Con un ojo puesto en la agenda de seguridad, y otro en los últimos hechos violentos ocurridos en la provincia de Buenos Aires, el gobierno nacional desplegará, a partir de mañana, unos seis mil efectivos federales en el conurbano bonaerense.
La localización será gradual y comenzará con el denominado “Operativo Estaciones de Trenes Seguras”. Será a lo largo de la traza ferroviaria en veinticuatro estaciones de las líneas Roca y Belgrano (ver infografía). La inteligencia de las tareas dispuestas por el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, se diferencian de las de su antecesoras Sabina Frederic. Los agentes de Prefectura Naval Argentina y Gendarmería Nacional controlarán, patrullarán y vigilarán principalmente los alrededores de las estaciones. Los mapas del delito demuestran que los pasajeros son robados antes de llegan al andén.
Cambio de paradigma
“Desde mañana cambia el concepto del control, antes el plan de estaciones seguras era en el interior”, le explica Fernández a Infobae y detalla: “Lo que se comprobó con el trabajo que viene realizando la Policía Federal, es que el robo, los hurtos, los delitos en general, se dan alrededor de las estaciones de trenes. Cuando los trabajadores llegaban al andén ya los habían robado”, razona.
-¿Y el personal policial que realiza tareas de prevención en los andenes lo van a retirar?, le preguntó ese medio.
-No, ellos van a seguir realizando sus tareas, como lo han hecho hasta ahora, lo que nosotros vamos a reforzar es la seguridad en todo el perímetros. Ahora la prevención va a ser adentro y afuera.
Los refuerzos de seguridad de los que habla el ministro estarán a cargo de Prefectura y Gendarmería y cada fuerza tendrá la responsabilidad de ramales diferentes. Estos despliegues, según refieren los colaboradores de Aníbal Fernández, estaban trazados antes de los tres crímenes brutales que en 13 horas conmocionaron el conurbano y encendieron las alarmas en el Gobierno: Gonzalo Refi fue asesinado en Lanús, a las 19 del miércoles pasado. Dos horas después, en Caseros, acribillaron al subcomisario de la Policía de la Ciudad Rodrigo Becker. A las 8 de la mañana de ese mismo día, en Quilmes, Lucas Cancino, el estudiante de 17 años que salió en bicicleta de su casa para ir a la escuela, fue acuchillado.
Los crímenes en el territorio de Axel Kicillof y de su ministro de Seguridad, Sergio Berni, irrumpieron con fuerza en medio de la campaña electoral con vistas a las elecciones generales del 14 de noviembre. Por esa razón, en la Casa Rosada saben que cualquier medida que se tome, por más que ya halla estado planificada, se interpretará como una respuesta política a la escalada de violencia.
Según pudo saber Infobae, Prefectura Naval Argentina (PNA) realizar tareas de prevención en la traza del Ferrocarril de la línea General Roca, desde la estación Avellaneda hasta la estación terminal La Plata. Estas son, además de las dos cabeceras, Villa Dominico, Quilmes, Berazategui, City Bell, y Gonnet.
Los refuerzos de efectivos están previstos para las horas pico, esto es de 6 a 9 y de 18 a 21 y las tareas a desarrollar serán acciones preventivas en los horarios de entrada y salida laboral, en andenes de las estaciones intermedias como controles y patrullajes motorizados en los sectores aledaños a las siete estaciones.
Por su parte, Gendarmería Nacional tendrá un despliegue mayor. Tendrá la responsabilidad de brindar seguridad en diecisiete estaciones de una línea del ferrocarril Roca y otra del Belgrano.
En este caso se utilizará la modalidad de patrullaje a pie en los sectores de andenes y patrullaje motorizado en los alrededores de las estaciones para prevenir arrebatos y robos.
La Línea Belgrano comprende a las estaciones de Aldo Bonzi, Isidro Casanova; Laferrere y González Catán.
La Línea Roca involucra la traza que involucra a las estaciones de Haedo, San Justo, Tablada, Lanús, Banfield, Temperley, Glew, Guernica, Alejandro Korn; Monte Grande, Ezeiza y Tristán Suárez. En estos casos el horario de mayora fluencia y de refuerzo de personal es 6 a 9 y de 18 a 21.
“Hay lugares complejos en cuanto a la inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires y todo lo que es el conurbano. Arrancamos por estos tres ramales, pero vamos a continuar de forma progresiva”, adelanta el ministro de Seguridad de la Nación al ser consultado por este medio y revela que “estos son los primeros movimientos que estamos realizando para llevar seguridad a los trabajadores y que involucrará de manera progresiva, es decir de semana a semana, a casi seis mil hombres y mujeres de Prefectura y Gendarmería”.
Los movimientos de fuerzas federales a la provincia de Buenos Aires fueron coordinados entre Fernández y Berni. Y se tuvo en cuenta las necesidades de cada distrito que van a patrullar según los trabajos que de manera prolija llevan registrados las policías bonaerense y federal.
Esta es una diferencia sustancial a lo que venía ocurriendo en la gestión de Frederic que, ya sea por convicción, o por las diferencias que mantenía con su par provincial, realizaba el envío de efectivos sin coordinarlo previamente.
La funcionaria de Alberto Fernández prefería establecer las prioridades según los requerimientos que le realizaban de manera personal los intendentes. Berni, según relata, se enteraba, por ejemplo, de los gendarmes que llegaban a La Matanza para “caminar” sus calles y avenidas, por las fotos que el intendente Fernando Espinoza se sacaba con ella. O a través de los afiches pegados en las paredes. Una situación que se repetía en otros distritos.
El mapa del delito que analizaron los colaboradores de Fernández y Berni revela, por ejemplo, la necesidad de reforzar la seguridad del recorrido del Metrobús de La Matanza. Ese será uno de los próximos movimientos.
Berni, según pudo saber Infobae, junto a su jefe de policía, el comisario general Daniel García, también elaboró un plan para reforzar la seguridad en las zonas más calientes del conurbano, en especial la Sur y la Oeste, para mitigar los efectos de la inseguridad que se aceleró a medida que el aislamiento social y preventivo por la pandemia del COVID-19 se relajaba y se autorizaban la apertura de nuevas actividades y la mayor circulación de personas.
Los últimos crímenes impactaron en el gobierno de Kicillof, pero también en el de los alcaldes que vieron sacudidas sus comunas, Quilmes, gobernada por la camporista Mayra Mendoza; Lanús, por Néstor Grindetti, de Cambiemos y Tres de Febrero, también administrada por el opositor Diego Valenzuela.
El gobierno provincial ya dispuso que, desde mañana, salgan a controlar las calles unos siete mil nuevos oficiales de la policía bonaerense. A estos se le sumaran unos 500 efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) que ya están desplegadas en Quilmes, Florencio Varela y Avellaneda.
Estos anuncios no hacen más que marcar la preocupación del gobierno de Alberto Fernández y del gobernador Axel Kicillof en materia de seguridad que, junto a la economía, es uno de los dos principales reclamos de los ciudadanos, es decir de los votantes.
La llegada del ex jefe de Gabinete de Cristina de Kirchner a Seguridad es un giro de 180 grados en el área. A diferencia de Frederic, el ministro Fernández declaró públicamente que los problemas de seguridad son nacionales, no solo locales, por eso el jueves él mismo recibió a los 575 efectivos de Gendarmería que envió Rosario para colaborar en la lucha contra las bandas narcos que azotan a la ciudad santafecina.
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