Por estas horas, en el gobierno nacional hay una importante expectativa sobre el resultado que puede generar el control de precios en la economía doméstica y el impacto que pueda tener en el tramo final de la campaña electoral. A veinte días de las elecciones ambos temas van de la mano. Mejorar la situación económica es clave para recuperar el terreno perdido en las PASO.
Sin embargo, la Casa Rosada soslaya en este cálculo electoral los fuertes cuestionamientos pronunciados por empresas nacionales y extranjeras. La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) repudió el esquema de control de la secretaría de Comercio Interior, que avanza en un esquema de presión estatal que jamás dio resultado en la historia moderna de la Argentina.
“Es una bomba de tiempo que hará eclosión”, aseguró el crítico e inusual comunicado de la AmCham, en referencia a la controvertida estrategia oficial contra la inflación.
El congelamiento de precios dispuesto por el secretario de Comercio, Roberto Feletti, es la principal herramienta electoral que tiene el oficialismo de acá al 14 de noviembre, día en que se llevarán a cabo las elecciones generales.
“Uno de los principales reclamos de la gente es que los precios de los alimentos están muy altos. Con esta medida mostrás una actitud positiva”, indicaron desde uno de los municipios más grandes del conurbano bonaerense.
La perspectiva de la mayoría de los intendentes peronistas contrasta con dos situaciones económicas que no forman parte del relato oficial: bajará la producción de bienes de la canasta para amortiguar los costos y cuando termine el stock -por la baja de la producción- las góndolas empezaran a vaciarse.
Asimismo, no todos los intendentes del conurbano actuaron en idéntico sentido. Muchos jefes municipales -que vencieron a Juntos por el Cambio- no quieren causar un clima adverso a menos de tres semanas de los comicios. Esos intendentes conocen a los dueños de los almacenes y supermercados de cercanía, y temen una réplica electoral por la simple visita a una góndola para determinar si los precios coinciden con la nómina oficial.
La inflación de septiembre fue del 3.5 por ciento, y Balcarce 50 apuesta que ese techo baje hasta el 2, 9 por ciento. Se trata de una aspiración que no contempla la emisión monetaria y la incapacidad de reducir la denominada inflación núcleo. Con cepo a las divisas, y medidas que traban el comercio, la inflación continuará su marcha ascendente. Eso sucedió siempre: desde Isabel de Perón a Cristina Fernández de Kirchner.
“Esta medida debería impactar positivamente pero hay que ver el acatamiento. La sociedad tiene que sentir que nosotros la estamos cuidando”, reconoció un intendente de la tercera sección electoral, una de las más pobladas de la provincia de Buenos Aires.
Respecto al efecto que pueda generar en las elecciones, hay sectores del oficialismo donde creen que la medida puede tener un impacto en las urnas, debido a lo que entienden que es una percepción positiva de la medida.
Pero también están quienes consideran que la medida no tendrá ningún tipo de incidencia en las elecciones y que, en todo caso, es una política económica que tendrá sus frutos más adelante.
Un voz del Kirchnerismo lo resumió en una frase escueta: “Hay que pensar después del 14 de noviembre, el país sigue su marcha”. En el Frente de Todos, por el momento, no está instalado un clima épico de resurrección post PASO. En gran medida porque los resultados fueron contundentes en todo el país. El peronismo perdió en 17 de los 24 distritos.
En el Frente de Todos hay seguridad sobre que la crisis económica fue determinante en el resultado de los comicios. Por eso se aferran a esta medida en la previa de las elecciones. El Gobierno ya tiró a la cancha una batería de medidas después de las PASO, de las que no sabe, con exactitud, si le darán reedito electoral. El congelamiento de precios es la más importante de las que está agenda en esta etapa final de campaña. La suerte está echada.
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