“Fue un día inolvidable en mi vida”, así define Nelson Castro sus últimas 24 horas en Roma. O más precisamente en el Vaticano, donde presentó, en una sala del Colegio Agustiniano, la edición en italiano de su libro La Salud de los Papas y se reunió con el Papa Francisco.
La cita con Francisco estaba programada para las 9 de la mañana de ayer. Llegó al Palacio Apostólico unos minutos antes, así que la ansiedad del sumo pontífice por ver a sus compatriotas adelantó la reunión para las 8.45. “Un guardia suizo, pese a que por lo general no hablan, me dijo: ‘Usted es el autor del libro, el Papa lo está esperando’. Luego, el ayudante de cámara de Francisco, el argentino Luis Rodrigo, me explicó que nos quería recibir antes del horario”, le cuenta a Infobae en la medianoche romana, después de cumplir con sus obligaciones televisivas en TN y Telenoche.
El periodista -que viajó a Italia, además, para cubrir la reunión del G20- entrevistó en varias oportunidades a Francisco desde que comenzó su papado el 13 de marzo de 2013. Esta vez llegó al Palacio Apostólico “en una visita catalogada como oficial” acompañado por sus colegas Alicia Barrios, “que tuvo mucho que ver con la génesis del libro”; Marina Artusa, “que hizo la investigación aquí en la Biblioteca Vaticana”; Javier López Llovet, el presidente de la editorial Random House y su productor general Sebastián Sánchez.
-Su encuentro de hoy con el Papa duró 40 minutos, más de lo que dedica a muchos presidentes.
-Increíble, me parecía mentira. Pensé que habían sido 20 minutos nada más, pero alguien que estaba conmigo me dijo “no, fueron 40″.
-¿Cómo lo vio a Francisco ? ¿Cansado, con fuerza, feliz...?
-Me encontré con un hombre en pleno estado de salud, joven. Tal como si el tiempo no hubiera pasado, y menos una operación como la que tuvo. Estaba muy bien, y ese era un elemento que me interesaba mucho. Lo vi con el cutis fresco, la mirada atenta, de buen humor, conduciendo la conversación…
-¿Le dijo si quedó conforme con el capítulo del libro dedicado a él, o le reprochó algo?
-Estaba feliz con el libro, tal es así que después de decirme que estaba muy bien, me preguntó…' ¿y pudo incluir algo de la operación en el libro?’ Le dije que algo breve porque salió muy sobre la hora. Me dijo que en una próxima entrevista me hablaría todo sobre esa operación (Nota: por una “estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante”). Él tenía la edición italiana, y como aquí todavía algunos libros se hacen con tapa dura, notó ese detalle. Es muy observador. Otra cosa que me comentó del libro fue que no conocía la historia de Pío XI, de quien se sospechaba podría haber sido asesinado. Es un dato que da cuenta que leyó el libro en profundidad.
-Al Papa lo operaron justo cuando salió el libro en Argentina. Hubo muchas especulaciones sobre su verdadero estado de salud y hasta se habló de cáncer…
-La intervención duró tres horas porque él tenía una brida en el abdomen producto de la operación de vesícula, lo que impidió la vía laparoscópica. En un momento me dijo “¿vio todas las especulaciones que hubo por mi operación?”. Así que tendré que aguardar a la entrevista para hablar más en profundidad.
-Hay un mito sobre él, y es que tiene un solo pulmón…
-No es así. Tiene los dos. Lo que ocurrió es que le extrajeron un lóbulo del pulmón derecho. Tuvo una patología importante a los 21 años. Ahí también se especuló con algo maligno. Pero fue algo infeccioso, y no le dejó secuelas.
-¿Podría haber sido elegido Papa si hubiera padecido esa falta?
-Durante el cónclave, ocurrió que un grupo de cardenales que no quería votarlo, adujeron que podía faltarle un pulmón y que eso podría ser algo inhabilitante. Así que el cardenal (Oscar) Rodríguez Madariaga le preguntó directamente: “¿A usted le falta un pulmón?”
-Imagino que hablaron sobre la Argentina. ¿Qué dice Francisco sobre la situación del pais?
-Esta vez, la única mención que hizo Francisco en esta ocasión fue que no iba a recibir a Alberto Fernández. En eso fue taxativo: “Ningún Papa recibe a un presidente cuando está en pleno proceso electoral”. Pero sabe todo lo que pasa en el país.
-¿Pero hubo negociaciones por parte del gobierno para llevarla a cabo?
-Tres fuentes vaticanas, que son como si hablara con el Papa, me confirmaron que sí hubo negociaciones por parte de 3 funcionarios argentinos: Gustavo Béliz, Santiago Cafiero y Juan Manuel Olmos. Pero como les dijeron que iba a ser imposible, no se llegó a hacer un pedido oficial. Estas tres fuentes fueron muy categóricas al decírmelo.
-En la entrevista con el Papa que incluyó en su libro, él señaló que no vendrá a la Argentina. ¿le volvió a preguntar?
