La Justicia puso en la mira una licitación millonaria que realizó la Obra Social del Poder Judicial de la Nación (OSPJN), en la que se habrían cometido irregularidades en la adjudicación, donde el principal acusado es el director de la entidad, Aldo Tonón. En el marco de la investigación, este jueves se realizó un allanamiento en el domicilio del sospechoso y en la sede de la entidad ubicada sobre la calle Lavalle al 1600, a una cuadra del Palacio de Tribunales.
La causa se inició a mediados de septiembre con la denuncia de un empleado de la obra social que dio cuenta de algunas irregularidades en el uso de elementos de la obra social que Tonón utilizaba con fines personales. El denunciante declaró en el expediente y se inició formalmente la investigación.
Las irregularidades se habrían iniciado en 2019 cuando se realizó la apertura de ofertas de una licitación para contratar el despacho de medicamentos para todos los afiliados del país de la OSPJN. Tonón aprobó un presupuesto de mil ochocientos millones de pesos para el que no se pidieron informes técnicos administrativos ni legales como corresponde legalmente. Sólo se trató de una estimación personal del director, sin respaldo legal, según revelan fuentes del caso.
En la apertura de las ofertas, Tonón asistió personalmente e insistió para que la empresa Farmandat S.A. sea adjudicataria. Como no era la que ofrecía el mejor precio, hubo un escándalo y comenzó a los gritos e impuso su posición, frente varios testigos que ahora se animan hablar. Además, para lograr que se adjudicara esa empresa, impuso un pedido de nuevas observaciones y avales, que no estaban contemplados en los pliegos, para desplazar a la empresa que había ofrecido menor presupuesto.
Tonón adoptó las observaciones que hizo Farmandat y las trasladó por escrito a la empresa competidora. Luego de que esa empresa contestara respecto de temas que fueron incorporados con posterioridad a la licitación, el director de la obra social presionó a su equipo técnico para obtener un dictamen favorable a Farmandat. Según trascendió, ese equipo técnico está integrado por personas que no tienen estabilidad laboral, contratados con locaciones de servicios, lo que posibilitó que fueran permeables a las presiones.
El dictamen objetó las empresas competidoras al señalar que no alcanzaban con sus redes de farmacias a dar toda la cobertura solicitada y declararon desierta la licitación. Sólo cuatro meses después de la licitación, Tonón elevó el presupuesto oficial a más de dos mil seiscientos millones de pesos, lo que representa un incumplimiento. De esa nueva licitación sólo participó Farmandat.
La adjudicación fue firmada por Carlos Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco y Maqueda, ya que los demás ministros se negaron, según surge de la resolución del 10 de setiembre de 2020.
Farmandat es una empresa de Córdoba y su director es Oscar Bonangelino. Dedicada a de emergencias médicas, siempre ganó las licitaciones en esa provincia. Fue denunciada por Graciela Ocaña como integrante de “la mafia de los medicamentos” y, según denunció la legisladora, es una empresa que tiene “prestanombres” y uno de sus socios es Juan Carreño.
La llegada de Tonón a la dirección de la OSPJN
Aldo Tonón es el histórico director de la OSPJN y un hombre que responde al ministro de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda. Llegó al cargo por recomendación del ex ministro de Salud, Ginés González García. De hecho, quienes conocen en profundidad los entresijos del Poder Judicial señalan que el ex ministro de Salud tuvo y tiene una participación importante en todo lo que sucede en la obra social por su profunda amistad con Maqueda.
Eso se refleja también en la idea de afiliados “VIP” ya que muchos tenían trato preferencial si hablaban con Maqueda: no sólo eran atendidos rápidamente, sin formalidades, sino que además tenían acceso a prestaciones que se negaban a otros o, en algunos casos eran afiliados sin tener derecho a serlo.
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