En un clima tenso y por momentos caótico María Eugenia Vidal, Leandro Santoro, Javier Milei y Myriam Bregman protagonizaron el primer debate de cara a las elecciones legislativas de noviembre. Los aspirantes a diputado por la Ciudad de Buenos Aires comenzaron con una introducción libre de un minuto.
El candidato del Frente de Todos, Leandro Santoro, se presentó como politólogo y papá de dos nenas. “Creo en una Argentina inclusiva y desarrollada, no creo en las verdades absolutas ni en los que se las saben todas”, resumió.
“Quiero proponerle a todos que acompañen el pedido a Alberto Fernández para que le pida la renuncia a Aníbal Fernández”, fue el planteo inicial de María Eugenia Vidal, que abrió su intervención con un fuerte crítica al Gobierno, a raíz del escándalo por el tuit contra el dibujante Nik.
A su turno, Milei se definió como liberal libertario y dijo que “grita mucho” porque está indignado con la “casta política”. “Soy peligroso para la casta política porque conmigo se acabó la joda”, arremetió. En tanto, la referente del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, señaló que la campaña estuvo “vaciada de propuestas”.
Durante el primer segmento, dedicado a la calidad institucional, Vidal comenzó por destacar la importancia de la alternancia y apuntó contra el dirigente social oficialista Emilio Pérsico, quien había pedido que el kirchnerismo se quede en el poder por 20 años.
Por su parte, Santoro criticó la inacción del gobierno porteño ante la desaparición del policía Arshak Karhanyan. Vidal lamentó que la madre del uniformado haya sido convocada al debate para ser utilizada políticamente por el Frente de Todos.
Sin embargo, el momento más tenso llegó durante uno de los cruces entre Bregman y Milei. “Este señor acá empezó haciéndose el educadito, pero en los actos nos dice ‘zurdos de mierda’, se rodea de un montón de defensores de los genocidas, y dice ‘zurdos de mierda, van a correr’, y apenas empieza el debate, empieza con el mismo ataque. Es lo mismo que nos decían en la dictadura”.
“Pónganme cadenas así están más cómodos”, fue la irónica respuesta del libertario que luego fue advertido por los conductores que su micrófono sería silenciado si no respetaba las reglas.
Al hablar de la economía, Santoro señaló que los problemas más importantes que enfrenta el país son la inflación y la caída de la actividad económica. En ese sentido, explicó que en gran parte estas complicaciones se deben a la falta de dólares y que esta situación se agravó por los “96 mil millones de dólares” de deuda que tomó Mauricio Macri.
“Otra vez el ‘ah, pero Macri’”, contestó Vidal y aseguró que “la deuda es hija del déficit” que dejó el gobierno de Cristina Kirchner. También acusó a Alberto Fernández de haber tomado deuda por 30 mil millones de dólares durante sus dos años de gestión.
El momento más interesante de la noche fue el de las preguntas mano a mano. Por sorteo la primera fue Vidal, que eligió a Santoro como contraparte. “¿No le tiene que pedir la renuncia Alberto a Aníbal Fernández?”, insistió.
El candidato del Frente de Todos contestó que el ministro de Seguridad había cometido un error pero que la discusión sobre su eventual renuncia tenía que darla “dentro de su espacio”. Como contraataque, planteó que varios miembros de Juntos por el Cambio, como Vidal y Diego Santilli, fueron víctimas de una operación de espionaje ordenada por Mauricio Macri. “Eso es más grave que un tuit equivocado”, dijo.
“No fue un tuit equivocado”, replicó Vidal sobre Aníbal Fernández y explicó que al ser querellante conoce la investigación de la causa por espionaje y que en la misma no hay elementos que apunten contra Macri como responsable.
Cuando fue el turno de Santoro, este preguntó cómo pensaron que en cuatro años se podían devolver 44 mil millones de dólares, en relación a los vencimientos de 2020, 2021 y 2022.
“Dos de cada tres dólares fueron para pagar deudas anteriores. La deuda no es hija de la fuga sino del déficit”, replicó Vidal y dijo que de haber ganado en 2019 hubieran tenido mayor acceso al crédito para refinanciar lo adeudado.
Sin embargo, uno de los momentos que generó más confusión fue cuando llegó el turno de Milei. El libertario hizo una interpretación del reglamento que descolocó a los conductores y decidió no hacerle su pregunta a ningún candidato sino “al pueblo”.
“Yo no discuto con la casta. ¿Alguien quiere seguir con este modelo de casta?”, dijo mirando a la cámara.
Por otro lado, durante el bloque del debate dedicado a política sanitaria en pandemia, Santoro afirmó que el Gobierno de Alberto Fernández “hizo un esfuerzo enorme para garantizar” la atención del sistema de salud que “había dejado destruido el macrismo”.
“¿Alguno recuerda alguna política pública de la Ciudad para ayudar a la gente en la pandemia?”, interrogó el candidato del FdT.
Por su parte, Vidal contrapuso que en la Ciudad de Buenos Aires se otorgaron turnos para vacunarse y en el Gobierno nacional “funcionarios y militantes se vacunaron antes”.
“En la Ciudad ganamos 45 días de clases por ir a la Corte Suprema; en el Gobierno nacional hubo un ministro de Educación y un Presidente que militó el cierre de escuelas”, dijo en referencia a Nicolás Trotta y al presidente Fernández, respectivamente.
En tanto, Milei planteó que “si Argentina hubiera hecho las cosas como un país mediocre, en lugar de 117 mil muertos hubiera tenido 25 mil”, pero lamentó que “la casta no quiso perder sus privilegios”.
“La estrategia que todos sabíamos que teníamos que llevar a cabo, en la primera etapa, era la de testeos masivos, pero este Gobierno, por no dejar de robar, decidió condenar a la muerte a miles de argentinos”, denunció el dirigente libertario.
Al momento del cierre, Vidal aseguró que tras el resultado de las PASO “apareció una oportunidad enorme de construir una pared inmensa de 120 diputados para frenar a un gobierno que miente y falta el respeto”.
Santoro asumió el compromiso de nunca recortar la educación ni volver a tomar deuda externa irresponsablemente. Finalmente, Milei planteó que sus adversarios representan el modelo “colectivista con final castrochavista” pero con diferentes velocidades. “Existe un futuro mejor, pero solo si es liberal. Viva la libertad, carajo”, arengó.
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