Con la llegada de figuras de peso, las tensiones internas en los bloques dominarán la nueva Cámara de Diputados

A partir del 10 de diciembre ninguna fuerza tendrá quórum propio y los acuerdos serán fundamentales para sesionar. El temor de algunos referentes a “licuarse” entre 257 pares

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La Cámara de Diputados que
La Cámara de Diputados que viene sólo funcionará si hay consenso

Mientras los candidatos caminan el territorio en el último esfuerzo de cara a las elecciones del 14 de noviembre, en la Cámara de Diputados de la Nación se realizó la última sesión en la previa a las elecciones y los legisladores ya empiezan a visualizar lo que será el recinto a partir del próximo 10 de diciembre cuando asuman los 127 nuevos parlamentario.

La composición de la Cámara cambiará, por lo menos en la correlación de fuerzas. Las estimaciones adelantan que el oficialismo perderá diputados, que Juntos por el Cambio sumará bancas, que ninguno logrará el quórum propio, y que la llegada de nuevos jugadores, en especial de los libertarios, modificará el ritmo de los debates.

“Va a ser una Cámara muy activa, pero no significa que vayan a salir muchas leyes”, reconoce un hombre que suele pedir la palabra en el bloque de Juntos por el Cambio. “Cada bloque deberá resolver muchas disputas internas y, a partir de eso, las disputas con el resto”, agregó.

María Eugenia Vidal, Martín Tetaz,
María Eugenia Vidal, Martín Tetaz, Paula Oliveto, Ricardo López Murphy y Carla Carrizo, algunas de las personalidades que entrarán a la Cámara

En la oposición se están preparando para administrar el triunfo mucho más que para disfrutarlo. “Hay que ver cómo se comporta el larretismo, el bullrichismo, las personalidades con peso propio, los radicales “históricos” que acompañan a Mario Negri y los que llegan de la mano de la “renovación” que responden a Martín Lousteau. A este grupo se le van a sumar María Eugenia Vidal, Martín Tetaz, Ricardo López Murphy y Emilio Monzó, todas personalidades con peso propio que van a querer su espacio de poder. Esto puede derivar en que el interbloque se conforme de cinco bloques”, razonan en Juntos por el Cambio.

Esa disputa también se va a dar por los cargos. El sector más duro de Juntos en Diputados busca avanzar en dos frentes. Con la casi confirmación de que la presidencia del interbloque quedará en manos del vidalista y, por ende larretista, Cristina Ritondo, el sector que responde a Patricia Bullrich buscará insistir en la discusión de la presidencia de la Cámara de Diputados que hoy detenta Sergio Massa, algo que los sectores más dialoguistas no recomiendan.

“La estrategia está en ir a discutir el poder, pero en realidad lo que los halcones buscan es poner incómodo a Massa y también a Ritondo. Lo de Massa es difícil porque ese puesto se define con el voto de los presidentes de los bloques así que podés tener mayoría pero el resto de los bloques te vota otra opción y perdés. Pero, donde tienen más posibilidades es en la disputa interna por la vicepresidencia de la Cámara, algo que le correspondería al sector de Ritondo y que es un lugar preciado porque hay caja y contratos”, señala un conocedor de las negociaciones que se llevan adelante en los despachos más amplios del Congreso.

El segundo frente es el de las comisiones. Hoy Juntos por el Cambio no tiene la presidencia de ninguna de las comisiones de peso, por lo que buscará presionar al oficialismo para poder acceder a alguna y que, además, esa presidencia quede en manos de los “duros” del bloque.

Leandro Santoro y Victoria Tolosa
Leandro Santoro y Victoria Tolosa Paz también deberán encontrar su lugar en la Cámara

Pero mientras Juntos por el Cambio deberá resolver sus disputas internas, también se prepara para contener las presiones “por derecha”.

Con la llegada de los liberales a la Cámara de Diputados el discurso en contra de los impuestos y las intervenciones estatales se correrá a las bancas de Javier Milei y José Luis Espert que detentan mayor credibilidad en el tema. En ese contexto, lo que muchos analizan es que los sectores más liberales del macrismo no disimulen el acercamiento y apoyen a los libertarios para avanzar en una agenda que no tiene consenso interno.

“Nos van a desnudar y nos van a correr por derecha, eso lo que va a terminar haciendo es que el ala más dura va a acompañar y a votar proyectos que propongan los liberales y que los sectores más moderados no están dispuestos a discutir. Eso va a generar un quiebre”, pronostica un legislador del PRO.

Por el lado del oficialismo el escenario no es mejor. Aunque parecen mostrar una cohesión mayor de cara a lo que viene, la diferencia entre los sectores más ligados al kirchnerismo y La Cámpora y los que llegan de la mano de los gobernadores peronistas tiende a profundizarse. A nadie se le escapa que comenzó la carrera al 2023.

“Hay que esperar los resultados para saber si hay una radicalización del camporismo o si los legisladores del peronismo de los gobernadores aumentan su peso en el bloque. En ambos casos va a primar la racionalidad pero la diferencia va a estar en la forma en la que se seleccionen los temas a tratar y la discusión con la oposición”, explicó un legislador peronista.

El Congreso que imaginan en el Frente de Todos es uno “más negociado”. “Las sesiones que vamos a tener van a ser muy parecidas a la que tuvimos por el Etiquetado Frontal. Ellos -por Juntos por el Cambio- no van a tener quórum y nosotros tampoco, entonces vamos a tener que buscar consensos y negociar una a una cada norma. Si hay consenso, vamos a funcionar, si no hay consenso, se va a trabar todo”, explican.

Sin quórum propio de ninguna
Sin quórum propio de ninguna fuerza, si no hay acuerdo se caerán las sesiones

Un punto no menor y en donde hay consenso tanto en el Frente de Todos como en Juntos por el Cambio es que las “figuras” que van a llegar a la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre, en principio, no generarán un gran cambio.

Hemos visto pasar a muchas personalidades de la política que cuando llegan a la Cámara se diluyen entre los discursos y la burocracia de los 257 legisladores. Además, acá podes llegar siendo la ex gobernadora de Buenos Aires -por María Eugenia Vidal- o el columnista estrella de la televisión -por Martín Tetaz- pero todos los votos valen uno y sin que exista un bloque mayoritario, más que nunca cada voto vale uno”, sonríe un legislador de los duros, pero del Frente de Todos.

Hay algo que todos los que llevan un tiempo en el Congreso de la Nación saben y que en la Cámara de Diputados queda mucho más claro: la burocracia propia suele “cansar” si no se logra encontrar rápidamente la forma de moverse en el laberinto de los reglamentos y las comisiones y que, en general, a los que fueron Ejecutivos la escasa adrenalina diaria del legislativo no les gusta. “Le pasó a Mauricio Macri y a Néstor Kirchner,su paso por Diputados fue casi inexistente”, recuerdan.

En este contexto, tanto en Juntos por el Cambio como en el Frente de Todos entienden que el Congreso de la Nación que funcionará el próximos año de una manera similar a los que fueron las últimas dos sesiones de Diputados. “Si un sector se corta solo y quiere llevar un temario sin consensuar le va a pasar lo mismo que le sucedió al oficialismo a principio de octubre que no logró quórum. Todo va a ser un toma y daca durante el 2022 y para el 2023 dependerá de cómo llegue cada uno a la disputa de poder presidencial”.

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