Un vaso de vidrio dado vuelta esperaba sobre el escritorio designado para el ex presidente Maurcio Macri en el despacho del juez Martín Bava. No había agua. En un escenario de tensión, en donde apenas se oyó un “buenos días” y no se saludaron dándose la mano -protocolo COVID mediante-, Mauricio Macri enfrentó nuevamente al juez de la causa al que había recusado dos veces acusándolo de prejuzgamiento y parcialidad. Esta vez no hubo lugar para las formalidades ni la diplomacia, más allá de que Bava siguió llamándolo presidente. Al término de la audiencia, Macri paró por Atalaya a comer medialunas y se fue a jugar al Golf al Club de Dolores.
En su descargo, Macri volvió a insistir en que no espió a los familiares de las víctimas del ARA San Juan y solicitó una serie de testimoniales, entre ellas la de la interventora de la AFI Cristina Caamaño, denunciante en esta causa, para que -según indicaron a Infobae fuentes judiciales- “bajo juramento de ley y asumiendo las responsabilidades personales que ello implica, ratifique su denuncia presentada por escrito en la presente causa, y responda a preguntas vinculantes para mi defensa”.
Además, “podrá ser interrogada para que brinde acabadas explicaciones del supuesto hallazgo de los discos rígidos, y del protocolo presuntamente utilizado para la extracción (creado tan solo un día antes de ese aparente hallazgo) lo cual redunda en la verificación o no de la autenticidad de la supuesta prueba con que se dio inicio a esta pesquisa”.
La defensa de Macri también pidió llamar a declarar a los ex responsables de la Casa Militar dependiente de Presidencia y los ex interventores de la AFI desde el año 2000 hasta ahora. Esa diligencia había sido pedida por el fiscal Juan Pablo Curi, como reveló este medio, pero el juez entendió que no era pertinente y solo aceptó algún pedido de informes.
Con la declaración de Macri, el juez Bava quedó en condiciones de resolver la situación procesal de Macri. “El plazo se estaría venciendo el 18 de noviembre, cuatro días después de las elecciones”, subrayó el abogado del ex presidente al termino de la audiencia. El viernes 12, sin embargo, la Cámara Federal de Mar del Plata escuchará los argumentos de la defensa para pedir el apartamiento del magistrado. Si la defensa tuviera éxito en su juzgado, todos los actos dictados por el juez serían nulos.
Minutos demorado, Macri llegó al juzgado empujando la silla de ruedas de quien fuera su compañera en la presidencia, Gabriela Michetti, que hizo su reaparición pública en Dolores para respaldar al líder del PRO. Antes de pasar por el tribunal, Macri se detuvo en la plaza Castelli, donde sus colaboradores lo esperaban, frente a la sede de la Intendencia.Ya había ocurrido allí el episodio con el micrófono de C5N
Sin sol ni el calor agobiante de la semana pasada y con mucha menos gente en los alrededores, la indagatoria le sirvió igual a Macri para sentirse respaldado. Un grupo de mujeres se había apostado a un costado del edificio judicial para cantar “No tenemos miedo” y el Himno Nacional. A pocos metros, en la esquina, volvió a aparecer el cartel que proponía a Macri presidente y al intendente de Dolores gobernador para el 2023.
Con policías más descontracturados que el jueves pasado, Macri se detuvo en la puerta del juzgado, saludó con una sonrisa a quienes lo rodeaban y se golpeó el corazón con la mano. Después, subió hasta el primer piso, en donde lo esperaba el juez Bava, que había llegado al edificio a las 10 de la mañana. Llamó la atención que el juez caminara entre los periodistas cuando hasta ahora había intentado evitar el acoso de la prensa. De todas maneras, bajo su barbijo blanco, no pronunció palabra.
Macri se dirigió hacia una sala contigua al juzgado junto a su abogado Pablo Lanusse hasta que fue llamado por el juez. Allí, sin cordialidades, la audiencia empezó y el juez le recordó que podía “abstenerse de declarar, sin que su silencio implique una presunción de culpabilidad”. Bava insistió en volver a leer los seis hechos por los cuales está acusado: haber espiado a los familiares de las víctimas del ARA San Juan, el submarino que se hundió en las aguas del Océano Atlántico en 2017 y que recién fue localizado un año y dos días después en un lugar cercano a donde había desaparecido. La acusación sostiene que, desde la AFI, se espió a los familiares para controlar sus reclamos ante la opinión pública. Por el caso ya están procesados los ex directivos de la central de espías Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, junto a un grupo de funcionarios y agentes.
