
Su historia clínica incluye dos cirugías que ocurrieron cuando ejercía la presidencia de la Nación. En enero de 2012, en el Hospital Austral de Pilar, se le extirpó la glándula tiroidea ante la sospecha de que se tratara de un carcinoma papilar.
Al año siguiente, en 2013 y en medio de la campaña por las elecciones legislativas como en esta oportunidad, la por entonces presidenta fue sometida a otra intervención: en el Hospital Favaloro fue operada por un hematoma subdural crónico, lesión descubierta luego de que sufriera un golpe en la cabeza tras una caída.
En una resonancia magnética, los médicos encontraron líquido dentro del cerebro de la mandataria. Inicialmente se le propuso guardar un mes de reposo, pero finalmente tuvo que ser intervenida luego de que la Presidenta presentara “una sensación de hormigueo en su brazo izquierdo” y “pérdida transitoria de fuerza muscular” en el mismo miembro.
Si bien no se precisó el origen del hematoma, CFK sufrió el día 12 de agosto de ese año un traumatismo de cráneo producto de una caída.
La cirugía se llevó a cabo en la mañana del 8 de octubre en la Fundación Favaloro y consistió en la evacuación quirúrgica de dicho hematoma. Durante aquella jornada, decenas de militantes se acercaron a la puerta del hospital para dejarle mensajes de apoyo a la por entonces Jefa de Estado.
¿Qué es una histerectomía?
Según explicó a Infobae el doctor Martín Attie, ginecólogo y especialista en reproducción, una histerectomía completa es una cirugía que consiste en la extracción total del útero y el cuello del útero. En cambio, es una intervención “sub total” cuando se extrae el útero pero no el cuello uterino.
La opción de cada una de las técnicas depende de la patología por la cual se opera al paciente, la edad y los antecedentes. “En buenas manos es una cirugía que no tiene grandes riesgos. El riesgo más grande es el de sangrado luego de la operación y en la lesión de órganos vecinos como la vejiga, el recto o el intestino”, detalló el doctor Attie, director médico de In Vitro Buenos Aires.
Dentro de los casos en los que se puede llegar a realizar una histerectomía en una mujer postmenopáusica podemos mencionar: prolapsos, hemorragias uterinas, patologías, premalignas endometriales, patologías oncológicas, como por ejemplo el cáncer de endometrio, cáncer de cuello uterino, cáncer de ovario y los sarcomas uterinos.
“Esta cirugía puede ser realizada mediante cirugía laparoscópica, cirugía convencional o cirugía vaginal. Para la cirugía laparoscópica se introduce una óptica a través del ombligo que nos permite ver los órganos abdominales y pelvianos, luego a través de pequeñas incisiones en el abdomen se introduce el instrumental necesario para operar. En la cirugía convencional se realiza una incisión abdominal que puede ser transversal similar a la incisión de la cesárea o una incisión vertical en la línea media abdominal. La ventaja de la histerectomía laparoscópica es que permite un menor tiempo de internación, una recuperación de menor duración en comparación con la cirugía convencional, y un mejor resultado estético. En la cirugía vaginal se extirpa el útero a través de la vagina. Esta vía es muy utilizada en los prolapsos uterinos”, explicó el doctor Juan Manuel Serini, Jefe de Servicio de ginecología del Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora.
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