Quedan menos de 30 días para que la población vuelva a las urnas, pero esta vez será para decidir quiénes serán sus representantes en el Congreso de la Nación. Como en el truco, esta vez es por los porotos y no hay margen de error como en las PASO. Y eso lo saben todos pero en especial los gobernadores que sufrieron fuertes derrotas y que no solo ponen en juego el acompañamiento al gobierno nacional sino también su representación en la Cámara de Senadores y, un poco más adelante, sus posibles reelecciones.
La palabra “platita” que utilizó el candidato bonaerense Daniel Gollan para explicar una conversación con una vecina de un barrio humilde se instaló en el escenario electoral para graficar las medidas del oficialismo que apuntan a retner y recuperar votos que no los acompañaron el pasado 12 de septiembre.
Un ejemplo de esto es lo que está sucediendo en San Luis, en donde la administración provincial lanzó un plan en donde estableció que el piso salarial para los trabajadores de la provincia tiene que ser $ 70.000 de bolsillo, por lo que en el caso de los empleados del sector privado que no lleguen a esa cifra será el Estado provincial quien cubrirá la diferencia.
Así lo anunció hace unos días atrás el gobernador Alberto Rodríguez Saa quien explicó que la ayuda será durante seis meses, estará destinada a quienes tengan más de tres meses de antigüedad, en una actividad regulada por convenio colectivo de trabajo, con representación gremial debidamente conformada. “Esto no significa aumento salarial, ni carga patronal”, aclaró el gobernador.
La jefa de Gabinete, Natalia Zabala Chacur, informó que los destinatarios serán los trabajadores registrados conforme la normativa vigente, que perciban menos de $70.000 de bolsillo, es decir, que posean un sueldo neto menor a $70.000, o el monto proporcional, según horas trabajadas.
La medida es, aseguran en el oficialismo, hasta que lleguen las nuevas paritarias y de esa manera acompañar a los trabajadores en ese proceso. Desde la oposición aseguran que están utilizando fondos públicos con un objetivo electoral y presentaron una denuncia en la Justicia.
En las PASO, el peronismo en San Luis obtuvo el 37,3% de los votos contra el 46,9% de Juntos por el Cambio.
Otro gobernador que apunta a obtener una victoria el próximo 14 de noviembre y que pone en juego su cargo es el de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Por eso anunció un bono récord de $90.000 para todos los agentes de la administración pública provincial y un aumento del sueldo básico del 57 por ciento.
Acompañado por los gremios que integran la Mesa de Diálogo y Trabajo y la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala, entre otros dirigentes y funcionarios, el mandatario explicó que esta suma adicional se pagará en tres cuotas de $30.000. La primera cuota se pagó el pasado 14 de octubre, la segunda se pagará sugestivamente el 10 de noviembre a tan sólo 4 días de votar y la tercera el 9 de diciembre.
En cuanto al aumento salarial, se informó que se cobrará a partir del 28 de enero y que consistirá en un incremento del “57% en el básico”. Por si estos desembolsos no fuesen suficiente, Zamora ratificó un compromiso asumido que a partir del 1 de marzo para otorgar el pase a contrato de empleo y a planta permanente de los ingresantes a la administración pública que tengan 3 o 5 años de antigüedad, respectivamente. Para que el gobernador pueda honrar su palabra el próximo 1 de marzo debería ser reelecto en el cargo el próximo 14 de noviembre.
En las PASO, el Frente Cívico de Zamora se quedó con el 55% de los votos en la provincia y le sacó 40 puntos a la segunda fuerza que fue Juntos por el Cambio y, de obtener un resultado similar, se quedará con las tres bancas de senadores nacionales en juego.
Otro que eligió el camino del “bono” como parte del plan de reactivación del consumo fue el gobernador de Chaco, Jorge “Coqui” Capitanich. El mandatario anunció que pagará un bono de $10.000 a más de 100.000 trabajadores activos y jubilados que cobren menos de $100.000 al mes.
Durante el anuncio, Capitanich dijo que “el salario actual no alcanza” y anunció que se aplicarán aumentos salariales del 7% por encima de las paritarias para los trabajadores del Estado.
Como parte de los anuncios, el gobernador del Chaco dijo que habría reembolsos por el uso de la Tuya -la tarjeta del Banco del Chaco- en supermercados y farmacias, y 25 productos de la canasta de alimentos dentro de un acuerdo de precios.
El paquete total implica $4.000 millones que pone Capitanich en las calles de la provincia con el fin de dar vuelta las elecciones. En las primerias abiertas el Frente de Todos perdió a manos de Juntos por el Cambio por ocho puntos, 36 a 44 por ciento.
Más al sur, otra gobernadora que también eligió el camino de los aumentos salariales fue Alicia Kirchner. La titular del Ejecutivo de Santa Cruz anunció el regreso a la presencialidad total en las escuelas y propuso a los gremios un aumento de sueldo del 7,5% para la administración central.
En la tierra de los Kirchner el resultado de las PASO dejó un gusto muy amargo para el oficialismo. Las seis listas que representan a Juntos en Santa Cruz llegaron al 38,6% contra el 26,4% que alcanzó el Frente de Todos.
También al sur del país, en Chubut, el gobernador Mariano Arcioni pagó un bono remunerativo, bonificable y extraordinario de $5.000 para todos los empleados estatales, activos y pasivos.
En la provincia patagónica Juntos por el Cambio, que llevó tres listas, sumó 110.190 votos para senadores y 109.767 para diputados nacionales. En segundo lugar quedó el Frente de Todos (FdT) con 74.129 votos para senadores nacionales y 73.150 para diputados. Con estos números, Juntos por el Cambio se quedaría con dos senadores de los tres que hay en juego y con los dos diputados que se eligen en la provincia.
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