Juan Manzur y Martín Guzmán se reunirán con banqueros, bonistas e inversores de Wall Street en Argentina para explicar que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner tienen un plan económico y una estrategia de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La reunión se realizará en el consulado argentino en Manhattan -calle 56 West, número 12-, y es resultado del último encuentro a solas entre el Presidente y la Vicepresidente. En ese cónclave, Alberto Fernández y CFK terminaron de asumir que un acuerdo con el FMI es vital para la estabilidad económica, al margen de las diferencias internas que atraviesan al Gobierno y el Frente de Todos.
Desde esta perspectiva política, Guzmán preservará su cargo en el Palacio de Hacienda -al margen de los resultados del 14 de noviembre- y Manzur se pondrá a su lado para repetir -una y otra vez- que en Balcarce 50 no hay internas y que la armonía partidaria permitirá bajar la inflación, terminar con el congelamiento de precios y cerrar con el FMI un acuerdo de Facilidades Extendidas durante 2022.
El jefe de Gabinete llegó anoche a New York en un avión de la Provincia de Tucumán, junto a su esposa Sandra Mattar Sabio, la secretaria de Medios y Comunicación Pública, Valeria Zapesochny, y una asistente privada. El vuelo utilizado por Manzur fue cuestionado por los propios banqueros invitados a escuchar sus argumentos políticos y económicos, que superado este capítulo de la pandemia ya viajan en compañías comerciales para atender sus negocios en Buenos Aires.
Manzur se reunirá temprano con Guzmán, su gabinete económico, y los embajadores en Estados Unidos, Jorge Arguello, y en Naciones Unidas, María del Carmen Squeff, para ajustar los detalles de su presentación ante los inversores de Wall Street. El desayuno de trabajo tendrá como escenario el consulado argentino, y a continuación llegarán los bonistas y banqueros que operan en la city financiera de Buenos Aires.
El jefe de Gabinete redactó una presentación que hará eje “en la recuperación económica, el crecimiento, las inversiones, el trabajo genuino, la integración federal, el desarrollo sostenible, la innovación tecnológica, la previsibilidad política y la articulación pública-privada”, revelaron anoche a Infobae desde New York.
Manzur tiene la intención de explicar a sus invitados que Alberto Fernández y CFK tienen una hoja de ruta al margen de la probable derrota en los comicios del 14 de noviembre. La tarea del jefe de Gabinete será complicada: los inversores desconfían del plan de Gobierno y observan con escasa predisposición la estrategia oficial de congelamiento de precios, múltiples tipos de cambio y cepo a las exportaciones.
Guzmán estuvo en contacto con Manzur desde su llegaba a Manhattan. El ministro se quedó anoche en su hotel - clásico y a pocas cuadras del consulado- para trabajar en su propia presentación junto a Ramiro Tosi, subsecretario de Financiamiento. Guzmán conoce a la mayoría de los banqueros invitados, y sabe de memoria qué preguntaran en un tiempo sin acuerdo con el FMI, escasas reservas en el Banco Central y una inflación anual que supera el 50 por ciento.
Guzmán es amigo personal de Manzur y entiende las nuevas reglas de juego. La Cámpora acechaba el Palacio de Hacienda, y CFK no paraba de cuestionar su estrategia de negociación con el FMI. Manzur ahora actúa como un blindaje político, y la vicepresidente terminó de asumir que Guzmán es el mejor interlocutor que tiene el Frente de Todos en Washington y Wall Street.
Con todo, el panorama del país no ayuda al titular del Palacio de Hacienda. Los resultados electorales golpearán a la Casa Rosada, y la negociación con el Fondo está empantanada. Guzmán -junto a Manzur- deberán extremar sus capacidades dialécticas para lograr que los inversores confíen nuevamente en argumentos políticos y económicos que ya escucharon -una y otra vez- en tiempos de Cristina y Mauricio Macri.
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