El think tank por excelencia del radicalismo es la Fundación Alem. Desde ese instituto se forma a los dirigentes y si publican los trabajos respecto de las ideas y las políticas públicas que entiende el centenario partido que se tienen que aplicar en la Argentina.
La institución tiene como mandato la elaboración de ideas “para un buen gobierno” que se canalizan a través de comisiones de trabajo que están vinculadas a los bloques de la UCR en el Congreso de la Nación a través de las coordinaciones de las mismas que se integran con legisladores y con expertos. Es decir, elaboran lo que sería el andamiaje técnico para que se transformen en proyectos de ley.
Teniendo en cuenta el Congreso que viene, en donde el radicalismo sumará legisladores, se conoció un documento en el cual se presentan ideas para el período 2022-2023.
Aunque se maneja como si fuera un Gobierno -hay un apartado para cada ministerio- el capítulo dedicado a la Economía es uno en los que el radicalismo plantea grandes diferencias con la gestión actual.
Según el documento, el programa económico “está desarticulado y agotado y el Gobierno lo sabe, pero demora la respuesta”. Para los radicales, los datos económicos positivos de finales del 2020 son transitorios y los indicadores desestacionalizados de actividad global “confirman que la producción está estancada”.
“La política oficial configura una paradoja: es incierto en cuanto a su desenlace, pero no caben dudas que el actual curso es insostenible. Sobre este último punto, lamentablemente, hay certeza”, resume.
Entre las propuestas que establece el documento para una recuperación del empleo, el salario y la macroeconomía se señala “multiplicar las exportaciones” y frente a esto se propone “eliminar los controles cuantitativos de las ventas externas y agilizar las importaciones”. En este sentido, pone como eje “un tipo de cambio real alto y competitivo y desmantelamiento del cepo cambiario como meta”.
Asimismo, dice que la oposición “debe insistir en la línea que desarrolló la administración de JxC: integración regional y global, y recuperar la agenda del multilateralismo en los diversos foros”, ya que reclama sobre la política exterior diciendo que Argentina “ha tomado decisiones que la alejan de lo que han sido sus intereses y sus socios tradicionales”.
Respecto a la relación con el Fondo Monetario Internacional, y mientras se desarrollan las conversaciones entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y los técnicos del Fondo en Roma, los radicales señalan que el gobierno “ha dilapidado los tiempos y oportunidades” en la negociación.
A pesar de que señalan que la intención del Gobierno es acordar, y hacen referencia a que los pagos realizados hasta ahora suponen que ese es el camino, dicen que “no es claro que el FdT tenga una posición definida y cohesionada frente a la necesidad de un acuerdo” y entienden que la ruptura con la entidad financiera “es una opción para ciertos sectores de la coalición oficial”.
En lo que se refiere a la política de subsidios y tarifas, la califica como “insostenible” y sentencia: “Los subsidios constituyen una sangría del presupuesto que carece de sentido económico y distributivo”.
En este contexto es que proponen un “plan integral para disminuir la evasión y ampliar las bases tributarias” como paso previo a reformas y reducciones de los impuestos existentes. Asimismo, una sanción legal para poner límite y congelar el gasto público.
Un punto no menor es que este documento, que tiene como destino a los legisladores del radicalismo en particular y de Juntos por el Cambio en general, es que se tiene que “poner fin a las leyes de emergencia y a la delegación de facultades extraordinarias”.
Algo que Juntos por el Cambio enarboló en la campaña y que pide el documento de la Fundación Alem es que se tiene que realizar una “reforma de la ley de movilidad previsional y de la carta orgánica del BCRA, asegurando la independencia y autonomía de Poder Ejecutivo y, también, definiendo claramente sus objetivos que tienen que estar focalizados en la estabilidad de precios”.
Para los técnicos radicales la economía de la Argentina se encamina a una crisis más profunda de la que hoy transita y uno de los puntos más llamativos que declama el informe es que en el Gobierno “lo saben, pero continúan por el mismo camino”.
Seguir leyendo: