(Enviado especial a Glasgow) Agustín Pichot se muestra predispuesto para arrancar la entrevista con Infobae. El ex jugador de Los Pumas se convirtió en un nexo entre el gobierno argentino y Andrew Forrest, presidente de Fortescue Future Industries (FFI), empresa que invertirá una suma millonaria en Argentina. Una inversión en hidrógeno verde por 8.400 millones de dólares que creará más de 15 mil empleos directos.
Pichot abre el juego rápido durante la Cumbre de Cambio Climático y explica los motivos por los que decidió involucrarse en estas tratativas que terminaron concretaron una importante inversión. El camino que recorrió durante los últimos años que lo llevaron a estar hablando de hidrógeno e inversiones millonarias para el país en el que creció.
— Yo tengo una empresa de producción audiovisual en la que me va bastante bien. No me imaginaba nunca yendo a hidrógenos verdes. Para mí Argentina es un tema bastante personal que tengo. Por muchas razones. Jugué muchos años en Europa y la verdad que jugar para el seleccionado me hizo crecer en todo sentido. Quería que mis hijas sean argentinas, vivan en Argentina, y siempre invertí en el país. En la empresa tengo cerca de 500 empleados. Todos me preguntaba cómo iba a tener empleados en Argentina. Hace 10 aposté y sigo apostando.
-¿Y cómo llegaste a este punto?
- En esa trayectoria de hacer películas, series, producir todos los deportes, yo era miembro del Comité ejecutivo de Super Rugby donde están Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica. Como me gusta la parte financiera, les dije que no estaban cerrando los números.
— No era conveniente.
— No. Y empezamos a buscar por donde venía y los equipos de Australia eran muy caros. El costo no funcionaba. Como un ejercicio lógico de decir, bueno, hay que sacar un equipo. Hay que analizar Australia. No es que viajaban sin nada, sino que estructuras porque ellos son sus equipos propios. Entonces les dije estos jugadores métanlos en los otros cuatro. Era un tema financiero que era muy caro tener en Perth o en Melbourne.
— Éste era de Perth ¿no?
— Este es un tema de números. Dicen bueno, sacamos a Perth. Australia decide sacar a Perth. Pero dicen bueno...
— Anda vos.
— No, no, como diciendo pero bueno, no fuimos nosotros, nos dijeron ellos. Si todos sabían que yo tenía mucho peso en esa comisión.
— Eras vos.
— Y, más o menos como que empezaba a parecer. En los diarios ya empezaba a aparecer. Se empezó a decir cómo Argentina tiene un equipo y a nosotros nos sacan uno. Empezó ese lío.
— El equipo nuestro...
— Los Jaguares.
— Los Jaguares.
— Terminan sacando a Perth. En un momento empiezan a decir que hay un problema gigante con un empresario, un millonario australiano, que no quería ceder. El tipo, Andrew, estaba protegiendo, es muy de Perth. Muy, muy, muy.
— ¿Es el dueño?
— No, hasta ahí no era nada. Y dijo ahora lo agarro yo.
— Era hincha.
— Claro. Es como que vos, no sé, sos de Avellaneda y te dicen que se va Independiente. Independiente no se va nada. Ahora es mío, decís.
— Y entonces qué hizo.
— Ya estaba tomada la decisión. Entonces arrancó todo un problema geopolítico de una persona como Andrew.
— Con mucho poder.
— Con mucho poder. Y que lo hacía por el amor al arte. Diciendo, yo voy a bancar esta parada me cueste los millones de dólares que me cueste. Claro, toda la gente se empezó a preguntar que hacían, ¿lo metemos de nuevo? Era imposible. Entonces nadie se animaba a llamarlo.
— ¿Esto en qué año fue?
— 2016 habrá sido. 2016. 2015/2016, no me acuerdo. Y todos dicen oh, llamá al abogado. Digo no, dame el número de teléfono de él. Consíganmelo. Y digo, bueno, lo voy a llamar. Y dije, bueno, me va a atender el asesor legal de no sé qué. Y me atiende él. Y esa primera charla hablamos, no sé, empezamos a hablar del por qué, cómo. Terminamos hablando bastante. Y un día vino y me dijo la verdad que sos apasionado de tu país, no entiendo Argentina, quiero hacer algo por tu país.
— ¿Lo convenciste que no haga más lobby?
— No, yo lo miré y le dije Andrew, de que vamos a hablar. No, de energía, de sustentabilidad, de minería. No entiendo. Yo hago películas.
— ¿Pero lo convenciste de que se baje del equipo?
— No. Él siguió. Le dije mira, no va a entrar.
— ¿Un año más, cuánto estuvo?
— Sigue. No, no, se fue de Super Rugby y armó su propia competencia.
— Ok, asumió que le sacaste la televisación pero siguió poniendo plata.
— Agarró y dijo no, para bancar a los jugadores. Yo no puedo igualar al Super Rugby, entiendo la postura.
— Ah ok, lo aceptó.
— No, no, lo aceptó. Sí. Pero aparte ya estaba hecho, no es que yo iba a cambiar che, para que me convenció Andrew.