-Es un tema que esta vez no se tocó. Cuando nació el libro, en la entrevista del 2017, le pregunté. Y él me respondió “Nelson, viví 76 años en la Argentina, ahora soy el Papa y me voy a ocupar del mundo”.
-Bueno, pero Juan Pablo II visitó muchas veces Polonia, por ejemplo. Llama la atención que no haya venido...
-Si, pero la respuesta fue muy taxativa. Además, como dije, llevó el control de la charla. Habló mucho del encuentro con el presidente norteamericano (Joe) Biden que tendrá lugar mañana (por hoy) y de la relación afectiva que tiene con él. Y por supuesto el tema de la salud, de la dieta que está haciendo. Se me pasó el tiempo volando, y soy muy respetuoso de la agenda y lo esperaban un grupo de obispos de Polonia. Que, y esto fue una grata sorpresa, habían visto la edición italiana de mi libro.
-¿Cómo se forjó esa relación con Biden?
-En primer lugar, son dos personas católicas. El Papa tuvo un rol muy importante en consolar a Biden en sus tragedias personales, usted sabe de la muerte de su primera esposa y de sus hijos. En el Vaticano me dijeron: “va a ser una reunión de dos personas que se tienen afecto”.
-Con esa relación tan cercana, Francisco podría hablarle a Biden de la Argentina
-Podría, claro. El Papa, siempre que puede, le da una mano a Argentina. El tema de la deuda va a estar, y el del clima también. Ellos se conocen bien.
-No quiero dejar de preguntarle por algo que mencionó al pasar: que el Papa está a dieta ¿Se ve gordo?
-El Papa tiene una vestimenta frondosa, digamos... Así que esta con una dieta. Come mucho menos y con una variedad muy grande. Textualmente me dijo “Estoy con una dieta estricta, que la estoy observando muy bien”.
-¿Qué tipo de dieta hace?
-Vos sabés que en estos casos, el tiempo pasaba tan volando que te quedás con 980 mil preguntas para hacer. Se lo preguntaré cuando tenga la entrevista sobre el tema.
-¿Pusieron fecha?
-Será cuando él decida. Me llamó la atención que él estuviera interesado acerca de la inclusión de la operación en el libro.
-Lo vio varias veces al Papa. ¿Ya es un entrevistado más para usted o es especial?
-Cada vez que me encuentro con él me conmuevo. Cuando salimos, en la puerta de San Dámaso me senté en la escalinata y lloré por dentro. Además, en esta ocasión hubo algo muy personal. El libro está dedicado a mi mamá y mi papá, y me dijo que le encantó la dedicatoria.
-¿Si Francisco se hubiera negado a hablar de su salud, existiría el libro?.
-Es interesante lo que preguntás, porque la idea del libro salió de él. Hacerlo desde Buenos Aires, con la logística que implica, con colaborador acá en el Vaticano de confianza... Era algo que estaba fuera de mi. En el 2013, cuando lo entrevisté después de la Jornada de la Juventud en Río de Janeiro, supe que él había leído Enfermos de Poder (el libro de Nelson Castro sobre la salud de los presidentes) y que le había gustado. Más adelante fui a cubrir el lanzamiento de Scholas Occurentes. Estaba en la audiencia de los miércoles, y cuando me vió, me señaló con él índice. “Ya le dije que tienen que escribir el libro de los Papas”, me dijo. Es un hecho fundamental. No habría libro sin esas palabras del Papa. Cuando hice la entrevista sobre el tema fue una cosa extraordinaria. Es histórico, atrapante y único. Vos lo leés y te parece una novela. Es el primer Papa en 200 años que habla de sus salud.
-Tuvieron acceso a los archivos del Vaticano, además. ¿Fue ilimitado o lo controlaron mucho?
-No, bueno. Ahí estuvo Marina Artusa. Hubo un control muy estricto y fue Fabián Pedacchio, el secretario del Papa, el que estuvo muy diligente para allanar todo. Marina estuvo un año yendo todas las semanas. Fue muy interesante no sólo por los documentos en sí, sino porque a través de las menciones de los mismos pudimos entrevistar a otras personas involucradas.
-Además, en esta oportunidad tuvo la presentación en el mismísimo Vaticano.
-Fue algo hermoso. Participaron Elisabetta Piqué, que fue la moderadora, Alicia Barrios y Marina Artusa. Contamos cómo fue el proceso de escritura del libro. Había más de 20 periodistas, mucho para lo que son los acreditados del Vaticano.
-Su nuevo libro es sobre la salud de Maradona. Quizás muchos no lo sepan, pero usted comenzó como periodista deportivo...
-Efectivamente, y con mucho cariño. A Maradona lo entrevisté precisamente en ese rol de periodista deportivo. Era muy amable, un pibe humilde que te agradecía las entrevistas. Otra cosa que como fue después. Lo vi desde su debut hasta que se fue al Barcelona en el 83. Luego, a partir de la adicción, fue tremenda su autodestrucción. Tuvimos acceso a información de todo nivel.
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