No habrá cónclave entre Joseph Biden y Alberto Fernández hasta que no se encarrile la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La Casa Blanca no comparte el endurecimiento de la Argentina frente al FMI, y no quiere dar señales contradictorias con una reunión oficial entre ambos presidentes en Roma. Hasta fue descartado el recurso diplomático de pull aside -un encuentro breve en medio de las deliberaciones del G20-, para demostrar hacia afuera que la abrupta tensión con el FMI no afecta las relaciones bilaterales entre la Casa Blanca y Balcarce 50.
Alberto Fernández y Biden compartirán la foto de familia del G20 de Roma y es probable que mantengan contactos informales durante la cumbre, pero el Departamento de Estado descartó un encuentro bilateral entre los mandatarios para no alentar falsas expectativas.
Una reunión a solas, una foto oficial, y un comunicado conjunto pueden significar que Estados Unidos avala la actual postura ideológica de la Argentina frente al FMI. Tras la escalada discursiva de Alberto Fernández, su ministro Martín Guzmán y La Cámpora, en Washington decidieron replegar las señales de apoyo hasta saber si es sólo un recurso de campaña o el triunfo de una estrategia de negociación que diseñó Cristina Fernández de Kirchner.
“Si todavía no cerramos un acuerdo con el FMI, es porque no nos vamos a arrodillar”, aseguró ayer el Presidente durante un acto que rindió tributo a la memoria de Néstor Kirchner. Una definición política que escaló al propio discurso de Alberto Fernández, hasta hora ceñido a los conceptos de negociación, programa sustentable y cumplimiento en el pago de la deuda.
El endurecimiento del discurso público de Alberto Fernández, será un aspecto clave del encuentro formal que mantendrá con Kristalina Georgieva en Roma. La reunión está prevista para el sábado a las 17 (hora local) y será en la embajada de Argentina en Italia. Acorde al programa oficial, es el encuentro bilateral más largo de la gira y Santiago Cafiero -canciller-, Martín Guzmán -ministro de Economía- y Gustavo Beliz -secretario de Asuntos Estratégicos- acompañaran al jefe de Estado.
“Nosotros queremos que bajen los sobrecargos, que nos den más plazos y que nos permitan crecer a través de un programa sustentable. Esa es nuestra línea de negociación, y no la vamos a cambiar”, explicó a Infobae un miembro del Gabinete que viaja a Roma con Alberto Fernández.
La línea argumentativa del Gobierno choca de frente con los términos de negociación del FMI. El board del Fondo - liderado por Estados Unidos, Alemania y Japón- no quiere bajar los sobrecargos, tiene otras ideas acerca de la sustentabilidad de un programa económico, y sostiene que los plazos que exige Argentina no están previstos en los estatutos del organismo de crédito multilateral.
Kristalina Georgieva tiene buena relación con Alberto Fernández y su ministro Guzman, y entiende la lógica electoral que aplica el Presidente para contener a sus propios votantes a dos semanas de los comicios. Pero la directora gerente quedó golpeada por su affaire con China, y no tiene espacio para exhibir una actitud condescendiente con la Argentina.
Alberto Fernández y Georgieva sufren idéntica situación política: tienen que extremar los gestos internos y los discursos públicos para intentar salir de una situación de debilidad que afecta su toma de decisiones.
Desde esta perspectiva, que tiende a retroalimentarse, la reunión entre Alberto Fernández y Georgieva no producirá avances en la negociación con el FMI. Los dos mantendrán sus posturas, habrá comunicados oficiales asegurando que se continúa dialogando, y todo quedará para después de los comicios del 14 de noviembre.
Además de su cónclave con Georgieva, Alberto Fernández protagonizará una reunión con Ángela Merkel que termina su mandato como Canciller de Alemania. El Presidente y Merkel se encontrarán el sábado en “una pausa de café” de las deliberaciones del G20, y el objetivo es analizar la relación bilateral y obtener el apoyo de Berlín a la negociación con el FMI.
El Presidente y su canciller Cafiero están leyendo la mejor biografía sobre la canciller -”Ángela Merkel, la líder más influyente de Europa”, escrita por Matthew Qvortrup-, y apuestan a lograr que Alemania aplaque sus críticas sobre la Argentina y su propuesta al FMI.
“Hasta fin de año, Alemania está representada en el board del FMI por su banco central (Bundesbank), y eso nos juega en contra. Y desde 2022, por dos años, ese puesto en el board regresa a la política. Por eso es importante la reunión entre Alberto (Fernández) y Merkel”, dijo a Infobae un integrante del Gobierno que viaja a Roma en el avión presidencial.
Es una mirada optimista de las relaciones internacionales. Si Argentina no presenta una propuesta viable, Alemania continuará retaceando su apoyo en el board del FMI.
En el Centro de Convenciones La Nuvola, sede oficial del G20, Alberto Fernández también se encontrará con la Reina Máxima de Holanda, el premier español Pedro Sánchez, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel (pull aside), la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
El Presidente tiene previsto partir a Roma cerca de las 22, y en su comitiva estarán la primera dama Fabiola Yañez, Santiago Cafiero, Martín Guzmán (ya está en Roma en reunión de ministros de Economía y Finanzas), el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Arguello (ya está en Italia porque es Sherpa del G20), el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, Gustavo Beliz, el jefe de asesores Juan Manuel Olmos, la asesora presidencial Cecilia Nicolini, la portavoz Gabriela Cerrutti y el subsecretario de Comunicación y Prensa, Marcelo Martín.