— ¿Y después de eso? ¿Lo fuiste a ver a Australia?
— Me invita a su casa y me dice vení que vamos a hablar. Le digo Andrew, yo te ayudo en lo que vos quieras en Argentina pero yo me dedico a otra cosa.
— ¿Eso fue en Perth, te fuiste a Perth a verlo?
— Me fui a Perth, a una estancia que tiene en una zona muy linda. Empezamos a hablar.
— Te quedaste un fin de semana.
— Me quedé cuatro días. Fui a ver cómo laburaban. Me quedé un rato largo. Y volví y le dije no te voy a contestar. Trabajá conmigo, vos ayudame a pensar cómo se hace mejor tu país.
— ¿Cuándo fue eso?
— Esto fue hace cuatro años.
— ¿Y por qué Argentina?
— Porque yo soy argentino.
— Él dijo bueno, ah, este tipo me cayó bien, tiene buen manager.
— Sí, en Argentina tenemos que hacer algo que esté bueno.
— ¿Y vos qué le dijiste la primera vez que te preguntó de Argentina?
— Yo le dije que no tenía que explicarle nada. Y ahí arrancó la relación.
— ¿Y cuándo le dijiste que sí, cuándo le dijiste está esta idea?
— No, a los tres meses y después vino con unos proyectos de cáncer y otras cosas más.
— Vos después lo citaste una vez con Mauricio Macri por el tema litio.
— Claro, ahí empezó. Y después de eso, ya con energía, me dijo vamos a hacer hidrógeno verde.
— Cuando te terminaste de encontrar con él y acordar tu posición el primer trabajo que hiciste fue...
— Litio y cobre.
— En la administración de Mauricio Macri.
— ¿Cuándo fue? Estaba Mauricio, sí.
— Ok. Vos lo llevaste a una reunión con Macri.
— Vino a una reunión, sí, vino a una reunión un poco tiempo antes de las elecciones. Vino el board, yo traje al board de la región y había mucha incertidumbre con el derecho de exportación, el impuesto a la exportación. Viste que justo estaban las retenciones. 1 dólar por una cosa en la tabla.
— ¿Y?
— Entonces todo el board preocupado venía de una forma. El board venía con una mirada que había puesto Andrew de ir a invertir en Argentina y de golpe se vio como que para. En esa reunión vino Mauricio a explicar.
— ¿Y, cómo quedó?
— No, no, que esto que era un impuesto temporario, bueno, lo que dijo siempre.
— Ahora, la administración de Macri pasó y cuándo arranca la decisión del hidrógeno verde. O sea, cuándo pasa del litio y el cobre al hidrógeno verde.
— Apenas arrancó, a ver, yo me acuerdo que fue diciembre. Habrá sido como ponerle que yo me fui a Groenlandia con Andrew en enero ¿del 2019 fue?
— Paréntesis, a qué fuiste, qué fuiste a hacer a Groenlandia.
— Ahí a hablar de hidrógeno. Vuelvo a lo mismo, venía hablando de la revolución energética Andrew del hidrógeno y yo no sabía.
— ¿Y por qué en Groenlandia?
— Porque en Groenlandia había una teoría que se iba a usar Groenlandia con el deshielo para producir, sin necesidad de hacer ninguna represa. Vos pones unos tubos a presión y constantemente tenes producción de electricidad..
— Y descartaste Groenlandia y se vinieron a la Argentina.
— No, no, Groenlandia quedó, te estoy hablando que hicimos 62 países el año pasado. Al primer país que fuimos, yo estaba en Davos con Andrew, y nos subimos a un avión y fuimos a Groenlandia para hablar de litio y cobre y terminamos hablando de hidrógeno.
— Ok.
— Con un ingeniero ahí. Yo de hidrógeno, sabía que estaba en la tabla periódica y que había todo un tema. Pero que el hidrógeno estaba fuera de la matriz. Y ahí me dice éste es el futuro.
— En el avión yendo de Davos a Groenlandia.
— Sí.
— Él hablaba de hidrógeno.
— Éramos cuatro. Alguien que no sabía nada de hidrógeno que era yo. La secretaria de Andrew que sabía todo de hidrógeno y Andrew.
— ¿Y ahí te convencieron para que sea Argentina?
— No, Argentina entra, ahí era hidrógeno.
— Sí.
— Y después cuando empezamos a revisar yo dije, empecé a investigar, empecé a estudiar.
— Laburaste, claro.
— Porque el ingeniero me hacía los dibujitos Mira, acá pones agua con un nano de un cátodo.
— ¿Y?
— Y viste, te duele el orgullo. Tenes 47 años y te están dando una lección sobre hidrógeno. Que está bien, es como que yo te diga rugby, che, cómo se pasa la pelota. Era una cosa así.
— Ovalada o redonda ¿no?
— Sí.
— ¿Y?
— Y bueno, fueron tres meses, cuatro meses, cinco meses. A los cinco meses me llama y me dice venite. En plena pandemia. Tenemos dos aviones puestos en el mundo vamos a ir a todos los países.
— En dos aviones...
— En dos aviones hicimos 52 países. Once en Latinoamérica.
