En plena campaña electoral, la Confederación General del Trabajo (CGT) respaldó al Gobierno y criticó a los empresarios por el aumento de los precios: el cotitular cegetista, Carlos Acuña (estaciones de servicio) afirmó que “nos perjudican siempre” porque “son los principales responsables de la situación por la que estamos pasando los trabajadores” y destacó que “está bien que cada vez sean más fuertes, pero no a costa del hambre de la gente”.
Para el sindicalista, alineado con el gastronómico Luis Barrionuevo, “el año pasado, en pandemia, los productos alimenticios aumentaban permanentemente y si los comparamos con lo que valían en 2019 nos vamos a dar cuenta de todo lo que aumentó, y ahora siguen aumentando”.
También cuestionó a los empresarios porque “siempre se lavan las manos” y “pretenden que no haya vacaciones ni convenio colectivo de trabajo, como si el despido fuera la solución”.
El dirigente habló luego de una reunión del Consejo Directivo de la CGT, en la sede de Azopardo 802, en donde se aprobó la realización de un congreso extraordinario el jueves 11 de noviembre para reformar el estatuto, que habilitará la creación de nuevas secretarías y duplicará casi todos los cargos para permitir que se incorporen mujeres y se cumpla con la Ley del Cupo Femenino.
Al analizar la situación política y económica, los sindicalistas volvieron a respaldar al Gobierno en su objetivo de un congelamiento de precios para intentar frenar la inflación, cuestionaron a los empresarios (en la misma línea de Acuña) y se intercambiaron elogios y agradecimientos por la masiva concurrencia a la marcha por el Día de la Lealtad Peronista que realizaron el 18 de octubre.
En el encuentro, con tono de fin de ciclo ya que las actuales autoridades cegetistas terminarán su mandato dentro de dos semanas y se elegirá una nueva conducción, la mayoría de los presentes hizo una suerte de balance de la gestión y se coincidió en poner a la unidad como el primer objetivo de la futura central obrera que surgirá del congreso que se realizará en Parque Norte, en Capital.
Si bien no se habló del tema esta tarde, casi todos siguen dando por hecho que la CGT será conducida desde el 11 de noviembre por un triunvirato que integrarían Héctor Daer (Sanidad), del sector de “los Gordos” y actual cotitular cegetista junto con Acuña; Pablo Moyano (camioneros), por el moyanismo, y Antonio Caló (metalúrgicos), en representación de los sindicatos industriales.
En la reforma estatutaria que se proyecta en la CGT está previsto habilitar la posibilidad de que la central obrera sea conducida por un cuerpo colegiado, lo que le dejará a la dirigencia margen de maniobra para negociar una estructura de tres o cuatro secretarios generales.
En el futuro Consejo Directivo, según se aprobó esta tarde, las 25 secretarías actuales pasarán a 33: se crearán, por ejemplo, las de Asuntos Municipales, Asuntos Energéticos, Innovación y Futuro del Trabajo, e Infraestructura y Obras Públicas, mientras que se desdoblarán las que hoy existen de Cultura, Ciencia y Técnica; Vivienda y Turismo, y Juventud y Protección de la Niñez.
La Ley de Cupo Femenino, que permitirá que haya un 30% de mujeres, se aplicará a partir de la duplicación de todos los cargos, con excepción de la Secretaría General, la Secretaría Adjunta y la de Finanzas, para que cada gremio designe un hombre y una mujer que se alternarán en el puesto.
Aún no se aprobó la otra innovación que analizan para la nueva CGT: la creación de un Observatorio Social dentro de la central obrera para permitir que se sumen los movimientos sociales.
Participaron de la reunión, además de Daer, Acuña y Caló, dirigentes como Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Armando Cavalieri (Comercio), Sergio Romero (UDA), Rodolfo Daer (Alimentación), Carlos Frigerio (cerveceros), Julio Piumato (judiciales) Amadeo Genta (municipales), Omar Maturano (La Fraternidad) y Noé Ruiz (modelos), entre otros.
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