“Desde su cargo de Presidente de la Nación, por lo menos en el período comprendido entre el mes de diciembre del año 2017 y finales del año 2018, ordenó y posibilitó la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la ley 25.520 y sus modificatorias, consistentes en la obtención de información, producción de inteligencia, y almacenamiento de datos sobre personas, por su opinión política o su pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias y de derechos humanos”, dijo el juez.
El juez también aseguró: “Se deja constancia de que en virtud de lo solicitado en el marco de la audiencia indagatoria 28 de octubre del corriente, se requirió al Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernandez que releve, en caso de ser necesario, al imputado del deber de confidencialidad previsto en la ley 25.520″ por lo cual “se releva al Ing. Mauricio Macri de la obligación de confidencialidad y de guardar secreto en los términos de la Ley 25.520″.
Tras oír la imputación, el ex presidente fue directo al grano. “Lo que le voy a decir primero es que usted sabe que debería haber suspendido la audiencia por todas las cosas que están en curso. Pero queda claro que usted está muy apurado para procesarme antes del 14. Con lo cual yo no le quiero demorar más el tiempo. Voy a consignar un escrito, no voy a contestar preguntas, así usted puede seguir con las formalidades”, dijo Macri, según quedó asentado en el acta judicial
Según pudo reconstruir Infobae, el juez volvió a preguntar si no iba a responder ninguna pregunta. Y Macri respondió con distancia e ironía “No, no quiero demorarlo, a ver si no llega antes del 14″.
El abogado Pablo Lanusse entregó entonces el escrito de la defensa: allí se rechazaron las acusaciones, se denunció la incompetencia del juez para actuar en esta causa y se solicitaron una serie de declaraciones testimoniales en busca de dar por tierra con la imputación.
“¿No lo va a leer?”, dijo el juez. La defensa apuró diciendo que la lectura del escrito no estaba prevista en el Código de Procedimiento. Bava entonces le hizo saber que estaban pendiente una serie de planteos sobre la prohibición de salida del país. No solo la apelación de la defensa en la Cámara Federal, sino los pedidos de los querellantes para prohibirle el pedido que solicitó para irse a Arabia Saudita, que incluyeron un planteo de detención. “Ya sé”, le contestó el ex Presidente.
Según pudo saber Infobae, el descargo del ex jefe de Estado insiste en rechazar las acusaciones. “Usted Sr. Juez es manifiestamente incompetente. Y lo sabe. Usted Sr. Juez prejuzgó y es PARCIAL. Usted Sr. Juez carece de independencia frente al poder político”, sostuvo. Tras sostener que se violó su derecho de defensa, aseguró que no se le detalló cuándo supuestamente ordenó realizar una tarea sistemática de inteligencia sobre los familiares de las víctimas. “Usted Sr. Juez tiene un desconocimiento absoluto de las responsabilidades, tareas y quehaceres propios de un Presidente de la Nación. Y eso tiñe la búsqueda de la verdad en esta causa”, se agregó
Y en letras mayúsculas, el escrito añadió: “JAMÁS ORDENÉ NI POSIBILITE LA REALIZACIÓN SISTEMÁTICA DE TAREAS DE INTELIGENCIA EXPRESAMENTE PROHIBIDAS POR LA LEY 25.520 y sus modificatorias”, “JAMÁS ESPIÉ NI ORDENÉ ESPIAR A NADIE”, “JAMÁS RECIBÍ NI UTILICÉ INFORMACIÓN DE INTELIGENCIA ALGUNA RESPECTO DE LOS FAMILIARES DEL ARA SAN JUAN NI DE NINGUN BUQUE PESQUERO”, “JAMÁS IMPARTÍ ORDENES PARA QUE SE LOS ESPIARA”. Y añadía: “SOY ABSOLUTAMENTE INOCENTE Y REPUDIO LA PARODIA QUE SE MONTA CON ESTA DESCABELLADA IMPUTACION EN MI CONTRA”.
Sin más, la audiencia se dio por terminada. El ex presidente volvió con su abogado a la sala continua a la espera de que se labrara el acta para que su defensor la firmara. Minutos antes de las 13, mientras se conocía la noticia del pedido de sobreseimiento que hizo la vicepresidenta Cristina Kirchner y sus hijos en la causa Hotesur, Macri salió nuevamente del juzgado, sonriente y con una mano en alto. Saludo a los presentes y se subió al auto negro, mientras dejaba a su abogado Lanusse lidiando con las preguntas de los periodistas.
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