— O sea, vos por ejemplo, tenías un avión en Colombia y otro te llevaba a Medio Oriente.
— Sí, olvidate. Si te los cuento no me lo vas a creer.
— No, te creo todo.
— Y yo cuando le contaba a mis amigos me decían dale.
— ¿y vos ibas con Andrew adentro del avión?
— Sí, sí, había dos aviones. A veces íbamos nosotros...
— Ah, eran postas.
— Sí. Y en el Caribe hacíamos como por un tema de...
— ¿Por las islitas?
— No, no, porque te dejaban entrar y salir, por el tema del Covid entrabas a Argentina y no te dejaban salir. Entonces entrábamos y salíamos.
— Ah. ¿Y a Argentina cuándo llegaste?
— No, lo vimos a Alberto hace un año justo.
— En dónde.
— Él estaba en videoconferencia.
— En noviembre 2020.
— Y ahí Andrew se convenció y dijo...
— Alberto Fernández lo convenció a Andrew.
— Sí, tuvo voluntad. Vimos los proyectos. De nuevo, habíamos hecho todo un estudio de vientos. Habíamos hecho un montón de estudios de vientos. Habíamos hecho un montón de estudios de sol. Vimos un montón de hidroeléctricas y dijimos Argentina vamos a darle.
— ¿Y ahí empezaste a hacer el proyecto?
— Ahí arrancamos a fondo.
— Elegieron Río Negro.
— Sí. Hubo voluntad política de Arabela (Carreras). Laburó muy bien con los equipos técnicos. Nada, agarramos, vimos los vientos, analizamos.
— ¿Cuándo cerraste con Arabela ya tenías el pre acuerdo con Alberto?
— No, no, lo hicimos juntos.
— En paralelo.
— Los dos juntos.
— O sea, vos hablabas con Kulfas, hablabas con Arabela.
— Sí, los dos juntos.
— Cuando Kulfas te dio el ok te fuiste con Arabela.
— Siempre juntos, exactamente.
— ¿Tenes temor que pase algo con los mapuches?
— No sé si es temor, tengo mucha prudencia. No me gustaría que pase nada que perjudique el proyecto.
— ¿Te dieron alguna seguridad que no te va a pasar nada?
— No, seguridad no.
— ¿Con los mapuches?
— Ni me gustaría que pase. Esto no tiene nada que ver con los mapuches. O sea, no entra en un conflicto, por lo menos de lo que yo entiendo, con los mapuches. Y no queremos tener ningún problema con nadie. A ver, ni con los mapuches, ni con la gente de Río Negro. Siempre los respeto, sí.
— ¿Tenes alguna preocupación de que suceda algo?
— Preocupaciones tengo mil, soy argentino.
— No, está bien, pero entonces teniendo en cuenta que sos argentino, ¿tenés alguna duda o preocupación por el tipo de cambio, la imposibilidad de remesar utilidades?
— Si ya sabes lo que te voy a contestar.
— No, no sé.
— Pero vos...
— Por eso te pregunto.
— Digamos, mi optimismo se termina cuando no es factible.
— Ok. Para vos es factible que no pase nada.
— Si no no estaría yendo. A ver, ¿hay un riesgo que pase? Sí. Quiero creer en la parte que lo vamos a lograr. Si no, no hubiese empezado. Si yo creo que no va a haber problemas, es lo mismo que te diga que el 14 de noviembre, no sé, vuela la vaca por el aire, ¿entendés? Yo no sé lo que va a pasar. ¿Vos sabes lo que va a pasar el 15 de noviembre?
— No, nadie. ¿Tenés en cuenta el riesgo político?
— Sí obvio. Sí. Pero si no te estaría mintiendo. Pero creo que si nosotros, esto es lo principal, si nosotros como país, olvídate como tema político, nosotros como país no vemos esta oportunidad que va más allá de un partido político, estamos perdiendo la oportunidad más grande que tuvo la Argentina en muchos, muchos años. Te lo digo de verdad, te lo digo con el corazón.
— ¿Cuándo arranca de verdad?
— Nosotros queremos estar produciendo sí o sí para fines del 2024 principios del 2025.
— Y en este tema que estás planteando, ¿puede ser posible que lo que produzcamos acá sirva para darle energía a los taxis y los micros de Londres?
— Eso ya está, eso ya es un hecho. Yo hoy tengo que satisfacer el contrato de ayer. Por eso hablamos hoy. Yo tengo, yo tengo la compra, no tengo el hidrógeno todavía.
— Vos tenés la compra en UK con los...
— Sí.
— Y necesitas la energía de la Argentina.
— Hay cinco proyectos que están en la lista. Tres, no te voy a decir el otro te vas a dar cuenta solo, hay tres que son de Australia que va a estar con Japón hablando con Japón y Asia. Y hay dos que van a Europa.
— Está claro. Quiere decir que si sale bien la energía Argentina va a terminar, el hidrógeno...
— Va a ayudar para descarbonizar, sí. No sé cuánto, es tanta cantidad de autos.
— Pero para micros y autos...
— Y taxis en Inglaterra.
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